¡En el centro, firmes!

Quienes tenemos firmes convicciones de centro no nos queda más que confiar en las instituciones, votar en blanco y realizar oposición crítica a quien quiera que llegue al Palacio de Nariño.

Opina - Sociedad

2018-05-30

¡En el centro, firmes!

‘Votar por Gustavo Petro para atajar a Álvaro Uribe’. Ese es el mantra del desespero de una sociedad acostumbrada al miedo y a la cultura del todo vale. De hecho, es irrelevante que en este caso sea Gustavo Petro el contendor del Uribismo, no importa el nombre, ni su ideología, lo único importante es derrotar a Álvaro Uribe.

No nos digamos mentiras, sería el mismo escenario si en cambio de Gustavo, hubiese sido Vargas, Fajardo, una chancleta o un maniquí. Da tantos escalofríos pensar en un tercer mandato de Uribe, que hasta Gustavo Petro se ve de centro. Sin embargo, Petro es Petro, y así se enfrentara a Álvaro Uribe o a Hitler, seguirá siendo él: un político ineficiente, populista y de izquierda.

Por otro lado, está el ‘Votar por Duque para atajar a Gustavo Petro’. Cambian los nombres, el sentido del mantra, pero se conserva la génesis de la idea: votar por miedo y costumbre a la cultura del todo vale. Son millones los colombianos a los que convencieron de que Petro es la encarnación del comunismo ateo internacional: mentiras. Lo que sí es verdad es que el Uribismo es lo que es, una fuerza política que llegó al poder en el 2002 auspiciando el paramilitarismo, que cambió la Constitución para perpetuarse en el poder, y que chuzó a la oposición.

Aquellos quienes aborrecemos los extremos, nos enfrentamos a una disyuntiva similar a la sufrida por los Polacos en 1939 (guardando las proporciones). Los nazis y los rusos comunistas acordaron anexarse cada uno una porción del país. ¿La Rusia comunista o la Alemania nazi? persignarse y que sea lo que Dios quiera.

¿Tenemos que enfrentarnos a una disyuntiva similar quienes tenemos genuinas convicciones liberales y de centro? ¿Tendremos que ceder a la manipulación del miedo por parte de los extremos políticos de Colombia?

En la lógica de ambos extremos persiste la idea de que no votar por su candidato es señal inequívoca de llevar al país a la hecatombe, con una carga moral adicional para quien no tome partido. Si votamos por uno, posiblemente corremos el riesgo de convertirnos en Venezuela, si votamos por el otro, de acabar con la paz. No creo que sea ese el camino.

Es el momento clave para mantenernos firmes en el centro y votar en blanco. Las convicciones están por encima del ajedrez político y la estrategia, y ese es el primer paso para consolidar una propuesta política de centro seria, de cara a las elecciones locales del próximo año.

Sí, es cierto que el voto en blanco no tiene efecto jurídico práctico, pero tampoco lo tienen la protesta y la manifestación. Sin embargo, todas las anteriores son una demostración democrática y legítima de descontento popular, el voto en blanco en segunda vuelta tiene un mensaje claro: los extremos no nos impondrán su agenda.

Será la Corte Constitucional, quien deberá atajar las intenciones de Duque de modificar los acuerdos —los cuales no se pueden cambiar por los próximos 3 mandatos presidenciales— y será el Congreso, de mayoría opositora a Petro, quien deberá poner en cintura las reformas estatistas, improvisadas y populistas de su eventual Gobierno. De esta manera, quienes tenemos firmes convicciones de centro, no nos queda más que confiar en las instituciones, votar en blanco y realizar oposición crítica a quien quiera que llegue al Palacio de Nariño.

«Debemos reclamar, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes». Karl Popper.

 

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Caricatura: Betto para El Espectador

( 3 ) Comentarios

  1. No se llamen a engaños no digan lo contrario a su deseo. Saben perfectamente que quedarse en esa posición de «CENTRO» están tomando partido con Duque. No engañen, ese es su deseo. Saben que al no apoyar en este momento álgido en este momento crucial a Gustavo Petro; gana Duque y quienes piensan con el deseo y montan una posición «neutra».

  2. Gracias por este artículo 🙂

  3. ReplySimón Sarmiento

    En este país hay un miedo a reconocer en la izquierda muchas cosas: madurez, representación, firmeza y un deseo de que haya menos inequidad. En otras geografías la izquierda puede gobernar y alternar el poder con la derecha sin problema. Acá como la izquierda ha estado estigmatizada por la violencia, parece que ser de izquierda (incluso de pensamiento), es símbolo de que no será buen gobernante. Pero hay que ver un hecho, similar al de Bogotá. El congreso no es mayoría en caso de que Petro gane, entonces estarían bombardeando todo el tiempo sus iniciativas, aparte que la prensa oficial (RCN, CaracolTV, La W, La FM, BLU Radio, Caracol Radio, etc.), estará buscando cualquier pretexto para destrozarlo, más que lo que el CD piensa destrozar el Acuerdo de Paz.
    Va a ser otra elección en donde el miedo es el que se apodera de la gente.

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David Cancino Quintero
David Cancino Quintero. Nostálgico liberal del siglo XVIII e hincha del Club Deportivo Los Millonarios.