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Primero fueron los abusos de los gobernantes enquistados en el poder antes, durante y después del Frente Nacional. Esto engendró como protesta el movimiento guerrillero, que se vio enfrentado luego al paramilitarismo como mecanismo de defensa, auspiciado por el mismo Estado y por algunos terratenientes. Ese fue el origen de un nuevo cáncer cuya metástasis fue la aparición de los carteles del narcotráfico donde, tanto paramilitares como guerrilleros, se peleaban espacios y en ciertos corredores operaban en conjunto; hacían parte del mismo negocio ilícito y cuidaban lo producido por los nuevos capos de la droga ¡Adiós ideología! ¡Adiós sueños románticos de lucha revolucionaria! (1)

Hasta nuestros días se vive el fenómeno de las bandas criminales que se adueñaron de las poblaciones más olvidadas por el Estado. Cada vez que cae abatido un capo hay duelo y asistencia masiva a su funeral como símbolo del realismo mágico y la increíble ironía de la que escribió García Márquez.

Por eso los noticieros tienen su agenda en contra de la paz; la economía quiere ser estabilizada a costa de meterle la mano en el bolsillo a la clase trabajadora; por esa misma razón siguen matando líderes sociales y su memoria al igual que sus luchas son irrespetadas con comentarios desafortunados como los del ministro de Defensa quien solo percibe allí una situación aislada de “problemas de linderos y líos de faldas”, y finalmente, por eso mismos órganos como la Fiscalía que debería perseguir a los delincuentes se enfrasca en una cacería de brujas contra los sectores democráticos que están en la oposición, pero no en la oposición de derecha, sino a los sectores alternativos que buscan llegar al poder para buscar, desde allí, un cambio profundo en el sistema aquí descrito. (2)

No asombra entonces que actualmente la Fiscalía General de la Nación y la Contraloría (instituciones manejadas políticamente por funcionarios afines al partido del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, incluso muchos de ellos ocuparon cargos de dirección y fueron candidatos por dicho partido en elecciones pasadas) lleven a cabo unas serie de imputaciones, embargos y hasta capturas de reconocidos dirigentes sociales y políticos de corrientes democráticas opuestas a las de la derecha representadas por Cambio Radical y Germán Vargas. (3)

Caso #1: Sergio Fajardo

“[…] Sabemos qué se mueve y contra quién nos estamos enfrentando”.

Con estas palabras se refería el hoy candidato presidencial por la Coalición Colombia (Verdes, Polo y Compromiso Ciudadano) al embargo de dos inmuebles de su propiedad del que fue notificado por parte de la Contraloría de Antioquia justo unos días después de conformarse esta coalición de centro izquierda que aspira llegar a la presidencia. Este embargo se hace aduciendo sobre costos en la construcción y equipamiento de estaciones de policía en varios municipios de Antioquia.

Lo paradójico del asunto es que quien imputó la medida de embargo, el contralor Sergio Zuluaga, está hasta el cuello de irregularidades en el ejercicio de su cargo. Por ejemplo, actualmente está siendo investigado por prevaricato por omisión y peculado por apropiación, por haberse realizado cirugías estéticas en el hospital público La María presuntamente con dineros públicos; esto mientras el gobierno anuncia recortes a los servicios del POS. Y como si fuera poco, la Procuraduría le formuló cargos porque en su hoja de vida, para ocupar ese puesto “proporcionó información inexacta sobre sus estudios”. En palabras castizas, se inventó un doctorado que no hizo y luego alegó que el error lo cometió quien le llenó a mano la hoja de vida. Al parecer otra pilatuna de los espíritus chocarreros igual que en el caso del falso doctorado del alcalde bogotano Enrique Peñalosa. ¡Válgame Dios! (4) (5)

Junto a la de Fajardo también salió a relucir una investigación contra del gobernador de Nariño Camilo Romero a quien la fiscalía le imputó cargos por corrupción. Esto por la adopción de nuevas condiciones para la comercialización de 80.000 cajas de aguardiente Nariño, que se fijó su administración en agosto de 2016. Ante esto el gobernador en tono enérgico pero pausado dijo: “Yo creo que aquí lo que cada vez tiene más claro la opinión pública en Colombia es que si hay alguien de bolsillo es el Fiscal General y lo digo en ese tono y con estas palabras; es inaudito que al único gobernador que declara rentas públicamente de manera juramentada, que hasta hace mes y medio tenía embargada sus cuentas personales intenten acusarlo de corrupción. Sin duda alguna, aquí hay intereses económicos y políticos detrás de todo esto” (6)

Al parecer la única opción es guardar silencio.

Caso #2: Gustavo Petro

“Contralor distrital vuelve a embargar mi cuenta bancaria que está ya dos veces embargada. Esta es la policía política de Vargas Lleras”.

Así expresó el exalcalde de Bogotá en sus redes sociales el inconformismo contra las medidas tomadas por el Contralor Distrital a quien señala de ser una ficha puesta por Cambio Radical para frenar a sus opositores en la carrera por la presidencia en las elecciones de 2018, pues aunque genera controversia Gustavo Petro es uno de los principales opcionados para llegar a ocupar la Casa de Nariño, pero desde su período en la alcaldía ha debido remar contra la corriente enfrentando todo tipo de inhabilidades, embargos y suspensiones del cargo de las que hasta el momento ha salido más o menos bien librado, absuelto o ratificado en sus funciones. (7)

Pero ¿Quién es el contralor Juan Carlos Granados?

Granados es un político reconocido en Boyacá donde siempre ha tenido su fortín electoral, Cuando fue concejal, diputado y gobernador recibió el apoyo de partidos como Cambio Radical, de la U, de liberales, conservadores y del Partido Verde. Luego decidió quedarse a la orilla de Germán Vargas lo que a la postre lo llevaría al cargo que hoy ostenta. Aun es investigado por una millonaria suma de dinero que se invirtió supuestamente en kits escolares que nunca se entregaron. Recientemente su nombre salió a flote porque la Procuraduría lo investiga por presuntamente conformar una nómina paralela en la Contraloría Distrital para pagar favores políticos; de hecho su nombre ha sonado reiteradamente en el escándalo del “cartel de la toga” porque contrató a Yara Malo y a José Leonardo Bustos, hijos de Gustavo Malo y Leonidas Bustos comprometidos hasta el cuello en este entramado de corrupción.

Pero si al pastel le faltaba una cereza, esta acaba de ponérsela el empresario Federico Gaviria, el testigo clave en la investigación del caso Odebrecht, quien le dijo a la Fiscalía que Granados recibió 200 millones de pesos de esta multinacional, campeona en corrupción para financiar su campaña electoral a la gobernación de Boyacá. Con semejante lodazal alrededor del Contralor y buscando culpables para mantenernos entretenidos ¡Ahí sí, sálvese quien pueda y que nos agarren confesados! (8)

Caso #3: Marcelo Torres

“Colombia sabe que no soy un delincuente. Preserven mi vida y den garantías procesales. Demostraré mi inocencia”.

Este es el caso que más genera incertidumbre y desesperanza en los sectores democráticos de oposición. La llegada de Marcelo Torres a la alcaldía de Magangué con el partido Alianza Verde y de la mano del Partido del Trabajo de Colombia significó la derrota de las clases políticas corruptas que por décadas se adueñaron de esa población en cabeza de Enilse López “la Gata”, de quien se conocen sus influencias nefastas en la institucionalidad de esa región y quien hoy está condenada a 37 años de cárcel por homicidio y concierto para delinquir ¡Joyita! (9)

A Marcelo se le acusa de celebrar contratos sin el lleno de requisitos y falsedad ideológica en documento público. Esto hace referencia a dos contratos que fueron ejecutados y del que se vieron beneficiados más de 310 niños en estado de desnutrición y 170 madres gestantes. (10)

Pero más allá de eso, en este al igual que los casos ya citados, se tiende un manto de duda y un tufo a persecución política por parte de Cambio Radical y las instituciones que maneja en todo el país. Es así como no se explica el ciudadano común “cómo pueden enviar a la cárcel a un dirigente social y político que no representa un peligro para la sociedad pues no vive ni ejerce dominio en el lugar de la investigación que adelanta la Fiscalía; no tiene acceso a la administración pública para modificar pruebas o testimonios y no existe el riesgo de que pueda eludir el proceso judicial con una hipotética fuga”, como lo señala el exconcejal de la Alianza Verde y hoy candidato al senado Yezid García, quien ha tomado la dirección del movimiento que estaba en manos de Marcelo Torres, mientras se resuelve todo; este macabro juego criminal donde los inocentes pagan cárcel mientras los culpables son enviados a sus lujosas mansiones a disfrutar del dinero mal habido.

Pero si de hablar de persecución se trata, debemos decir que la Fiscalía y los entes de control están vulnerando el derecho al debido proceso del dirigente. Al menos en la primera imputación la defensa del exalcalde sostiene que hubo falsificación de las firmas con las que se autorizó el contrato por el que se le acusa. Hasta hoy no han sido recibidas las pruebas, que las hay y por montones, para resarcir el nombre del dirigente de la Alianza Verde en todos los señalamientos. (11)

Con estos hechos, que por demás tienen mucho de injustos y siniestros, de persecuciones, seguimientos y ultrajes al derecho a la participación política es absolutamente difícil que nuestro país encuentre la reconciliación, pues hay personas e instituciones empeñadas en que no sea así, y mientras este 31 de diciembre muchos estaremos en nuestros hogares celebrando el fin de año, no olvidemos que en diferentes lugares hay aspirantes a mejores cosas para el país con cuentas embargadas; profesores a los que les están quitando sus bienes; exmandatarios locales que vencieron a los ladrones de cuello blanco recluidos tras los fríos muros de una cárcel y cientos de líderes sociales asesinados por esa mano siniestra que nos quiere seguir arrebatando la esperanza.

Referencias y citas:

El silencio de los inocentes

Opina - Judicial

2017-12-30

( 1 ) Comentario

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