Columnistas: Karen Valentina Mora Aguilar
Las nuevas tecnologías han llegado a nosotros para facilitar algunas actividades cotidianas modernizando así nuestras vidas con el paso de los años; sin embargo, esto ha causado ciertas inconformidades entre algunos, ya que se sienten desplazados o poco valorados con todo esto, como lo es el caso de Uber entre el gremio de los taxistas, para quienes esta nueva herramienta fue un dolor de cabeza.
Uber es una empresa que a través de una plataforma digital permite pedir un servicio de trasporte en vehículos particulares, con tarifas menores a las de un taxi, sin pagar seguridad social y sin exigir ciertos requerimientos para la seguridad del usuario que toma el servicio y para el conductor del automóvil.
Es aquí donde comienza a surgir la inconformidad, ya que al tener tarifas menores, se vuelven más atractivos a los ojos del cliente, como lo afirman algunos taxistas, quienes además aquejan que costear seguridad social, rodamiento, seguros y en general el mantenimiento que le hacen a los taxis constantemente, no hace legítima la competencia con la plataforma.
Es por ello que este es un servicio ilegal, al no contar con los requerimientos que los taxis sí tienen. A pesar de todo esto, hay opiniones divididas entre quienes consideran esta una medida arcaica y quienes apoyan al gremio taxista.
Muchos han defendido el uso de esta plataforma en Colombia planteando el hecho de que es como si una empresa de CD pidiera el retiro de YouTube, Spotify o Deezer, o que una organización de máquinas de escribir pida detener el comercio de los computadores, puesto que argumentan que ya estamos en una sociedad moderna en la que competir con las nuevas tecnologías es simplemente retroceder en este tipo de avances.
Con lo referente a la seguridad social, los mismos defensores de Uber, plantean que otras empresas como las que manejan venta por catálogo tampoco pagan seguridad social, por lo que también deberían ser retiradas del país, pues están incumpliéndole a sus trabajadores.
Además de la inconformidad presente entre los usuarios de Uber, dicen que los taxistas tampoco muestran una cara amable al momento de tomar una carrera, pues en muchas ocasiones prefieren decir “yo por allá no voy”, antes de mostrarse cordiales con el servicio que prestan, o han causado polémica en redes por su forma displicente al referirse a quienes trabajan para estas plataformas.
Por su parte, los taxistas han afirmado en varios medios de comunicación que aún queda mucho camino por recorrer, pues hay otras aplicaciones que hoy son usadas por conductores de vehículos particulares, que tienen los mismos vacíos que Uber, las cuales sí continúan en funcionamiento. Y a su vez, muchos en su defensa han presentado excusas públicas por comportamientos negativos de sus colegas, argumentando que no todos son así, invitando al dialogo, y a prestar de la mejor forma este servicio.
Se comenta además que Uber funcionará en Colombia hasta el 31 de enero de 2020, lo que dejaría a más de 88.000 conductores registrados para la plataforma, sin acceso a laborar por medio de la misma, un gran número de vehículos en los patios, demandas sin resolver en los juzgados y multas. Además de una demanda interpuesta por la empresa desde Estados Unidos, la cual aún debe librar Colombia al ordenar el retiro de la plataforma, siendo el primer país latino en dar esta orden. Pensar que todo esto se pudo evitar si se hubiesen sacado las normas necesarias para que la plataforma siguiera en funcionamiento y negociando para que ambos gremios estuviesen de acuerdo deja mucho en qué pensar.
Esta es una nueva disputa que atañe un servicio fundamental para muchos, el transporte. Una discordia basada en inconformidades por herramientas que nos rodean a diario y cada vez con mayor profundidad como lo son las nuevas tecnologías. A lo largo de la historia ha habido cientos de estas entre las que se han llegado a acuerdos o se han visto victoriosas las innovaciones, en este caso aún quedan varias plataformas de vehículos particulares, y una gran demanda por resolver, entonces esta vez, ¿quién ganará la disputa?
