Dignidad Agropecuaria surgió debido a las movilizaciones campesinas que iniciaron en el paro cívico cafetero y en el paro agrario en 2013, los cuales se desarrollaron en diferentes regiones agrícolas del país, en respuesta a la crisis ocasionada por las políticas de internacionalización de la economía y de la apertura económica, ya que estas le dieron paso a las importaciones de alimentos y a la sustitución de productos agropecuarios nacionales.
Es por esto por lo que propone el referendo por el agro nacional, el cual surge tras las fracasadas políticas agrarias de los últimos 25 años, como de la necesidad de garantizarle a Colombia: una seguridad y soberanía alimentaria, la promoción de la producción agropecuaria nacional, la revisión de los TLC y la reforma de 4 artículos de la Constitución Política: 64, 65, 66 y 100.
En esta iniciativa histórica Dignidad Agropecuaria no está sola, ya que cuenta con el respaldo de organizaciones como Oxfam y la Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos. El comité promotor del referendo está compuesto por el Comité Nacional de la Agricultura Familiar, Dignidad Agropecuaria Colombiana y Sintrainagro de la CUT, entre otros.
El jueves 12 de mayo del presente año se radicó el referendo en la Registraduría en Bogotá, donde las organizaciones que lideran y respaldan esta iniciativa en cabeza de Dignidad Agropecuaria, acudieron allí para la radicación del documento.
Los tratados de libre comercio no han sido los únicos culpables de la crisis del sector agropecuario, si revisamos un poco las políticas de los presidentes que ha tenido Colombia en los últimos 25 años, entenderemos por qué el campo está en declive y por qué las malas políticas agrarias motivaron a la elaboración del referendo por el agro nacional.
Empecemos con el gobierno del expresidente Virgilio Barco (1986 a 1990), dado el apoyo que tuvo Barco para combatir el narcotráfico, se dio el puente para la apertura económica, en donde esta le daría ventajas arancelarias y comerciales a Colombia, en distintos mercados internacionales para comercializar sus productos. Hoy en día se evidencia que dichas ventajas hasta la fecha no se han materializado.
En los años 90 el gobierno del expresidente César Gaviria (1990 a 1994), propulsó la apertura económica para nuestro país bajo el lema de “la revolución pacífica”. A partir de ese lema se recuerdan 5 reformas económicas que han modificado al país bajo dicho gobierno: 1) La reforma arancelaria, que logró el ingreso a nuestro país de productos extranjeros a gran escala. 2) La reforma cambiara, la cual contribuyó a desestabilizar la economía, tras detener el aumento en el precio del dólar, generando pérdidas en el sector de los caficultores. 3) La reforma tributaria, que buscó recoger dinero para invertirlo en inversión social, aumentando los impuestos por venta IVA. 4) La reforma al comercio exterior, se creó el Ministerio de Comercio Exterior para internacionalizar los productos de nuestro país, generando la invasión de productos extranjeros en el mercado colombiano. 5) La reforma a la inversión extranjera, en donde se da vía libre a la llegada de capital extranjero para la inversión.
Continúa el gobierno del expresidente Ernesto Samper (1994 a 1998), quien denominó su política de desarrollo como “el salto social”, con lo que generó condiciones para que aquellos con salario mínimo y en situación de pobreza lograsen subsistir.
Con el gobierno del expresidente Andrés Pastrana (1998 a 2002), se adoptaron formas represivas en la economía. Se buscó la privatización de diversos sectores del país, como la salud y hubo una desprotección total hacia el sector estatal.
Sigue el gobierno del expresidente Álvaro Uribe (2002 a 2006 y 2006 a 2010), el cual acabó de hundir al campo colombiano, pues las supuestas salvaguardas del TLC nunca lograron cubrir los daños causados a los campesinos. Y Agro Ingreso Seguro que daría pequeños subsidios a los agricultores (314 familias), terminó dando subsidios a grandes empresarios y terratenientes.
Por último el gobierno del presidente Juan Manuel Santos (2010 a 2014 y 2014 a 2018), en donde parte del declive del agro en la actualidad se debe a: los TLC, los altos costos que deben pagar los campesinos por los insumos, y a las semillas certificadas: en donde los campesinos dejan de usar semillas nacionales que se pueden reutilizar ahorrando costos, para comprar y usar semillas certificadas, transgénicas de multinacionales como Monsanto.
Si la Registraduría aprueba el referendo por el agro para la recolección de firmas, este tendrá 6 meses para la recolección, periodo en el que se necesitarán al menos 3 millones 500 mil firmas. Una vez recogidas y entregadas a la Registraduría, esta tendrá 45 días hábiles para su revisión y, de dar el visto bueno, será el Congreso que en 90 días deberá decidir sobre la realización del referendo. Dignidad Agropecuaria estima que si todo sale bien, para el año 2017 se llevará a cabo el referendo por el agro nacional.