El periodismo y Natalia Springer

Opina - Medios

2015-09-20

El periodismo y Natalia Springer

Probablemente nada de lo que diga o haga Natalia Springer servirá para que ustedes la saquen de la lista negra en la que la pusieron después del escándalo de los contratos con la Fiscalía. Han pasado ya varias semanas desde que el nombre de la analista ocupa grandes espacios en la agenda informativa del país y el asunto al parecer hasta ahora comienza.

Y digo esto porque después de cientos de artículos de prensa, reportajes radiales y notas televisivas en las que se cuestionaba fuertemente a Springer, una emisora decidió contactarla para que contara su versión. Sí, todo este tiempo los medios colombianos habían producido noticias y opinión basadas en una sola fuente, dejando de lado una de las máximas más importantes del periodismo que exige confrontar los testimonios de todas las partes involucradas.

Hasta ese momento se pensaba que Springer no quería dar la cara, que si le estaba huyendo al debate era porque algo debía, pero según ella, ningún medio se había tomado la tarea de conocer su versión de los hechos. No por nada aprovechó esos micrófonos para quejarse del tratamiento que se le está dando a su caso. Y en eso tiene razón.

Los medios de comunicación han hecho las veces de tribunal y desde sus salas de redacción han condenado a Springer por el monto de su contrato con la Fiscalía, los periodistas parecen dedicar todos sus esfuerzos a hundirla, pues han tenido tiempo de escarbar en su pasado, juzgarla por haberse cambiado el nombre y sugerir que sus títulos académicos son inventados.

Y para completar, la emisora que buscó su versión contaba con una mesa de trabajo de cuatro periodistas, que según dicen, son los mejores de la cadena, pero claramente no lo demostraron, porque en vez de una entrevista hicieron un interrogatorio en el que ganaba el que más gritaba, camuflaron sus prejuicios con preguntas y rebajaron el debate a una sarta de acusaciones viscerales.

Claro, existen muchas preguntas validas sobre los contratos a dedo de la Fiscalía, Montealegre debe dar explicaciones contundentes y dejar de evadir los hechos que hablan por sí solos. Natalia Springer tampoco es intocable y aún tiene mucho por explicar; sin embargo, se le está juzgando prematuramente y eso no es sano.

natalia-gEs labor de los periodistas indagar, investigar y cuestionar lo que consideren puede afectar a la opinión pública, pero sin imponerle un sesgo a la información, porque aunque nos deje muchas dudas lo que está pasando en este caso, la imparcialidad es necesaria para que los ciudadanos saquen sus propias conclusiones. El problema es que como para los medios Springer ya es culpable, para ustedes también.

Adenda: El partido verde le clavó un puñal a Carlos Vicente de Roux y a la ciudadanía que pretendía votar por un proyecto político alejado de lo tradicional. Nos tocó más de lo mismo.

( 1 ) Comentario

  1. Gracias por escribir este artículo. De entre la sarta de indignidades, prejuicios y pésimo periodismo que aparece cuando uno coloca «Natalia Springer» en Google me topé con este artículo maravilloso. Concuerdo: nuestro periodismo se ha rebajado a un periodismo chabacano y vulgar, sesgado y poco profesional. La entrevista realizada por la W a Natalia más se parecía a una jauría hambrienta queriendo atacar y denigrar a su presa a como diera lugar; es cuando el periodismo se convirtió en juez hipócrita sustiyendo la labor de la justicia. Julio, Félix, María Isabel y Camila, muy pobres todos; pero especialmente Féliz y María Isabel haciendo gala de una forma ramplona de como tu lo dices, que ganara el que más gritara. Muy pobre y muy bajo lo que está ocurriendo con Natalia Springer, claro que tendrá que responder, pero no es labor del periodismo ya señalarla de culpable. Estoy cansado de estos periodistas que se creen vacas sagradas e inmunes. Saludos.

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Keving Garavito
Comunicador social en proceso. Columnista de opinión y analista político amateur. Defensor del periodismo independiente y la libertad de pensamiento.