El papel de los candidatos a la Vicepresidencia

Las fórmulas vicepresidenciales entran a jugar un papel fundamental no solo para consolidar ideas y proyectos políticos, sino para enviar mensajes de todo tipo a sectores de poder económico, político, social y a la opinión pública en general.

Opina - Política

2018-03-20

El papel de los candidatos a la Vicepresidencia

En medio de una campaña presidencial en la que confluyen la esperanza de cambio, pero también el miedo y la negación de los graves problemas que arrastra la Nación, las fórmulas vicepresidenciales entran a jugar un papel fundamental no solo para consolidar ideas y proyectos políticos, sino para que los candidatos presidenciales envíen mensajes de todo tipo a sectores de poder económico, político, social y a la opinión pública en general.

Ejemplos de lo anterior lo expresan con innegable claridad las figuras vicepresidenciales escogidas, recientemente, por Gustavo Petro y Germán Vargas Lleras. Se trata, para el primer caso, de Ángela Robledo, quien acompañará al ex alcalde de la capital del país en su carrera por llegar a la Casa de Nariño; y para el segundo caso, la elección de Juan Carlos Pinzón, quien fungía, hasta hace pocos días, como candidato presidencial, eso si, sin mayor fuerza electoral.

Se suman al ya evidente escenario del “cálculo político”, las fórmulas vicepresidenciales elegidas por los candidatos Iván Duque, del Centro Democrático y de la llamada Coalición de la Derecha y la Ultraderecha, Martha Lucía Ramírez; y de tiempo atrás, la elección de Claudia López Hernández, como acompañante del candidato Sergio Fajardo; y el caso de Clara López Obregón, como la aspirante a ocupar la vicepresidencia en un eventual triunfo del candidato del Partido Liberal, Humberto de la Calle Lombana.

Este documento es un intento por descifrar los mensajes que quieren enviar los señalados candidatos presidenciales y por analizar los significados políticos de las decisiones adoptadas por las diferentes campañas.

Inicio con la fórmula vicepresidencial de Petro Urrego. Con la elección de Ángela Robledo, Gustavo Francisco Petro quiere mandar un mensaje de tranquilidad a los sectores políticos, sociales y económicos que desde ya advierten prevenciones y miedos por el proyecto de país que tiene en mente ejecutar el ex alcalde de Bogotá en caso de llegar a ocupar el Solio de Bolívar.

El hecho de que la señora Robledo venga de la Academia y haya trabajado en el llamado tercer sector, constituye un plus para la campaña de Petro, etiquetada por la derecha y la Gran Prensa afecta, en los marcos ideológicos del “populismo” y del inexistente fantasma del “Castrochavismo”[1].

Además, su origen manizalita puede jugar a favor de la campaña presidencial de la Colombia Humana, por cuanto la votación[2] alcanzada por Iván Duque Márquez, en la pasada consulta de la derecha y la ultraderecha, fue importante en el Eje Cafetero. En particular, en Manizales, lugar de nacimiento de Ángela Robledo, el ungido del ganadero, caballista, latifundista y ex presidente, Álvaro Uribe Vélez, obtuvo una importante votación.

De igual manera, con la elección de Robledo, Petro golpea a la Alianza Verde y pone de presente su negativa ante cualquier intento de acercamiento con esa colectividad. Queda claro que «los verdes» pierden a una buena política y ficha en el Congreso de la República.

Robledo, entonces, fungirá como pararrayos ante las arremetidas de las empresas mediáticas que ya optaron por apoyar a los candidatos del Establecimiento. Por ejemplo, Noticias Caracol apoya a Vargas Lleras; en cuanto al Noticiero RCN, editorial y periodísticamente apoyan a Iván Duque, al igual que el informativo radial la FM; entre tanto, el noticiero CM& está con el candidato que proclamó Uribe Vélez como “su sucesor”, en su clara intención de recuperar el “poder real” del Estado, poniendo a Duque Márquez como su presidente.

Ahora miremos el caso de la elección de Vargas Lleras. Con el nombramiento de Pinzón, el ex ministro de Santos manda un mensaje de solidaridad, admiración y respeto al mundo castrense, en particular al sector de las fuerzas armadas que no acompañaron el proceso de paz de La Habana, y mucho menos apoyan hoy la mesa de negociación de Quito (Ecuador).

Vargas Lleras y Pinzón confluyen en una sola idea: reversar, hasta donde sea posible, el proceso de implementación del Acuerdo Final (II). A pesar del “blindaje” de la Corte Constitucional, con las curules alcanzadas en la Cámara de Representantes, esta pareja de ex funcionarios del gobierno de Santos buscará torpedear el ya difícil proceso de implementación de lo que acordaron el Estado Colombiano y la entonces guerrilla de las Farc.

No podemos olvidar las cercanías ideológicas, familiares y las simpatías que tanto Vargas Lleras y Juan Carlos Pinzón tienen y exhiben hacia las fuerzas militares, en particular hacia el Ejército. De hecho, Germán Vargas es oficial de la Reserva[3] y Pinzón es hijo y nieto de militares. Estas circunstancias cobran relevancia ante el crecimiento militar del ELN y la presencia de las disidencias de las antiguas Farc.

Esta situación muy seguramente servirá para que los dos exfuncionarios de Juan Manuel Santos Calderón brinden todo el apoyo político y económico a ese sector castrense que “extraña” la guerra y, sobre todo, busca extender la doctrina de seguridad nacional y con esta, justificar la persecución a ciudadanos de izquierda y miembros de movimientos sociales con vocación de poder, vistos dentro de lo que se conoce como “extensiones objetivas del enemigo interno”.

Pinzón y Vargas Lleras saben que en la gran familia castrense hay una fuerza electoral importante, a la que estarían dispuestos a cautivar, enviando mensajes de solidaridad y de recuperación de la dignidad “mancillada” por Santos al negociar el fin del conflicto con las ya desaparecidas Farc-EP.

Ahora revisemos el caso de quien será la fórmula vicepresidencial de Iván Duque, la conservadora Martha Lucía Ramírez. Obligado por la votación alcanzada por su contendora en la consulta del 11 de marzo, Ramírez es la ficha de Pastrana y única opción que tiene el ex presidente conservador de mantener algo de liderazgo, al hacer parte del Gobierno del joven, ingenuo e inexperto, Iván Duque Márquez.

La ex candidata presidencial y ex ministra de Defensa de Álvaro Uribe Vélez, recoge las aspiraciones de aquellos políticos que, como Andrés Pastrana, hacen ingentes esfuerzos por mantener la vigencia de un Partido Conservador que, a pesar de su condición insepulta, respira por las cuotas burocráticas que logra arañar en cada campaña electoral.

Las campañas de Vargas Lleras-Pinzón y Duque-Ramírez, coinciden en la idea de frenar el proceso de implementación del acuerdo de paz. Recientemente, el joven Duque señaló que modificará cuantas veces sea necesario lo acordado en La Habana.

En lo que respecta a Claudia López Hernández, fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo, hay que decir que el ex gobernador de Antioquia ganó una aguerrida política, a quien el país le reconoce el haber confrontado a Uribe Vélez por sus vínculos con el paramilitarismo. Eso sí, el carácter fuerte de la ex senadora de la Alianza Verde contrasta con la tibia personalidad de Fajardo, a quien una parte del país le reclama que no ofrece posturas claras y definidas en torno a temas y asuntos que exigen, justamente, la toma de partido y obligan a rechazar actitudes ambivalentes.

Recientemente, López Hernández anda muy activa en las redes sociales atacando las ideas de Gustavo Petro y sus afinidades[4] con eso que se conoce como el “socialismo del siglo XXI”, en particular en torno a posibles viejas simpatías con Hugo Rafael Chávez Frías[5] y Nicolás Maduro Moros[6].

Y termino con la elección de Clara López como acompañante de Humberto de la Calle Lombana, en su aspiración por llegar a la Casa de Nariño. Se trata de una invitación de claro “cálculo político” por parte del candidato presidencial del fragmentado Partido Liberal, en cabeza del errático César Gaviria Trujillo.

Llamar a la ex alcaldesa de Bogotá tuvo la intención de buscar el apoyo del viejo establecimiento capitalino. En ese sentido, López Obregón es poco lo que le puede aportar a De la Calle en su aspiración. Mientras que hoy las vice presidenciables de Fajardo y Petro se enfrentan en las redes sociales, el silencio, casi sepulcral de la elegida por el ex jefe negociador del Gobierno en La Habana, le resta protagonismo a una campaña que poco a poco pierde fuerza y presencia mediática.

Importante destacar la presencia de cuatro mujeres como fórmulas vicepresidenciales, hecho que no puede verse y entenderse como un cambio en las lógicas del poder masculino. Por el contrario, es evidente que, en todas las campañas, las decisiones adoptadas obedecen a acciones propias de un claro “cálculo político”, con el que se busca, entre otros asuntos, ocultar las prácticas de dominación, exclusión y la misoginia, en el marco de una sociedad goda y machista que violenta de disímiles formas a la Mujer.

 

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[1] Véase: http://viva.org.co/cajavirtual/svc0536/pdfs/Articulo109_536.pdf

[2] Véase: http://caracol.com.co/emisora/2018/03/12/manizales/1520812736_435344.html

[3] Véase: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13203475

[4] Véase: http://www.semana.com/confidenciales-semanacom/articulo/la-foto-que-gustavo-petro-conserva-de-claudia-lopez/560528

[5] Véase: http://laotratribuna1.blogspot.com.co/2013/03/se-murio-chavez.html

[6] Véase: https://laorejaroja.com/maduro-un-civil-fofo/

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Germán Ayala Osorio
Docente Universitario. Comunicador Social y Politólogo. Doctor en Regiones Sostenibles de la Universidad Autónoma de Occidente.