El mensaje del voto en blanco de Andrés Hoyos

En su columna de opinión más reciente, Andrés Hoyos, director de una de las mejores revistas del mundo El Malpensante, promueve el voto en blanco para no “escoger entre el cianuro y la estricnina” sin aclarar cuál es cuál y argumenta que una de las evidencias de lo positivo de la propuesta es la gran cantidad de comentarios en contra que ha recibido en su cuenta de Twitter después de la propuesta.

En realidad no aclara cuál sería el efecto político “considerable y creciente” más allá de “el objeto del voto en blanco es simbólico” supone que obligaría al ganador a ser moderado en su ejercicio de gobierno. Falso, ninguna victoria del voto en blanco por aplastante que sea obliga al gobernante a nada, lean bien NO OBLIGA A NADA. Votar en blanco, abstenerse o anular el voto solamente ayuda al Centro Democrático a poner a su candidato a través de la maquinaria clientelista que ya ha puesto en marcha.

Una nueva fuerza política

El señor Hoyos, posteriormente nos advierte: “no es votar en blanco y esperar a que llueva maná del cielo”. Les tengo más información relevante: en ningún caso es responsable ni productivo votar y sentarse a esperar nada, no cuando le convence la candidatura que vota y menos cuando no le convence. En cualquier caso hay que hacer control ciudadano.

Para seguir una agenda reformista no es necesario votar en blanco, es necesario organizarse y proponer; como bien apunta, la fuerza política para ello ya está presente, pero no será eficaz en un gobierno donde la división de poderes se hace borrosa y queda concentrada en el mismo partido, por no decir en la misma persona.

Voy a repetir esto que es importante: un gobierno de Iván Duque lesionará la democracia ya maltrecha de Colombia y la única manera de evitarlo es votando por Gustavo Petro. Una segunda oposición, grupos de control políticos y ciudadanos son posibles en un gobierno con contrapeso en el Congreso y, para eso, no es requisito votar en blanco.