Se cumplen 207 años de independencia, una fecha en la que el patriotismo sale a flote, se escucha el himno nacional en cada rincón, muchos colombianos sacan sus banderas tricolores, celebran y hoy más que nunca se sienten orgullosos de haber nacido en este lugar.
Es una fecha en la que recordamos a ese grupo de visionarios, comandados por Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y Antonio Nariño, que se empoderaron y dieron su vida por la independencia de nuestro país. Pero ¿Qué tan cierto es que hoy somos un país libre?
Desafortunadamente continuamos doblegados a naciones poderosas económicamente, los derechos humanos siguen pisoteados, las familias de siempre disponen de nuestros recursos, los administran y se reparten el poder. ¿Nos liberamos?, pero ¿qué tan libres somos si no nos podemos mover?, somos un país con libertad condicional y que calla ante las injusticias.
En la patria del sagrado corazón es casi una obligación “sentirse orgulloso”, nos han vendido la idea que somos la Nación más feliz del mundo, la de las fiestas, el fútbol y las reinas. La realidad es que somos mucho más que eso.
El nacionalismo que abunda por estos tiempos ha generado un conformismo peligroso, en donde el individuo se siente con la obligación de actuar con lealtad suprema al Estado, una devoción alimentada por las fiestas nacionales. La novelista Herta Müller asegura que “El nacionalismo no es un sentimiento, sino una ideología que abandona la racionalidad” y es exitoso por eso, porque apela a las emociones más que a la intelectualidad. Tiene el poder de llegar al corazón y tocar pasiones.
Es importante tomar conciencia. Si vamos a celebrar libertad, entonces exijamos libertad. Para mí esta fecha más que de festividad es la oportunidad de reconstruirnos como sociedad, replantearnos para luego sí encontrar el rumbo.
Seremos realmente libres cuando existan más voces críticas que reaccionen frente a los atropellos predominantes en nuestro país, esos que se ven reflejados en una educación costosa y elitista, un sistema de salud precario y unas condiciones laborales inhumanas.
Es hora de dejar a un lado nuestra posición cómoda y empezar a formarnos como seres que exigen, que votan a conciencia, que salen a la calle a marchar por los derechos, pero sobretodo que no se le arrodillan a los políticos. Creo firmemente que a partir de hoy, Colombia no puede ser la misma que ha sido durante estos 206 años.
Los pueblos latinoamericanos han logrado únicamente su independencia, aún les falta alcanzar su verdadera libertad.
Excelente. Por fin alguien valioso en este portal.Si se puede.
Gracias por leerme. Bienvenido a este cruce de caminos.
Excelente escrito, hay esperanza al ver que todavía queda alguien con la
razón por encima de la emoción!! Libertarios NO Liberales
Tienes mucha razón, este es un país donde hay muchas personas muy individualistas y con poca conciencia social pero son patriotas, el colombiano desde sus cimientos es una contradicción constante, la falta de racionalidad es preocupante.