Muchas son las especulaciones que giran en este momento en torno al proceso de paz entre el Gobierno Nacional y el ELN, pues tras haber transcurrido 7 meses de negociaciones aún no se ponen en marcha los 3 preacuerdos logrados —desminado humanitario, audiencias para la participación de la sociedad civil y la creación de una comisión para la comunicación y la pedagogía de paz—. El punto más importante, que según la delegación del ELN ocupa el 60% de la agenda, sobre la participación de la sociedad, aún se encuentra por construir.
Según la delegación del ELN, el Gobierno no da paso al cese al fuego hasta que se detengan las acciones de guerra por parte de esta guerrilla, mientras que los insurgentes hablan de alivios humanitarios para la guerra, como tomar medidas verdaderamente efectivas frente al asesinato sistemático de líderes sociales; sin embargo, el Jefe negociador Pablo Beltrán, manifestó que son optimistas al respecto, que están trabajando para que el cese bilateral sea una realidad, pero también analizarían, “dado que no se concrete el mismo, realizar un cese unilateral como muestra de confianza para la ciudadanía”.
Frente a esto es importante manifestar que el ELN puso cinco condiciones para el cese al fuego, entre las cuales se encuentra la desarticulación del paramilitarismo.
También manifestó que “si bien tienen total disposición a la negociación, esta no puede ser express por el afán de la llegada del Papa; no se van a dejar imponer nada y no van a dar oro a cambio de arena”, pues ‘la arrogancia’ del Gobierno de Juan Manuel Santos, Nobel de Paz, les es clara ante la evasión de responsabilidad e incluso de la existencia de un asesinato sistemático de líderes sociales, así como de “acolitar el fortalecimiento del paramilitarismo al que poca lucha frontal se le está haciendo”. Estos hechos preocupan a los guerrilleros que transitan hacia una política sin armas, en medio de la polarización y desinformación que atraviesa el país.
Con respecto al tema de participación de la ciudadanía en el proceso, lo que quieren no es que las organizaciones sociales los visiten en Quito, Ecuador, donde hoy se desarrollan los diálogos, sino que este mecanismo que está por definir “se ejecute en Colombia con participación real y no como suelen hacer los gobiernos, que reúnen personas para la foto pero no las tienen en cuenta a la hora de tomar decisiones”.
El II Encuentro de la Federación Internacional de Prensa de los Pueblos, FIPU, realizado en Quito, Ecuador, también se prestó para que la delegación manifestara que el ELN es respetuoso de los medios y periodistas del país y que no es cierto que tengan algunos de estos amenazados, lo que han hecho es un llamado a que se informe la verdad y no con base a especulaciones.
Esto contradice las declaraciones del diario El País de Cali que señala a dos miembros de dicha guerrilla de amenazar con arma de fuego a dos de sus periodistas el 8 de marzo del presente año, en El Tambo, Cauca.
La delegación también mostró su preocupación frente a la oposición que se ejerce en este momento en el país, pues “tal parece que quien más patee la paz es quien más sube en las encuestas” y fueron enfáticos en que lo único que garantizará la no repetición de la guerra es la verdad de los actores de la misma, en especial los actores intelectuales.
“Hay que dar la cara si se quiere pasar la página. El régimen no quiere verdad, porque no quiere cambio”, sostiene el comandante de la organización guerrillera, quien continuó diciendo que “las élites llevan décadas conservatizando al país” y que por ello la paz será siempre un proceso en continua construcción, con un sueño llamado política sin violencia.
El proceso avanza lentamente y hay atranques de lado y lado, pero la delegación deja claro que no se dejarán presionar para hacerla a las carreras, ya sea porque venga el Papa o por futuras presiones políticas y/o mediáticas.