Columnista: Daniel Alexander Montoya Castrillón
Durante el Gobierno del expresidente Andrés Pastrana, se orquestó la creación de un nuevo cuerpo policial, cuya finalidad era “apoyar a los Departamentos y Policías Metropolitanas en el manejo y control de multitudes y espectáculos públicos”. En efecto, se trataba del primer Escuadrón Móvil Antidisturbios que se hizo efectivo mediante la directiva transitoria #0205 del 24 de febrero de 1999.
Luego, mediante resolución #0163 del 14 de abril de 1999, el general Rosso José Serrano, entonces director de la Policía Nacional, oficializó el Escuadrón Móvil Antidisturbios. Más tarde, en el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, se admitió la resolución #02467 en la cual se crea el distintivo del curso del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional.
Ahora bien, en la actualidad el Esmad cuenta con un presupuesto de 490.000 millones al año; asimismo cuenta con la presencia de 24 pelotones en el país que, difícilmente, podríamos llamar antidisturbios. De esos pelotones, 3 operan en Bogotá, compuestos por 565 efectivos; le sigue Popayán con 189 agentes del Esmad; luego se sitúa Cúcuta con 188; corrido por Medellín con 139 gendarmes y, finalmente, Valledupar con 136.
También es de suma importancia señalar que el Esmad en los últimos años ha presentado un incremento exponencial en cuanto al número de integrantes, llegando a la cifra de 3.876 efectivos, de los cuales 106 son mujeres y 3370 hombres. Este grupo también cuenta con 108 tanquetas: 48 de tipo lanza agua y 60 para el transporte de personal.
De igual forma, también cuenta con indumentaria de buen costo: un protector corporal antimotín le vale a la nación 1,7 millones de pesos; un escudo antimotín le vale al Estado 245.000 pesos; un casco antimotín le vale a los colombianos 380.000 pesos; y una camiseta balística nivel IIIA de protección, está avaluada en 1,3 millones de pesos.
Por otra parte, en lo corrido del 2019, según la ONG Defender la libertad, a lo largo de los diez primeros días de paro, se presentaron 914 detenciones por parte del Esmad, de las cuales 835 ocurrieron en Bogotá, 26 en Popayán y 25 en Barranquilla. El 5.6 %, es decir, 47 personas, han sido judicializadas y el 94.3 % han sido llevadas por procedimiento policivo. En tal sentido, el informe también reza:
“(…) sin embargo, en un alto porcentaje fue decretado ilegal el procedimiento de captura, tanto por no existir los elementos que la justificaran, como por las agresiones físicas que recibieron durante su desarrollo”.
Aunque todo no para ahí, se escudriñan más de 300 jóvenes heridos por armas de fuego utilizadas por miembros de la Policía Nacional, en especial el Esmad, y a esto se le suma el homicidio del marchante Dilan Cruz, perpetrado por un capitán del Esmad.
Es evidente que el Escuadrón Móvil Antidisturbios no apacigua en absoluto las manifestaciones, muy al contrario, aviva los desórdenes. Cabe señalar, además, que el Escuadrón Móvil Antidisturbios no obedece a la misión que se le confió:
“(…) el mantenimiento de la convivencia como condición necesaria, para el ejercicio de los derechos y libertades públicas y para asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz fundamentada en el código de ética policial”.
El gobierno deberá contemplar, por un lado, la reestructuración del Esmad, o por otro lado, su abolición, de lo contrario seguiremos con el arsenal.
Foto cortesía de: El Espectador
Para que destruyan al pueblo cuando exigen sus derechos. Que se desmonte este escuadrón de asesinos.
Una vez conocidas las cifras, que esperamos no sean de opinión sino de una buena fuente, nos quedan 108 razones para preparar más nuestra primera Línea. Saludos Daniel.