Educación para la muerte

Opina - Política

2017-07-29

Educación para la muerte

Este es un tema un poco vetado o mal visto, las connotaciones que se le dan a este constructo siempre van ligados a una percepción negativa y muchas veces dadas a malentendidos puesto que el ser humano, en especial en la sociedad occidental, no ha acogido la muerte como parte de la vida; en torno a esta se crea un capullo, una barrera que simplemente no se traspasa para no caer en las garras de las ideas fatalistas como muchas veces nos dicen cuando se habla de eso (muerte).

En consecuencia, es un tema que es difícil de abordar en la familia, con los amigos y hasta en las instituciones educativas, ya que la ponemos en una urna de cristal, la adornamos con ángeles y demonios, la enterramos y la embellecemos con flores de distintos olores. Hemos crecido con la imagen constante del sufrimiento al ver imágenes del mismo hombre con clavos en pies y manos, generando que al hablar del tema las personas se incomoden, tengan un cosquilleo constante en la nuca y vacíos en el estómago que pueden conducir a discusiones y percepciones negativas, ya que lo desconocido genera miedo y prejuicios.

Pero no todo es malo en torno a esto, la literatura, la música, la filosofía nos ha mostrado el otro lado, la muerte como creación, transformación, entendimiento, expandiendo un poco el panorama para no seguir el mismo camino del miedo y tranquilizarnos con la frase “no hay nadie que pueda probarnos que la muerte es mala”.

Entonces se crean dos posiciones contradictorias: una de rechazo, de negación, generando distorsiones en torno a ésta; y una más profunda de orden más filosófico integrador y educativo que promete enseñarnos la manera de cambiarle la percepción y verla por el lado más amable.

Hay una frase de Chuang Tzu que dice: “La gran masa me ha cargado con la carga de mi cuerpo, me ha agobiado con esta vida, me jubila con la vejez y me extingue con la muerte”. Es una frase que designa el transcurso común de las personas durante su vida y de cómo la sociedad y la cultura nos enseña que durante toda la existencia se está librando una batalla contra la muerte cuando no debe ser así, por eso sufrimos más de lo normal.

Desde pequeños nunca se habla con los hijos de la muerte como de educación sexual y las drogas porque son temas que quedan fuera de la canasta familiar. Un niño que observa que hay todo un protocolo de llanto, pésames, caras tristes y de silencio absoluto, crea un imaginario de algo malo, y empiezan las preguntas sin respuestas y se crece con el miedo a morir o que se muera alguna persona cercana; entonces negamos con la cabeza y decidimos focalizar la atención en arcoíris y escenarios tranquilos para pasar la página y cuando llegue el día no estemos preparados y adaptemos lo que vimos de nuestros referentes adultos.

Los medios de comunicación nos aumentan el terror y la ansiedad por saber que la muerte nos ronda y la lotería se la puede llevar cualquiera. Casos como desastres naturales, atropellados, atracados y asesinados, enfermedades y otras mil maneras de morir constantemente están rodeando y acaparando la atención, pero solamente nos llenan más y más de miedos y vuelve la burra al trigo, el circulo vicioso de ave marías y bendiciones debido a un desarrollo inadecuado de la percepción de la muerte que nos lleva a esto.

Tener conciencia de la muerte es clave para tener orientación en la vida. La enseñanza desde la casa haciendo un empalme con las instituciones educativas mostrando interés en este tema, puede ayudar para vivir de mejor manera, aprovecharla más y quitarnos un poco la idea de sufrimiento que nos han inculcado ya que al momento que esta se asome sea un poco más llevadero para los que quedan porque hay muchas personas que no logran superar un duelo y cargan con ese peso toda su existencia.

Creo que falta mucho para que se eduque para la muerte y que se pueda trabajar como tema fundamental en las casas y aulas, pero al menos empezando a verla como parte fundamental de la vida podemos vivir mejor y reflexionar en torno a esta.

Hay una frase de la canción The Great Gig In The Sky, de Pink Floyd, que muestra un poco acerca de la percepción y entendimiento de la muerte. Una de las voces del inicio de la canción dice “Y no tengo miedo de morir, cualquier momento está bien, no me importa. ¿Por qué debería tener miedo de morir? no hay razón para ello, tienes que irte en algún momento».  El arte como medio de reconocimiento.

Ricardo Rodriguez
Psicólogo. Haciendo critica social como proceso de catarsis