¿Dónde está el nuevo hospital del Bajo Cauca?

Construcción tardía de hospitales, la otra cara de Colombia que muchos desconocían hasta que la OMS emitió la alarma para catalogar a la COVID-19 como una pandemia.

Infórmate - Salud

2020-04-01

¿Dónde está el nuevo hospital del Bajo Cauca?

Columnista: 

Alonso Rodríguez Pachón 

 

El mundo tuvo que entrar en crisis sanitaria para que dejara al desnudo un mercado que juega con los muertos, los enfermos y los más necesitados, pues estamos más cerca de un negocio de servicios funerarios, que de un verdadero y genuino sistema que brinde acceso a nuestra salud y proteja nuestras vidas. Tenía que llegar un acontecimiento que evidenciara toda la corrupción y sevicia de los gobernantes que desfilaron en sus cargos cada cuatro años, vendiendo la idea de que eran eficientes y de que teníamos el mejor sistema de salud. Y este es exactamente el ejemplo del Bajo Cauca, pues para este caso sus mandatarios se escondieron detrás del popular eslogan de la «pujanza paisa”.

Lo que no lograron en el Bajo Cauca en más de 12 años, China lo logró en tan solo 10 días.

No es la primera, la segunda, ni la tercera, mucho menos la cuarta vez que a los pobladores del Bajo Cauca antioqueño les han prometido la puesta en marcha del nuevo Hospital Regional del Bajo Cauca, como comúnmente se le conoce. Pasaron cinco periodos presidenciales (dos de Álvaro Uribe, dos de Juan Manuel Santos y uno de Iván Duque) y tres presidentes de la República, cuatro gobernadores, más de cuatro alcaldes locales y, por lo menos, dos gerentes, y el nuevo hospital  ubicado en el municipio de Caucasia hasta ahora entró en funcionamiento, pero sin el prometido tercer nivel de complejidad, en plena crisis sanitaria, a pesar de que aseguraron que empezaría su funcionamiento este 30 de marzo. Aun así, le siguen debiendo a esa región del país una de sus más importantes obras.

Este complejo hospitalario comprendería la nueva sede administrada por el Hospital César Uribe Piedrahita. Es una edificación con un área construida de 16 488 m2, con servicios de segundo y tercer nivel de atención y alta complejidad, que cuenta con capacidad instalada para prestar los servicios de promoción, prevención, cirugía, consulta externa, imagenología, un laboratorio de mediana complejidad, banco de sangre, urgencias, cuatro áreas para enfermedades respiratorias agudas, hospitalización, UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y UCE (Unidad de Cuidados Especiales), cobijando a toda la población, no solo del Bajo Cauca antioqueño, sino además a población usuaria de las regiones de Córdoba, Urabá y Magdalena Medio.

Es un inmenso proyecto con recursos de la nación y del departamento de Antioquia que comprende una inversión cercana a los 100 mil millones de pesos y que, lamentablemente, en la actualidad abre sus puertas lentamente, sin todos los servicios prometidos para atender la insostenible e inaplazable hecatombe en salud, producida en gran parte por la pandemia de COVID-19 y, por otra parte, por la demagogia, avaricia y desidia de los políticos y corruptos regionales y nacionales, así como de las peligrosas mafias que rodean a la red hospitalaria en esa región.

No en vano, la última vez que les fue asegurado a los habitantes de Caucasia la habilitación de los servicios de ese hospital tuvo lugar el pasado 13 y 15 de agosto, cuando el gobernador Luis Pérez Gutiérrez y el presidente Iván Duque, en compañía de los medios de comunicación nacionales, anunciaban con toda pomposidad: “Inauguran hospital de Caucasia, pero aún no estará en funcionamiento”. Anuncio que vino reforzado por un supuesto aporte de 8400 millones de pesos por parte del Gobierno actual, direccionados para la compra de mobiliario médico de la institución; dotación que, hasta el día de hoy, el hospital parece no haber recibido, según lo expresado por la Secretaría de Planeación y Obras Públicas del municipio de Caucasia.

Los recursos vienen siendo anunciados por parte del Ministerio de Salud por lo menos desde el año 2018, según la oficina de comunicaciones de la Gobernación de Antioquia [ver 1 y 2], mientras la Secretaría del municipio reconoce que hasta este semestre se haría la dotación, de acuerdo a un documento emitido el pasado 18 de marzo de este año.

Actualmente el hospital estaría contando con una dotación de 188 camas hospitalarias distribuidas en: 10 camas cunas eléctricas tipo corral para servicios de pediatría, 89 camas eléctricas para prestar servicios de hospitalización pediátrica, obstétrica y de adultos, 59 camillas rodantes para los servicios de cirugía y hospitalización obstétrica y de urgencias, y 30 camillas fijas tipo diván para servicios de consulta externa general y especializada, de acuerdo a la descripción técnica exigida por el contratante, el Hospital César Uribe Piedrahita. Adicionalmente, contaría con 11 sillas de ruedas para todos los servicios, 6 cunas para pediatría, 65 atriles para cirugía y  hospitalización pediátrica, obstétrica y de adultos, entre otros elementos indispensables para las labores médicas.

Suministros médicos que fueron adquiridos mediante contrato No. SUM-188-2019, celebrado el pasado 3 de septiembre de 2019 entre el Hospital César Uribe Piedrahita E.S.E. y la sociedad Industrias Metálicas los Pinos S.A., por una suma equivalente a $1 661 660 477 de pesos.

El estado actual del contrato es de celebración, que debía vencer el pasado 2 de diciembre de 2019. Sin embargo, a la fecha de envío de este artículo no se tiene conocimiento de su etapa de liquidación, cuyo origen de los recursos es el Presupuesto General de la Nación, teniendo en cuenta que fueron administrados no por el municipio de Caucasia, sino directamente por la institución hospitalaria.

Lo más preocupante de todo este capítulo de crisis, en la que Colombia viene arrastrando años atrás el lastre de su pésimo sistema y, de la que el Bajo Cauca no es la excepción, no solo es la rapidez con la que se expande el virus, sino la agilidad de recepción y atención de los enfermos, que seguirán llegando al sistema sin parar, mientras sus víctimas miran sollozantes una red hospitalaria incompleta y que tiene toda la capacidad para salvar vidas.

Frente a toda esta crónica, quizás anunciada y de la que posiblemente hubiésemos estado más preparados, solo quedan gravitando importantes preguntas.

¿La dotación actual será suficiente para atender la pandemia de COVID- 19 en esa región? ¿Por qué después de más de 12 años el hospital hasta ahora abre sus puertas a las necesidades de salud de las personas de esa subregión de Antioquia? ¿Por qué aun después de finalizar el plazo para la ejecución del contrato todavía no se tienen noticias de su liquidación? ¿Dónde está el nuevo Hospital Regional del Bajo Cauca?

Amanecerá y veremos.

 

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Alonso Rodríguez Pachón
Estudiante de Derecho. Educa, forma, escribe, lee, se equivoca, sobre todo critica y reflexiona, y en lo posible construye. La política: una actitud como "norma de conducta universal".