¿Dogmas o caprichos de la religión hacia la ‘fe’?

Jesús no está a la diestra de Dios allá en el cielo: Jesús es tu vecino, la señora que está al frente de tu casa enferma, las personas que se conmueven con los infortunios de otros humanos que comparten este planeta. Jesús es toda la especie humana.

Opina - Sociedad

2019-04-15

¿Dogmas o caprichos de la religión hacia la ‘fe’?

No estoy tan convencida de que, en eso que muchos llaman ‘’cielo’’, exista un hombre que nos observa y que todo lo sabe. Si realmente creyera que eso es cierto, sería como si deseara ridiculizar la fe de la humanidad.

Según mi criterio y de acuerdo a lo vivido hasta el momento, y a las revelaciones que la vida me ha hecho sentir en carne propia, pienso que la fe es muy clara y que la humanidad, está ciega, (aunque no todos, claro está); pero, sí están ciegos aquellos que en algún momento han pasado o que están en el umbral de dar el paso para llegar a ser fanáticos de una religión en cualquiera de sus manifestaciones. Estos grupos religiosos solo hacen ver a la fe de una manera poética, lírica e infantil, hasta llegar al punto de hacer sentir culpable al humano por todo lo que le sucede, ya sea bueno o malo.

La fe no es nada de eso, ni mucho menos frases de sofismas de distracción para mantener el control del hombre que se arropa con la sombra de las iglesias y su llamada fe.

El problema de la fe no es la existencia de Dios, sino la fe en el otro, el amor por el otro, la entrega que eres capaz de hacer para que el otro mejore sus condiciones.

Jesús no está a la diestra de Dios allá en el cielo, Jesús es tu vecino, la señora que está al frente de tu casa enferma, las personas que se conmueven con los infortunios de otros humanos que comparten este planeta. Jesús es toda la especie humana.

La pregunta del millón es si todos los que se hacen llamar seguidores de cristo tienen la suficiente fe para luchar contra las situaciones e infortunios de su comunidad como por no decir de la especia humana y sus acompañantes, como lo es la fauna y flora que es una responsabilidad nuestra por ser parte de nuestro desarrollo humano.

Este tipo de fe podría convertirse en el arma más mortífera de las religiones, y todos seriamos unos guerreros de fe pernotando en un paraíso terrenal donde no habría cavidad para el ateísmo en ninguna de sus formas alérgicas, hacia lo que hoy se le llama fe.

Pero, si ponen a Dios allá en el cielo entonces es fácil ser malo y cruel acá abajo en la tierra, es lo que le pasa a muchos feligreses católicos que se dan golpes de pecho, rezan. Así como algunos van a misa todos los domingos para después dar algo de sí mismos ayudando a los demás, así es como otros se cierran a la banda y no solo no lo hacen, sino que son capaces de explotar y segregar a los otros.

Parece que estos grupos califican a Jesús como su empleada de servicio doméstico, su portero, el obrero que les arregla sus apartamentos y casas. Entonces, bajar la fe religiosa y encarnarlo sería un proceso muy complejo, ya que nos comprometeríamos con nuestros semejantes, nos exigiríamos una ética real y social, nos cuestionaríamos nuestros privilegios y egoísmos. YO, YO y YO.

Pregunto, de qué sirve la clase social, la buena educación, y todo lo que hemos leído sino se hace nada por los menos afortunados. Para qué ser inteligente, si esa inteligencia no es capaz de enfrentarse a la injusticia y a las estructuras que detentan el poder de manera inmoral.

De qué sirve tanta cultura si nadie es capaz de echarle una mano al otro… Y ahí es cuando tu fe en Jesús te cuestiona, todo lo que hagas es inútil sino eres capaz de amar al otro.

Por lo tanto, la vida es algo más que acumular riquezas; sin embargo, la humanidad le ha dado mucho margen al materialismo. Lo único que se debe amontonar y hacer crecer es el amor por sí mismos y a la humanidad; si te enfocas en el crecimiento espiritual se puede llegar a tener el tesoro más añorado por todo ser vivo, la paz en todas sus manifestaciones y planos de existencia. Por esta razón, el mejor legado que le puedes dejar a la sociedad cuando partas de ella, es el amor hacia ésta.

En síntesis, en esta vida se debe aprender a adorar las pequeñas cosas que se vuelven indispensables, como un buen chocolate caliente con queso que reconforta un día difícil. Vivir sin un ápice de emoción, es vivir sin sentido. Ten muy en claro que si pones a prueba mi determinación en este asunto, te encontrarás ante un resultado con consecuencias mucho más allá de tu comprensión, y ya no contarás los días, ni los meses, ni los años, ahora vas a contar los milenios en un lugar del que no hay salida.

 

Foto cortesía de: Pixabay

 

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Wendy López
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