Desprestigiar a la Corte y alabar a Uribe: así trabaja la firma lobista en EE. UU.

Ahora, a las «jugaditas» de DCI Group se suman las mentiras del uribismo, esta vez en inglés, buscando «limpiar» el nombre de uno de los políticos con más investigaciones en Colombia.

Infórmate - Internacionales

2020-09-03

Desprestigiar a la Corte y alabar a Uribe: así trabaja la firma lobista en EE. UU.

Columnista:

Álvarez Cristian

 

Como lo revelaron Noticias Uno y El Tiempo, Tomas y Jerónimo Uribe Moreno, «polémicos empresarios» e hijos del detenido Álvaro Uribe contrataron una empresa de cabildeo o lobby en Estados Unidos para presionar a favor de su padre en el caso que lo tiene detenido.

Los hijos del político antioqueño pagaron una suma de 40 000 dólares mensuales a DCI Group para lanzar una campaña sucia en contra de la Corte Suprema de Justicia y del senador Iván Cepeda, a la vez que esta mostraría a su progenitor como el salvador de una sufrida nación suramericana que estaba condenada al fracaso sin la intervención del «mesías» salgareño.

 

La empresa

Fundada en 1996, DCI Group es una firma consultora independiente de asuntos públicos que opera en Washington, Houston y Bruselas. Es una empresa especializada en relaciones públicas, gestión de crisis, participación de las bases y «promoción digital».

Sus principales áreas de acción son el trabajo de coalición, las relaciones con los medios, los servicios digitales y el trabajo de campo para respaldar campañas de políticas públicas.

«Nuestra firma es ampliamente reconocida como la red política más profunda y sofisticada en la industria de asuntos públicos» señala su sitio web. Su principal influencia recae en asuntos regulatorios y legislativos a nivel de gobierno local, estatal, federal e internacional.

«Nuestros clientes consisten en corporaciones, asociaciones comerciales, coaliciones y organizaciones sin fines de lucro», dice DCI. De este punto hablaremos más tarde.

Como lo admite la misma compañía, si bien la mayoría de los empleados han tenido relación con partidos políticos estadounidenses, supuestamente la empresa no trabaja para candidatos o comités de partidos, aunque sí administra campañas de medidas electorales.

 

Todo a la medida

Uno de los servicios ofrecidos por la empresa —y que posiblemente sea el solicitado por la familia Uribe— es el de «Investigación original que ayuda a informar y enmarcar su problema — y su oposición – correctamente».

«Usted tiene una historia que contar, y nuestro trabajo es ayudar a garantizar que la historia se cuente en sus términos y a las personas adecuadas para lograr el máximo impacto», se menciona en la página web de DCI. Dentro de este servicio se ofrece un paquete que incluye:

Análisis de investigación, Investigación de opinión, Desarrollo de mensajes, (ojo a este) Investigación de la oposición, Comunicaciones de litigio, Participación de periodistas y consejos editoriales (perfecto para María Isabel Rueda y la señora de Gnecco), Capacitación de portavoces, Construcción de coaliciones, Reclutamiento y movilización de aliados, Estrategia de movilización local y la Identificación y alcance de “influencers”.

«Las personas a menudo nos contratan porque están a la defensiva. Ayudamos a nuestros clientes a pasar a la ofensiva al encontrar formas mejores y más creativas de ayudar a defender su caso», dijo Justin Peterson, miembro gerente de DCI y que en el comunicado publicado por Noticias Uno habla a favor del «presidente eterno».

 

Curiosos vínculos laborales

El campo de acción de DCI Group incluye desde trabajar con ONG que buscan atender problemáticas mundiales hasta grandes industrias culpables de esas mismas problemáticas.

Llama bastante la atención que DCI Group LLC tuvo sus mejores épocas de asesoría entre 2002 y 2008 —casualmente el periodo presidencial del republicano George Walter Bush— en el que los gremios de la energía y el petróleo (muy afines a este político) solicitaron ampliamente sus servicios, tal como lo revela el portal Opensecrets.

“DCI Group ha recibido más de 3 230 000 dólares por cabildeo en la industria del petróleo y el gas, de los cuales 3 090 000 provienen de ExxonMobil. También han recibido $ 745 000 de la industria farmacéutica y han trabajado con los principales fabricantes de armas y defensa como Lockheed Martin que les ha aportado 620 00 dólares”, señala Desmogblog.

Para 2019, en su departamento de asuntos foráneos, DCI Group tenía como clientes a Better World Fund, Phillip Morris Internacional (tabaco), Starbucks Corp, BP (petróleo), algunas ONG y PDVSA de Venezuela.

En toda su historia, del cabildeo que ha hecho en 36 renglones económicos para favorecer a varios de sus clientes, DCI Group ha amasado ingresos por $30 956 000 dólares, según Desmogblog.

¿Quién es Justin Peterson?

En el primer comunicado de DCI Group donde acepta el trabajo encargado por los hermanos Uribe Moreno, el señor Justin Peterson aparece —como portavoz de DCI— hablando a favor del presidiario con el número 1087985.

Según la misma página de DCI, Peterson es un cabildero con más de 20 años de experiencia. Es socio gerente y supervisor de comunicaciones de DCI y de los asuntos internacionales de la compañía.

Peterson se ha desempeñado como asesor de comités de acreedores en disputas de alto perfil que involucran a General Motors, Puerto Rico y Argentina.

El cabildero también lidera el polémico grupo de energía de DCI Group en los que se asesora a la industria del petróleo y gas natural y que también coordina campañas para «hacer retroceder las regulaciones dañinas, expandir el desarrollo del petróleo y el gas natural y defender la reputación de las empresas de energía atacadas por grupos activistas».

Antes de involucrarse en DCI, Peterson hizo parte de la campaña presidencial de la secretaria Elizabeth Dole (republicana), y luego trabajó en la campaña del presidente George Walter Bush, que consideraba a Uribe Vélez su aliado más importante en el sur.

 

Las «jugaditas» de DCI Group

Para sus detractores, pese a que DCI Group busca dar un cariz de empresa libre de influencia política y comercial, sus acciones —generalmente afines con clientes que comulgan con el Partido Republicano— hacen pensar todo lo contrario.

Por ejemplo, una investigación de 2018 hecha por el medio económico Bloomberg señaló que James Glassman — exsubsecretario republicano de Diplomacia y Asuntos Públicos— y el grupo DCI trabajaron juntos por pedido de grandes fondos de inversión gringos.

La idea era que los legisladores estadounidenses fallaran a favor de los fondos en pleitos legales que estos tenían con Argentina y Puerto Rico. Glassman argumentó que Argentina estaba tratando de renegar de su deuda y acusó a Puerto Rico de lo mismo.

Glassman, que en público se mostraba como un opinador independiente, daba declaraciones en medios, supuestamente autónomas, que encajaban con los puntos de conversación de un afiliado del grupo DCI para el que la empresa de lobby estaba trabajando en ese momento.

Sin embargo, Glassman nunca aclaró que laboraba para una filial de DCI cuyos clientes en ese momento incluían un fondo de cobertura de 25 mil millones de dólares que tenía una disputa con Argentina y otro que estaba demandando a Puerto Rico por similares razones.

Los «objetivos» de la campaña (funcionarios de la administración, ‘líderes de opinión’ y legisladores) no sabían que estaban siendo presionados, y mucho menos quién pagaba por ello, señala el texto de Zachary Mider y Ben Elgin en Blomberg.

Otro hecho llamativo es la estrecha relación de DCI Group y los gremios energéticos de Estados Unidos y como esta alianza ha desembocado que DCI enfoque grandes esfuerzos en impulsar campañas a favor del negacionismo del cambio climático.

Obviamente, esta tarea no la ha realizado DCI de forma desinteresada, por lo que ha recibido grandes estipendios por dicha labor.

Una investigación de Suzanne Goldenberg y Helena Bengtsson para The Guardian en 2016 señaló que Peabody Energy (compañía de carbón más grande del mundo) financiaba empresas para luchar contra los planes de Barack Obama —de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y negar la existencia del cambio climático— a través del cabildeo y la información parcializada ofrecida supuestamente como «hechos científicos» retomados por varios medios de comunicación y políticos republicanos en Estados Unidos. Entre esas compañías estaba DCI Group LLC.

Ahora, a las «jugaditas» de DCI se suma el hecho de repetir las mentiras del uribismo, esta vez en inglés, buscando «limpiar» el nombre de uno de los políticos con más investigaciones en Colombia.

 

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Álvarez Cristian
Periodista de la Universidad de Antioquia. ¿Quis custodiet ipsos custodes?