El pasado 27 de mayo en Colombia se cambiaron paradigmas y hoy 17 de junio se tiene la oportunidad de destruirlos completamente. Surgieron movimientos políticos y ciudadanos que mostraron fuerza para el cambio y progreso del país.
No soy partidario de catalogar ni de que se cataloguen a los gobiernos o candidatos políticos como opciones de ‘Derecha’, que para la mayoría de las gentes son la alternativa de las personas correctas, educadas y como dijo en Colombia algún personaje: “La gente de bien”; sin saber, tal vez, que la mayoría de los gobiernos son de ‘derecha’ y son los que han cometido y siguen cometiendo casos de corrupción que cada vez más nos damos cuenta y no pasa nada o solo caen los peones de estas operaciones que se parecen cada vez más al crimen organizado, persecuciones a sus opositores y críticos, etc.
Por el otro lado, está la famosa ‘Izquierda’, que llamados así por sus opositores políticos, han logrado crear un paradigma o prejuicio hacia estos de ser guerrilleros, revoltosos, comunistas, sindicalistas y hasta perezosos por, según ellos, querer las cosas regaladas.
El pasado 27 de mayo en las elecciones presidenciales en Colombia se cambió este paradigma o, al menos, se redujo. Casi diez millones de personas demostraron que el miedo que infundían los partidos políticos tradicionales de ‘derecha’ ya no funciona ni causa efecto porque estos no se han dado cuenta de que el país, sus dinámicas y generaciones han cambiado y siguen cambiando en un mundo donde se tienen ejemplos e información por doquier, donde ya la palabra de esos líderes políticos no es lo único que tenemos para escuchar y que su mal accionar ya no es escondido tan fácilmente y que los vemos replicado en muchas partes del mundo.
Esto a lo mejor es una excelente noticia para el país porque tal vez al igual que yo no estamos catalogando a los políticos ni de ‘izquierda’ ni de ‘derecha’ sino en los que priorizan la humanidad de las personas, el medio ambiente, las poblaciones vulnerables y el individuo como tal, su libertad, su dignidad, sus derechos…
Y los que priorizan el enriquecimiento desaforado, de algunos y algunas (porque de la nación en general no se ve), a costa de la explotación desmedida de los recursos naturales, la privatización de todo lo público, el abuso de la clase obrera para el enriquecimiento de multinacionales o empresarios y que toman a toda la población como conjunto, desconociendo que lo único que tenemos en común son los derechos civiles y que por derecho también tenemos dignidad y libertad y que los contextos, dinámicas sociales y económicas son diferentes en cada región por lo cual las estrategias deberían ser diferentes en cada región.
Hoy volvemos a tener la oportunidad de elegir entre estas dos clases de gobiernos, donde siendo coherentes los colombianos, o su mayoría que son obreros, estudiantes, personas con derechos y libertades elegiríamos al discurso y propuesta de gobierno que nos garantiza esto; elegiríamos además a una persona por primera vez que viene del pueblo, que no viene de familias que han gobernado antes ni recomendadas o impulsadas por mandatarios anteriores, que seguro continuarán promoviendo planes del impulsador.
Tenemos la oportunidad de elegir el cambio para el país y demostrarle a los partidos tradicionales que si quieren seguir gobernándolo, tendrán que cambiar su forma de hacerlo porque las nuevas alternativas y movimientos están convenciendo más y atrayendo a las nuevas generaciones.
Fotografía cortesía de Kienyke
Excelente lectura de contexto. La juventud debe ocuparse de este cambio. De esta transformación. Son ellos los invitados a revisar el país. Reconocer lo bueno y mejorar el rumbo que ha estado desvinculado de la ciudadanía de a pie y se ha enfocado en la industria y la economía dejando de lado a quienes son la base de ella.