«Santiago te pido el favor con todo cariño y respeto que este grupo no es para agresiones, te pido el favor que las cosas personales que tengas con Bernardo Alejandro Guerra las trates con él», le dice Ricardo Yepes, vicepresidente del Concejo de Medellín, a Santiago Jaramillo, el polémico concejal del Centro Democrático que además aspira a ser alcalde de la capital antioqueña.
En tono agresivo, con gritos y visiblemente perturbado, Jaramillo envió varios mensajes a Bernardo Alejandro Guerra, uno de los más sonados concejales de Medellín dedicado, en buena parte, a denunciar hechos de corrupción, aunque hoy está acusado también de cometer delitos, porque varios familiares suyos estuvieron contratados por la Alcaldía o EPM.
Todo inició cuando Jaramillo empezó a llamar «Berney» al señor Bernardo, en alusión a Barney, el peluche de franjas infantiles.
«Hola gonorreas», dice el audio de un video con la imagen del tierno peluche que el mismo Santiago envió al grupo de WhatsApp del Concejo. Mismo grupo del que Jaramillo tendría que ser expulsado, según el vicepresidente Yepes.
Las agresiones a Guerra incluyen mensajes a gritos como «tonto, tonto, tonto», e incluso lo que podría considerarse una amenaza de muerte: «te voy a matar con esa tontería». Esas eran las palabras del concejal que levanta escándalos cada tanto y de quien muchos especulan que tendría problemas mentales derivados de un supuesto problema de adicción.
La incoherencia en algunas de sus frases es notoria:
«Esto es un grupo de WhatsApp, discúlpeme porque el señor suscrito Bernardo Alejandro ha enviado mensajes todos los cuatro años que yo he estado, que Teleantioquia, que Telemedellín, que Caracol, que todo, entonces no me crean pues… (…) Lo siento con orgullo hasta el último día que sea concejal».
Ante el pedido de moderación de Yepes, Guerra guardó silencio siempre; Santiago Jaramillo respondió:
«Además no me arrepiento, entonces me sacan de este grupo y también nos vamos a Personería, el mismo personería que tiene demandado al doctor Bernardo Alejandro, entonces deje la guevonada mijo, señor vicepresidente».
Bernardo Alejandro Guerra es hijo del cacique liberal Bernardo Guerra Serna. Aunque el Tribunal Superior declaró la pérdida de investidura de Guerra por supuesto conflicto de intereses, Guerra sigue en el Concejo.
Su defensa también continúa, intentando demostrar que no se trata de un líder corrupto, sino que, contrario a ello, esta denuncia que se ventiló desde los escritorios del clan Elejalde sería parte de su respuesta ante las denuncias que Guerra venía haciendo de negocios turbos de ese clan político en instituciones como Inder Medellín.
Foto cortesía de: Edwin Bustamante
Bueno, por lo menos, me entré de ese clan Elejalde que nada de noticias tenía.