Columnista:
Michael Gutiérrez
Duque, recién se estaba reponiendo de la renuncia presentada por la canciller Claudia Blum; y estaba a punto de llamar a Uribe para preguntarle si era conveniente que la vice–Adriana Mejía—le reemplazara en un viaje que Blum tenía programado el fin de semana a Europa, viaje que tendría como finalidad contrarrestar la imagen negativa que tienen varias autoridades internacionales y que señalan al Gobierno de violar los derechos humanos.
En la misma sala de Palacio, ‘Martuchis’ estaba contándole a su esposo Álvaro, la bochornosa situación que pasó, cuando, frente a un grupo de estudiantes quiso recoger un poco de mermelada que había en el piso y resultó embarrada hasta las rodillas, porque la silla se le volteó y se cayó.
Molano y Zapateiro estaban mirando los principales titulares de RCN; mientras que Hassan Nassar revisaba Twitter, y Carrasquilla consultaba promociones en Rappi. La sala estaba tensa y Duque—a quien le encantan los juegos—propuso hacer una ronda.
—¡Ajúa! Gritó Zapateiro. Todos rieron, e inicio el juego.
Iván se puso nervioso y empezó a mirar para todos lados. Tenía miedo de cualquier acusación. Hassan, que lo conoce bien, le pidió que se tranquilizara.—¡No puedo!—Respondió inmediatamente, mientras que en su cabeza y sin ninguna razón retumbaban las palabras que en diciembre de 2018, con la boca a rebosar, pronunciaba ante la Corte Penal Internacional: «Yo celebró la designación de jueces para este caso, que es apoyado por 8 jefes de Estado. Es necesario que avance la investigación», Duque se refería a la demanda de 8 naciones contra Maduro, a quien consideraban un dictador.
Siguieron jugando y Carrasquilla propuso que apostaran. Usted si es bien derrochador. Replicó ‘Martuchis’.
Era la segunda ronda y Alvarito ya había salido del juego, Duque seguía nervioso, Zapateiro y Molano se guiñaban el ojo cada que podían y Hassan no se despegaba del celular.
—¡Espere! gritó Hassan mientras miraba un trino en Twiter.
—¿Qué pasó? Preguntó Duque.
—¡Otra demanda de Cepeda!
El pánico en la sala fue generalizado cuando Nassar, empezó a corroborar la información.
«Denunciamos hoy ante la Corte Penal Internacional al presidente de la República, el ministro de Defensa, el exsenador Uribe, los generales Zapateiro y Vargas, por la presunta ejecución de crímenes de lesa humanidad contra participantes en las movilizaciones»
La demanda del senador Cepeda y la organización Temblores ONG documenta que, entre el 28 de abril a la fecha existen 1595 hechos en los que hay violaciones a los derechos humanos como asesinatos, tortura, violaciones sexuales y detenciones arbitrarias.
A Duque le tembló todo, retiró el zapato del círculo que hacían para jugar la ronda y miró a todos en la sala. Álvaro, que es un experto en huir de la justicia, tomó a ‘Martuchis’ de la mano y salieron por una ventana; pero, los demás estaban encochinados, no podían huir, a excepción de Nassar, que se quedó, solo por el respeto que le tiene a Duque.
—¿Qué más dice?, preguntó Zapateiro, puesto que en las noticias aún no decían nada y las redes sociales de RCN solo hablaban de lo importante que sería jugar la Copa América en el país.
El senador hace la demanda ante la Corte Penal Internacional, «ya que el estado colombiano no tiene voluntad de adelantar las investigaciones en la comisión de acusaciones de la Cámara y demás organismos», continuó Nassar.
—¡Le dijimos!, alegaron al tiempo Molano y Zapateiro tratando de lavarse de las manos.
—¿Cómo limpiamos esto Hassan? Preguntó Duque muy nervioso.
—Citemos ya mismo a José Manuel–director de Noticias RCN—, a Barbosa y contratemos a un nuevo editor, el último nos dejó en evidencia con ese montaje mal hecho.
—¿Será qué si quieren jugar?
—Presidente, la cita es para ver cómo arreglamos su imagen.
—¡Ah!, ayer María Juliana me inscribió al gimnasio. Replicó.
—Con este señor no se puede. Alegó Zapateiro.–Llamemos al presidente.
Molano inmediatamente tomó su celular y le marcó a Uribe.
—¡Aló!
—Señor presidente, malas noticias.
—Qué pasó mijito.
—Cepeda, señor.
—–Ya leí la noticia. No se preocupe. Vamos a utilizar la misma estrategia de siempre.
—¿Culpamos a la izquierda señor?
—¡No!, si preguntan: El títere fue.