Hay en Colombia 36.493.318 personas habilitadas para ejercer el derecho al sufragio, es decir, para elegir y ser elegidos; sin embargo, sólo salieron a votar 17.445.129, cifra que corresponde al 43.5%, lo que refleja una abstención del 56.5 % en las elecciones que se realizaron el pasado 11 de marzo para elegir el nuevo Congreso de la República, conformado por 102 curules al Senado y 166 a la Cámara de representantes, de 16 organizaciones entre partidos y movimientos políticos en todo el territorio nacional.
Lejos se está de ser una democracia verdaderamente representativa, cuando menos de la mitad elije y toma decisiones por la otra parte que no participa y que es indiferente a los fenómenos de transformación, como de cambio en las prácticas políticas corruptas y clientelistas, en esta sociedad que reclama a gritos una nueva clase dirigente en todas las ramas del poder público. La democracia, con todas sus debilidades, es el mejor camino para intentar transformar este país.
Con todo, en estas elecciones se presentaron algunos hechos aislados que evidencian de manera esperanzadora que el ciudadano con su voto puede cambiar la conformación del Congreso de la República y por ello no impulsó a aquellos candidatos que de una u otra forma han estado liados con la mermelada y las malas prácticas de corrupción política y administrativa; para la muestra, una pequeña reseña de lo que se suele llamar el pabellón de los quemados.
Sin duda, el más grande chamuscado fue el partido de las FARC, tuvieron el rechazo total del pueblo colombiano, no alcanzaron los 50.000 votos, por lo tanto, no llegaron al umbral exigido por la ley para convertirse en un partido político con personería jurídica, pero como el Presidente Juan Manuel Santos les regaló cinco curules sin un voto, estarán sentados en el Congreso al lado de los que fueron elegidos legítimamente.
Entre los senadores del Centro Democrático, el más connotado de los quemados fue el senador José Obdulio Gaviria, escudero del expresidente Uribe, pero sinceramente, creo que la quemada no le importó mucho, pues se ha considerado más ideólogo que político y es de los que caen parado, seguramente será compensado con un ministerio o una alta consejería de ganar el nuevo gobierno.
Everth Bustamante debe estar llorando sus heridas forrado en gasas, pues su electorado le cobró haber sido un oportunista profesional que venia del M-19 y que se enganchó en las listas cerradas del Centro Democrático en las elecciones del 2014 para llegar al Congreso sin tener los votos ni seguidores que le dieran legitimidad a su aspiración, tendrá que seguir de lagarto para que le den una buena chanfa.
Por el lado de los parapolíticos, la quemada senadora Arleth Patricia Casado Fernández, esposa del cacique liberal Juan Manuel López Cabrales, que ha manejado la política en los últimos 30 años en el departamento de Córdoba, debe estar en carne viva con esta derrota.
Otra quemada es la sobrina del gamonal político conocido como “el Gordo Garcia“, Juliana Escalante García, que aspiraba a reemplazar en la curul a su señora Madre, la senadora Teresita García, fue un castigo de los electores que no respondieron al llamado de sus viejos caciques; lo mismo le ocurrió a los aliados del movimiento del “Ñoño” Bernardo Elías , al no votar al senado de Eduardo José «Joche» Tous de la Ossa , quien venía de ser representante a la Cámara por Córdoba, y de su hermano Julio Elías Vidal. Similar ocurrió con el hijo de francisco “Kiko” Gómez, Fernando Gómez Bacci, quienes no alcanzaron a recibir el favor del electorado. Quemada célebre la que tuvo el senador Luis Fernando Duque, a quien con tres periodos consecutivos en el Senado, no le perdonaron su pobre papel como legislador.
Sorprende la quemada de la senadora Sofía Gaviria, senadora competente y dedicada, que se confió en el voto de opinión y perdió el contacto directo con su gente. La quemada de un expresidente del Senado como Juan Manuel Corso -Senador conservador- quien dejo una impronta de poca inteligencia y de incompetencia en su labor legislativa, que el electorado no le perdonó.
Otra quemada con mucho ardor fue la del parlamentario Hernán Penagos Giraldo, que nunca pensó que su rol como amanuense del presidente Santos en el proceso de Paz, desde la presidencia de la Cámara de Representantes, le fuera a restar tantos votos para alcanzar su Senado. Bernabé Celis Carrillo, con tres periodos en el Senado, debe estar muy adolorido porque además de incompetente, a última hora queda registrado su paso por un calabozo -gracias a la mesita de noche que se le atravesó a una mujer- eso en el cierre de campaña sus electores lo castigaron.
En esta inacabada lista no puede faltar: un quemado ilustre como Miguel Gómez Martínez, quien aspiraba a salir con el voto de opinión; a Jimmy Chamorro los fieles de su iglesia cristiana no le alcanzaron; el Representante a la Cámara Ángel Custodio Cabrera, terminó pagando las equivocaciones de su jefe político Plinio Olano, pues sus electores no fueron suficientes para llevarlo al Senado de la República.
Desgraciadamente todos estos quemados cicatrizarán muy rápido sus heridas ocupando altos cargos en el gobierno de turno, valiéndose de la repartición de la mermelada, que seguirá siendo unos de los manjares favoritos del gobierno y del Congreso, aun así, ¡por algo se empieza!
NO es lamentable que toda esta plaga chamuscada haya ido a parar al «pabellón de quemados», sobre todo con esos frondosos «rabos de paja», tan fáciles de encender … aunque quedaron muchas camas por ocupar … esperemos que el pabellón de quemados sobreviva … porque con esas costumbres, toda esa «plaga enferma», ahí también intentará robar … el Chamorro por ejemplo, recibió … castigo divino por apropiarse del diezmo público y privado … uno no tiene que quedarse con lo que es del prójimo … Dios, así lo manda … cada uno de los quemados y de los que aún creen que se salvaron del «fuego democrático», sabe cuales son sus pecados … sería inacabable la lista, si mencionamos todos los pecadores y todos los pecados … tanto tiempo en ese mundo de políticos … y no se han dado cuenta de la importancia de «mandarse orar o rezar» en cada secta … sea o no cristiana … sigan el ejemplo del presidente y del expresidente … vea(n) que a ellos no les pasa nada …