De la magia a la mafia blanca

La magia del juego al que nos tenía acostumbrados el Real Madrid se ha volcado por completo y es incómodo ver cómo este club de fútbol español ha ido pasando de tener super seguidores a aficionados que ahora desean firmemente que pierda. Y es que el equipo «merengue» en la UEFA (Unión Europea de Fútbol Asociado) Champios League ha tenido el favorecimiento de los jueces en los momentos más decisivos.

En los dos últimos partidos los dirigidos por Zinedine Zidane han pasado a la ronda siguiente con decisiones polémicas de los antiguamente llamados hombres de negro (tal vez por lo oscuro de sus actos). Y aunque ahora existe una ayuda técnica que poco a poco se ha ido utilizando: el Video Assistant Referee o VAR (asistencia por video al árbitro) no se entiende por qué la UEFA aún no toma la decisión de utilizarlo para evitar futuros inconvenientes que afecten los resultados en favor de determinados equipos.

En el encuentro por cuartos de final contra el Juventus italiano, hubo una falta en contra del equipo madrilista que fue ampliamente discutida en el mundo del fútbol con opiniones divididas pero que en términos mayoritarios se afirmaba que no existió y por lo tanto ese tiro penal, que se convirtió en gol de Cristiano Ronaldo, dándole el paso a la siguiente fase pero con el sin sabor de no lograrlo limpiamente y quedar de boca en todo el mundo.

Luego, en el partido de vuelta contra el Bayern en el Bernabéu por la semifinal, el defensor merengue Marcelo cometió una mano clarísima dentro del área, que era un penal indiscutible que vio todo el mundo y curiosamente no la vieron ni el juez principal ni su asistente a pesar de los reclamos de los jugadores del equipo alemán. No hubo ni siquiera el más mínimo intento de utilizar el VAR para aclarar esta acción que desde luego era cobro desde los doce pasos. Un penal no es seguro de convertirse en gol, pero de igual manera hubiera podido llegar a ser el tanto que le hubiera dado al Bayern el tiquete a la final.

¿Todo esto es casualidad? ¿O es como piensan algunos que en este torneo el Real Madrid tiene la suerte del campeón? ¿Que si miramos la carta astral todos los aspectos le favorecen? ¿Que tiene la ayuda divina? ¿O será que detrás de todo esto hay intereses poderosos y desconocidos que mueven fichas a su conveniencia para obtener ganancias de millones de euros?

Hay quienes afirman que el mundo del fútbol debería mirarse desde otra perspectiva y buscar si en realidad es un negocio en el que todos los dineros son lícitos o existen mafias que manipulan los resultados. ¿Es todo legal en el mundo del fútbol o merece ser investigado como lo son el narcotráfico y otras mafias para así saber qué se esconde detrás de esa pantalla gigante en que nos muestran talentos portentosos, con «driblings», pases magistrales y jugadas fantásticas, así como las bolsas millonarias que se manejan por los pases de esos ídolos de barro del balompié?

El Real Madrid junto al Barcelona y el Atlethic son los únicos tres equipos de Primera que en España tienen un estatus jurídico diferente a la Ley expedida en 1990 que exije a los equipos que sean sociedades anónimas deportivas. Pero sin lugar a dudas el más poderoso de todos es Florentino Pérez que no solamente tiene el control de su equipo sino de otras ramas ligadas al mismo. Si son empresas particulares con pocos dueños debería haber un mayor control y sanciones para acciones que sean dudosas.

Los árbitros deben ser catalogados como trabajadores que deben cumplir con requisitos y cualidades inherentes a su profesión, porque de ellos dependen no solo los resultados de los torneos nacionales sino de los internacionales. De ahí puede surgir el crecimiento o el hundimiento de un equipo y con ello sus aspiraciones deportivas pero también las económicas.

La FIFA (Federación Interancional de Fútbol Asociado) debe buscar que los jueces sean lo más imparciales posible y generar sanciones para aquellos que no cumplan con los reglamentos tanto del fútbol como de su irresponsabilidad, que bien puede ser por errores de apreciación (perdonables) pero que teniendo los recursos para corregirlos no lo hacen (VAR). Porque dudoso o coincidencial el Madrid con la ayuda de los árbitros va poco a poco rumbo a consagrarse una vez más como el campeón de la Liga de Europa, pese a que en el torneo español cumplió un papel nada relevante, decepcionando a sus millones de seguidores.

Las sanciones deben ser como las de los jugadores por fechas de suspensión y económicas y que llegado el caso, estudiado por comités absolutamente serios, equitativos y responsables, tomen las medidas correctivas y si es necesario llegar a suspensiones de por vida a los árbitros que actúen de mala fe, afectando los resultados y por ende el futuro económico de los clubes e influyendo en la desazón y dolor psicológico de los aficionados que invierten su dinero y su tiempo.

Los tiempos de la magia blanca del Real Madrid con su juego maravilloso están en duda, pasando a un plano mayor que bien podría denominarse «La mafia blanca», desconocida y descarada que los favorece por las decisiones arbitrales sin que nadie haga nada, a pesar de las evidentes ayudas arbitrales.

Primero Juventus y toda su afición y ahora el Bayern Munich y «todos los asistentes al Santiago Bernabéu», junto con la prensa, la radio y la televisión del mundo que vieron lo que vieron o no vieron los jueces en estos dos partidos y que pusieron al Real Madrid, sin merecérselo, en la final del torneo de fútbol más importante de Europa.

El 25 de mayo en Kiev, Ucrania, el balón rodará de nuevo y estará en los pies de los jugadores del Real Madrid y del Liverpool pero muy seguramente las miradas también recaerán sobre los jueces de la contienda, quienes tendrán en sus manos no solo el balón sino decisiones importantes que influirán o no en el resultado final. Amanecerá y veremos si hay justicia divina o terrenal.

Imagen cortesía de Diario Los Andes.