Cuidado, ¿soldados contraguerrilla ahora son antidisturbios?

Han pasado muchos días donde los ciudadanos han denunciado abusos que se le adjudican al Esmad directamente, pero, en últimas, no sabemos quién está detrás de cada uniforme, qué uniforme vestían cuando lo hicieron, o cuál era la orden de fondo que los obligó a actuar de determinada forma.

Opina - Política

2019-12-18

Cuidado, ¿soldados contraguerrilla ahora son antidisturbios?

Columnista: Hernán Muriel Pérez

 

Tenga mucho cuidado en las protestas cuando la Fuerza Pública haga presencia en ellas. No es porque pueden haber disturbios, enfrentamientos y represión, como ya ha ocurrido a lo largo de todo el Paro Nacional, sino porque los pelotones antidisturbios ya no pertenecen únicamente a la Policía Nacional.

En el cacerolazo llevado a cabo en la Plaza Bolívar el 16 de diciembre, cuando se iba a debatir en la Cámara de Representantes la reforma tributaria, diversos videos subidos a redes alcanzaron a percibir los dos ángulos del escenario: a un lado, miles de personas protestando; al otro, decenas de agentes organizándose para disuadir las protestas.

Pero, un video en especial reflejaba cómo dentro de la infraestructura que los uniformados estaban protegiendo, también había agentes caminando con todo su equipo antidisturbios.

Lo que es necesario mirar es el siguiente video: en él, como podrá observar, caminan varios uniformados. Por el desconocimiento que las personas tienen sobre ello, pueden pensar simplemente que son del Esmad, o de otra vertiente de la Policía Nacional, pero en realidad ellos hacen parte del Ejército. Su uniforme varía, ya no es negro, es verdoso. Y aquí es donde hay que tener especial cuidado.

 

 

En septiembre, el Ministerio de Defensa creó un pelotón antidisturbios en el Ejército Nacional. Cuando Botero aún no había sido despedido (homenajeado y expulsado por la puerta grande, desde la perspectiva del presidente), se anunció que, a través de la figura de asistencia militar, estos pelotones antidisturbios del Ejército podían ayudar a las autoridades locales cuando lo necesitaran.

Con todo el ambiente de crisis, vandalismo y especulación negativa que se ha creado en la opinión pública, gracias a las opiniones, presiones y constantes ataques de quienes apoyan al presidente, al uribismo y del presidente mismo, lo más probable es que las autoridades locales puedan ahora justificar una ayudita de este pelotón del Ejército.

Este cuerpo de seguridad es polémico porque está compuesto, en su mayoría, por soldados que en otrora recibieron entrenamiento contra guerrilla.

¿Acaso el control de la seguridad urbana, como lo es la protección del ciudadano en las manifestaciones, necesita este tipo de personas entrenadas para enfrentar una guerra de verdad en el monte?

Lo más probable es que estos soldados tengan mejores conocimientos que el propio Escuadrón Móvil Antidisturbios, no porque este último no tenga el entrenamiento adecuado, sino porque los soldados tienen una experiencia bélica de la que dependía su vida directamente. La forma en cómo estos uniformados actúen puede ser diferente, un tanto más consciente, o quizá un tanto más agresiva, pero no es, definitivamente, el mismo actuar que de los integrantes del Esmad.

Cuando se encuentre en una manifestación tenga mucho cuidado. Diferencie los uniformes, observe el actuar de cada uno de los agentes, siempre actúe con pacifismo y coherencia.

Es necesario, de igual forma, reclamar al Gobierno la poca difusión de información que ha habido al respecto. ¿No es un derecho conocer quiénes son las personas que están a punto de regular las protestas?, por lo menos saber a qué institución pertenecen.

Han pasado muchos días donde los ciudadanos han denunciado abusos que se le adjudican al Esmad directamente, pero, en últimas, no sabemos quién está detrás de cada uniforme, qué uniforme vestían cuando lo hicieron, o cuál era la orden de fondo que los obligó a actuar de determinada forma.

Chile recibió críticas internacional porque, al no tener pelotones antidisturbios, envió a su Ejército a las calles a pelear una “guerra” contra los ciudadanos, a pesar de que no se disparaba a los manifestantes con armas de fuego. ¿Es el silencio y el desconocimiento general lo que omite las críticas internacionales en el panorama colombiano?

 

 

Foto cortesía de: RCN Radio

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Hernán Muriel Pérez
Comunicador Social, Periodista Digital, Fundador de Cofradía para el Cambio