Chocó grita no más

Opina - Sociedad

2017-05-25

Chocó grita no más

El paro cívico en Chocó continúa, el clamor de un pueblo empobrecido, azotado por la violencia, la corrupción y el abandono estatal sigue vibrando en la voces de los chocoanos. Como en un déjà vu el gobierno Santos incumple acuerdos previos, como ya lo vimos en los casos de los paros agrarios, de trabajadores, de la educación, entre otros.

Pero resultaría equívoco cargar a la cuenta de este gobierno exclusivamente la deuda que tiene con el Chocó. Desde su creación como departamento ha sido como desde tiempos inmemoriales sumergido en la exclusión por parte de los gobiernos de turno o lo ha volteado a mirar para usarlo a su conveniencia, basta con poner el retrovisor para ver las omisiones y acciones del gobierno antecesor que por citar un ejemplo privilegió la acumulación de tierras para proyectos dañinos como la palma en manos non sanctas.

En esta ocasión la petición de presupuesto para vías y para solventar las necesidades básicas de sus habitantes es un justo reclamo, una deuda que ha acrecentado la desidia estatal, sin dejar de lado la magnánima corruptela que ha manejado su destino: la propia clase política que elige, paradójicamente el propio pueblo en necesidades.

El clientelismo es característico de cómo se mueven los hilos de la política en el departamento, la contratación a dedo, los lazos de amistad o de familia mueven el dinero del erario en unos cuantos bolsillos que de repente pasan a ostentar lujos y propiedades como en los casos de robo a la salud, el barrio del “estado” y otras perlas que han estado en la prensa nacional. Al mejor postor han danzado con los gobiernos de turno para engordar sus propias arcas con las migajas estatales, empeorando así las condiciones de inequidad de los chocoanos.

La corrupción nacional y regional ha desangrado a un departamento, hundiéndolo en una quiebra económica siendo paradójicamente rico con incontables recursos naturales. El grosero atraso en infraestructura vial, el creciente desempleo, la violencia cotidiana en sus municipios, pobreza (pobreza monetaria: 62,8 % extrema: 37,1 %), rampante desigualdad (GINI: 0,598), ínfimo cubrimiento en servicios públicos (NBI: 79,2%), la alta mortalidad materna, la desnutrición infantil y la prácticamente inexistente red de salud del departamento son realidades que hacen levantar una voz desesperada al paro. (ver link)

Imagen cortesía de: Colombia Plural

El creciente movimiento cívico que quiere despertar al Chocó del letargo del atraso, es un hecho positivo que puede derivar en una revolución política en el Chocó que es lo que realmente necesita, debe promoverse que este movimiento ciudadano derive en nuevos liderazgos que representen los intereses de los excluidos y oprimidos, ojalá extendiéndose por todo el pacífico colombiano, nuestro chocó biogeográfico con todas sus comunidades negras, indígenas y mestizas.

Un movimiento que represente al pueblo y sus necesidades, en el que nunca más partícipe esa clase corrupta que ha gobernado al Chocó, ese “liberalismo” que se vendió y pintó de todos los colores políticos para robarse las arcas del departamento con el silencio cómplice del gobierno central.

El llamado es ahora para que en la voz de este paro por la dignidad del Chocó haya por fin unidad en el pueblo para derrotar a la corrupción, que la interlocución con el gobierno en esta coyuntura sea leal a los intereses de los ciudadanos y que posteriormente haya un profundo cambio en la política regional para que los recursos que exigen los chocoanos se inviertan en las vías, salud, educación, conservación ambiental, creación de empleo y cobertura de necesidades básicas que tanto anhelamos.

#Chocógritanomás

 

 

Luis Velasco
Médico y cirujano egresado de U. De Caldas. Chocoano, apasionado de la buena música, la justicia social y la naturaleza. Librepensador. @luisveres