Carta de un hijo que estudia en Universidad Pública a sus padres

Lo que yo quiero que ustedes entiendan, viejos, es que la “U. pública” nos puede dar la oportunidad a nuestra familia y a miles más de tener una educación de calidad.

Opina - Educación

2018-10-20

Carta de un hijo que estudia en Universidad Pública a sus padres

Queridos Viejos:

Ustedes lo saben, no me caractericé por ser un estudiante revolucionario. Hasta el décimo grado de bachillerato donde empezó mi preocupación por defender una educación de calidad, traté de hacer cosas por mi colegio, pero sagradamente no pude cumplirlas.

Por un lado, tenía las directivas de la Institución con sus normas religiosas- educativas y, por el otro, mis deberes escolares. Además, tenía la precisión socioeconómica de ingresar a una universidad en Colombia. Tuve clarísimo que, si perdía materias, o sacaba bajo puntaje en el ICFES, ustedes tendrían que endeudarse y mi sueño de ser profesional se podría convertir en algo imposible.

La cereza del pastel fue el resultado del examen del ICFES que, a diferencia del que ustedes esperaban, no estuvo tan bueno. Por fortuna, me dio para estudiar Comunicación Social y, ahora, agradezco al destino por permitirme enfrentar a una de las profesiones más hermosas que existe en el planeta tierra.

Estudio en una universidad pública. En los primeros semestres mi espíritu revolucionario no fue el mejor. Asistía a asambleas, votaba para elegir representantes, a veces iba a marchas; pero para ser franco, no me interesaba eso de la Educación pública para TODOS.

Preguntarán qué me paso. La respuesta es muy fácil, solo vean a esos niños de menos de 12 años de la familia y me entenderán. ¿Tendrán ellos la misma oportunidad que tengo yo y mi hermano? ¿Podremos pagarle a todos una universidad? ¿Y qué sucederá si no tienen cómo conseguirlo?

A pesar de que nuestra familia y miles de familias colombianas trabajen, de sol a sombra y con toda la responsabilidad del mundo, los salarios no dan para pagar los monstruosos valores que muchas universidades privadas cobran. Entonces, deben apelar a la universidad pública; esa que, por estos días, pedimos a grito herido, nos ayuden a mantenerla; esa que, si no luchamos ahora, cuando Michelle se gradué del colegio, va a ser privada.

En las reuniones familiares escucho a mis primos hablar de que quieren estudiar arquitectura, medicina, ingeniería y hasta comunicación Social. Por fortuna, en la universidad pública hay posibilidad. Pero ¿ y si esa universidad ya no es pública para cuando ellos quieran y puedan? O ¿quizás no puedan pagarla? Será tarde y vendrían los arrepentimientos.

Es difícil reconocerlo, pero un sueldo promedio no da para estar pagando, cada cuatro meses, 14 o 15 millones de pesos. Y eso que solo estoy hablando de una persona. Súmele dos o tres, el susto será peor.

 

Viejos ¿Y si le apuntamos a la educación pública?

Miren que es buena, los que estudiamos en universidad pública la defendemos a “capa y espada”. Ahí está el relevo generacional. Por los buenos puestos no se preocupen, se pueden y se van a lograr.

El ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, Jonathan Malagón González, es un economista, de 33 años, graduado con honores de la Universidad Nacional de Colombia, administrador de empresas de la Universidad de Londres, magíster en política económica de Columbia University y en finanzas de la Universidad de Barcelona. Tiene un PhD en Economía de Tilburg University. Fue vicepresidente Técnico de Asobancaria. Y es solo un integrante, de la larga lista de egresados de universidades públicas en Colombia.

Lo que estamos haciendo estos días es pidiéndole al presidente Iván Duque que le ponga más ojo a la educación; que destine más dinero a su desarrollo y que les dé chance a estas Instituciones educativas de seguir graduando a brillantes profesionales.

Sé que las peticiones de incrementar los gastos de este semestre van aumentar, quizás debemos estar más tiempo que el estipulado. Pero sepan que los estudiantes de las universidades públicas y privadas, que salimos a caminar por las calles, estamos seguros de que Colombia tiene cómo salir adelante, sin necesidad de la plata fácil, las trampas, los engaños, los trucos, las guerras o las burlas.

Yo quiero que ustedes entiendan, viejos, es que; la “U. publica” nos puede dar la oportunidad a nuestra familia; y a miles más de tener una educación de calidad.

¿Qué opinan, viejos?

¿Entienden la idea?

Ojalá comprendan…

( 1 ) Comentario

  1. ReplyJosé Fabián Valencia C

    Totalmente de acuerdo..sin universidad pública los jóvenes tendrán la oportunidad de irse por el dinero fácil y la drogadicción..Dios nos libre.

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John Rojas Cabrera
Estudiante de Comunicación Social, noveno semestre. Y Administración de Empresas sexto semestre. Actualmente lidero el proyecto de CINE PARA LA PAZ y Nuevas Masculinidades Pamplona. Ponente local, regional, nacional e Internacional. Escritor para la revista Ágora de la Universidad de Pamplona y el periódico Vanguardista de Bogotá. Tambien he escrito para portales como Democracia en la Red (blog), Las dos Orillas, TuCaquetá entre otros. Creador del encuentro nacional de Semilleros de Investigación SEINCO.