Carta abierta a Gustavo Petro y Sergio Fajardo

Los resultados de la primera vuelta presidencial, dejan varias conclusiones, enseñanzas y retos que se hacen necesario superar.

1 La nación colombiana derrotó en buena medida la abstención, pero todavía falta que más hombres y mujeres aptos para votar, salgan a hacerlo. De más de 30 millones de personas habilitadas, un poco más de 19 millones, 19.326.825, para ser más exactos, fueron a las urnas para votar por presidente de la República.

2. Sumados los votos de Iván Duque y Germán Vargas Lleras, se puede concluir que son 8.973.196 personas, las que desean la continuidad en el modelo de país que tenemos, si se tiene en la cuenta que las 2 candidaturas han hecho parte de los gobiernos de los últimos 16 años.

3. De otra parte sumados los votos de quienes tuvieron un discurso más social, es decir de Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Humberto de la Calle, tenemos que 9.835.729 electores, están inconformes y desean un cambio. Sumados estos votos Duque sería derrotado en la segunda vuelta, pero no es fácil trastear los votos de Fajardo y De la Calle para donde Petro.

4.  No es fácil sumar a unos y otros, porque las diferencias entre quienes más se parecen van desde la drasticidad del giro soñado, hasta la personalidad de los personajes en contienda. El momento es crucial y coyuntural, porque hoy la Nación siente que debe elegir entre dos extremos. La grandeza deberán demostrarla tanto Petro como Fajardo y la Coalición Colombia, porque no bastará con un anuncio de adhesión o libertad, para orientar de manera correcta a los electores, el voto de opinión es libre y poco se deja llevar por los anuncios que hacen los dirigentes. Se necesita un cambio en el discurso del hombre que podría sumar las expectativas de 4.986.947 personas que sí anhelan un cambio, pero que tienen miedos, dudas y desinformación acerca de lo que podría ser Colombia en sus manos.

5. Cuando la ciudadanía vota, derrota las maquinarias, esa es otra gran lección, pero ello significa que el voto de opinión es libre y votará por quien mejor le parezca para la segunda vuelta, infortunadamente guiados la mayoría de ellos, por el temor a la personalidad de Petro, al pasado de Petro y a las mentiras que se dicen de Petro. Intento recoger las afirmaciones de quienes rechazan votar por usted, Gustavo.

6. Quienes votamos por Fajardo, optamos por quien nos ofrecía un cambio lento, pero seguro, con respeto por la institucionalidad, así que votar por Petro en la segunda vuelta, solo será posible en la medida en que Gustavo desista de la Asamblea Nacional Constituyente, desista de cambiar el país de la noche a la mañana, y se comprometa con modificaciones planeadas, estructuradas y no al amaño de sus caprichos caudillistas. Su ejercicio como alcalde de Bogotá nos dejó la convicción de que sí es un tanto llanero solitario, que hombres valiosos como Antonio Navarro no pudieron continuar a su lado, y quisiéramos creer que es capaz de hacer un alto en el camino, un acto de contrición, y comprometerse con cambios que se gestarán de manera responsable. Sería maravilloso escucharle pedir perdón por los errores del pasado, llamar a quienes se fueron porque se negaron a traicionar sus principios para satisfacer sus caprichos. Algo de humildad no le vendría mal. Escuchar a quienes tienen opiniones y conceptos contrarios a los suyos, puede ser muy enriquecedor.

7. Muchas personas no le perdonan el pasado guerrillero, le iría mejor si en lugar de evadir la responsabilidad de su paso por el M19, reconociera que un día pensó que el levantamiento armado era una opción y, aunque no haya empuñado nunca un fusil, asume esa responsabilidad y las consecuencias de los actos perpetrados por ese grupo subversivo antes de su desmovilización.

8. Los gobiernos de los últimos 16 años trasladaron a los más pobres, las cargas del Estado. Los trabajadores dejaron de serlo para convertirse en contratistas Prestadores de Servicios, que no solo perdieron el derecho a disfrutar de un período de vacaciones, la prima, las cesantías, el recargo nocturno y las horas extras, sino que además corren, en el caso de los contratistas del Estado, con el pago de las estampillas que financian la atención a los deportistas, al adulto mayor y a otros sectores. Si no es posible devolver a los trabajadores la vinculación formal a las empresas que los contratan, un acto mínimo, pero inmediato de justicia, sería exonerar a los contratistas de honorarios menores a los 10 millones de pesos mensuales, del pago de todas estas estampillas y descuentos que reducen sus ingresos ostensiblemente. Si a todos los descuentos suma el pago de la seguridad social, un contrato de 2.700.000 mensuales se reduce a 2 millones, es decir pierde casi 700 mil pesos cada mes, financiando el peso de un Estado que deberían sufragar los ciudadanos de mayores ingresos.

9. Si bien, Sergio Fajardo y la Coalición Colombia tienen un guiño importante por dar en estos días, respecto de sus apoyos, la tarea candidato Petro, es convencer al ciudadano de a pie que teme la llegada de la extrema izquierda. De su discurso y compromisos de los próximos días, depende que pueda conquistar esos casi 5 millones de votos que obtuvieron Fajardo y De la Calle, para que ninguno se vaya a la orilla contraria. Puede encarnar la esperanza de casi 10 millones de personas, o permitir que los temores lleven a un voto contra Petro, en lugar de conquistar el voto contra Duque.

10. Sin embargo ustedes, Coalición Colombia, es decir Sergio Fajardo, Jorge Robledo y Claudia López, también tienen actos de contrición por hacer. Tomar distancia de gobiernos como los de Cali y Bogotá, los cuales resultan ser desastrosos en lo social y ambiental, es un imperativo moral. Buscar candidatos a Alcaldías y Gobernaciones que no lesionen a los ciudadanos de esos municipios o departamentos, es fundamental.

En Cali dicen en que Catalina Ortiz busca apoyos para que Alejandro Eder sea el candidato a la Alcaldía de Cali. Ningún ciudadano con sentido social podría desear eso para esta ciudad, tras los gobiernos de Guerrero y Armitage que nos dejan obras que ya cumplen 3 años y nada que avanzan, es decir, el corredor verde que se inventó Rodrigo Guerrero; pero tampoco Jorge Iván Ospina, que le dejó a la ciudadanía un cobro por valorización de 21 megaobras, de las cuales no se han construido ni siquiera la mitad. Anunciaron la continuidad de la Coalición Colombia, aplaudo la iniciativa siempre que los corruptos sean expulsados de sus listas y posibilidades. Ustedes, Petro, Fajardo, Robledo y López, tienen la palabra.