Senadora Viviane Morales:
De una manera respetuosa, como colombiana me dirijo a usted para expresarle mi inconformidad con respecto al proyecto de ley que usted impulsa y con el que se pretende la realización de un referendo para que solo las parejas heterosexuales puedan adoptar niños, niñas o adolescentes que se encuentren en estado de vulnerabilidad.
Según usted, a los menores se les garantizará una familia adecuada si la misma está constituida por un hombre y una mujer. Según usted, dos hombres o dos mujeres o una mujer soltera o un hombre soltero, no tienen la idoneidad para brindarle a un menor en estado de abandono o de vulnerabilidad, todo el amor, el cariño, la protección y la garantía de sus derechos; los cuales han sido violentados quién sabe desde cuándo. Quién sabe por cuáles personas. Quién sabe bajo qué pretextos. Pero no, a usted no le importa en el fondo el bienestar de los niños, niñas o adolescentes vulnerados.
A usted y a las más de 2’000.000 de personas que firmaron para promover el proyecto de ley, lo único que les importa es convertir a Colombia en un estado que sea regido por sus dogmas y creencias, bajo una camándula y una Biblia, por decir lo poco.
Según su proyecto, ni solteros ni homosexuales están en capacidad de dar roles que sí hacen las familias conformadas por un hombre y una mujer. Absurdo. Senadora, ¿Usted se ha tomado el trabajo de leer estudios científicos de universidades colombianas donde hagan referencia a la conformación y tipologías actuales de las familias en el país? ¿Sabe usted que son pocas las familias nucleares conformadas por un papá y una mamá? ¿Conoce usted que debido a múltiples causas, hay hogares monoparentales, sin importar si estos son maternos o paternos?
Sería bonito que todas las familias estén conformadas por una pareja. Eso no se discute. Es lo ideal, mientras estas tengan un funcionamiento adecuado, sin factores de riesgo o con algún grado de disfuncionalidad.
Pero, ¿qué pasa, senadora, cuando el papá solo cumple un rol económico y ni siquiera se preocupa (o le importa) lo que pasa con sus hijos? ¿Qué pasa, cuando el padre (o la madre) tiene conductas de riesgo que pueden poner en peligro la vida y el bienestar de los hijos?
¿Qué pasa, cuando en un hogar el pan de cada día es violencia física, psicológica, verbal, sexual, económica o emocional? Con todo esto, ¿sigue siendo exclusiva la adopción para parejas heterosexuales?
A título personal, quiero decirle que yo soy jefe de hogar de una de esas familias que usted pretende discriminar con su proyecto de ley. Por cosas de la vida que no es necesario mencionar en este escrito, vivo sola con mi hija. Sin embargo, puedo decirle que no he sido incapaz de darle a ella, unas bases sólidas con normas, valores, educación y principios. ¿Acaso cree usted, que es necesario que yo le imponga un padrastro a mi hija sabiendo que eso podría violentarla psicológicamente, solo para que tenga un rol paterno bajo el techo donde vivimos? Se hace necesario decirle, senadora, que a mi hija no le ha hecho falta tener 24/7 el “rol paterno” que usted pretende vender con su proyecto de ley.
De igual modo, ella y yo no somos las únicas que vivimos bajo una familia “atípica” o poco adecuada como pensará usted. En el país y en general, en el mundo, todo ha cambiado. Las teorías familiares y sus tipologías, han ido evolucionando con el tiempo debido a los cambios sociales que se han venido presentando en las últimas décadas. La familia no es solamente un hombre, una mujer y unos hijos. A usted y a todos los que están de acuerdo con su proyecto de ley, les hace falta conocer, ver y/o documentarse sobre la realidad. Muchos de los conceptos que usted tiene de la familia, están mandados a revaluar y modificar.
Finalmente, senadora, le recuerdo que lo que usted hace con su proyecto de ley, no solo le prohíbe a los niños, niñas y adolescentes en situación de abandono, tener la posibilidad de una familia, posibilidad que les fue negada en el pasado. Lo que hace con su proyecto de ley, también violenta y discrimina a determinados grupos poblaciones, los cuales no piensan ni actúan como usted.