Autora: Natalia Rodríguez Giraldo
La cuadra en la que vive Nubia del Socorro Peláez Rojas se convirtió el pasado sábado 17 de agosto en un espacio cargado de magia, color y alegría, gracias a un evento que permitió que los vecinos del barrio Belén Buenavista se integraran y disfrutaran de una jornada en donde la convivencia ciudadana fue la protagonista.
El lugar estaba decorado con diversos elementos, entre ellos, flores, banderines, carpas, guirnaldas de luces y un gran tapete verde por el cual caminaron con asombro niños y adultos, quienes tuvieron la oportunidad de participar en diversas actividades pedagógicas, culturales y artísticas.
Con una comparsa, a cargo del grupo Arte 13, se invitó a la comunidad a integrarse a la Caravana de la Convivencia, que comenzó a partir de las 2 de la tarde con la proyección de la película Coco. Posteriormente, se realizó una Polirumba que puso a bailar a gran parte de los asistentes.
Luego, a las 4:34 p.m., se dio inicio a un divertido show a cargo del mago Naúl, quien logró interactuar con el público de principio a fin. Las risas fueron una constante y, por supuesto, también las caras de asombro al ver cada uno de sus actos en donde compartió algunos mensajes, como por ejemplo: “Cuidar el agua y los recursos naturales hacen parte de una buena convivencia. Sino cuidamos el agua gota a gota, se agota”.
Tras esta puesta en escena, se subió a la tarima el grupo musical Simplicidad, el cual interpretó temas como Día tras días, Me vale y Lamento boliviano. Después el turno le correspondió a un solista que amenizó la Caravana a ritmo de bolero, son cubano y salsa.
Los habitantes del sector participaron en múltiples talleres dirigidos por las diferentes secretarías y dependencias de la administración municipal, a través de los cuales se les dejó un mensaje alusivo a la convivencia.
Doña Nubia visitó varias carpas. En una de ellas le hablaron acerca de la importancia de la reconciliación y le enseñaron a hacer un corazón en fomi, el cual cosió cuidadosamente por los costados con un hilo verde. Era evidente que estaba feliz por la manualidad que había elaborado y que llevaba con orgullo en una de sus manos.
“Le dije a mi hijo que iba a haber una fiesta en el barrio y que me iba a quedar. El evento me pareció muy bueno. Todo muy bonito. Me gusta mucho guardar las cosas que me dan”, afirmó.
Esta encantadora mujer visitó otras bases. En una de ellas tuvo la oportunidad de jugar concéntrese, actividad con la que se divirtió y, además, aprendió, pues pudo conocer un poco sobre temas relacionados con el Código Nacional de Policía.
Actos como saludar, perdonar, dialogar y confiar, entre otros, se trataron de manera lúdica durante la jornada que permitió que decenas de familias y vecinos compartieran durante varias horas.
La Caravana de la Convivencia del barrio Belén Buenavista culminó con la presentación de un exparticipante del concurso musical Yo me llamo.
“Este es un espacio que es muy especial para que la gente tome confianza de que realmente somos más las personas buenas que las malas. Estuve en la carpa del Inder; también en la de Seguridad y Convivencia con el inspector de Policía hablando de temas puntuales acerca de cómo vivir en el barrio en comunidad. Sinceramente un evento que lo necesitábamos en el momento en que llegó. Fue espectacular. Antes de meter más seguridad debemos de meter es más inclusión”, señaló Jhon Fredy Calle, quien desde hace 50 años vive en el sector.
Una estrategia institucional
En marzo del 2018 se dio inicio a las Caravanas de la Convivencia, proyecto de la Alcaldía de Medellín, liderado por la Secretaría de Seguridad y Convivencia en el que participaron el año pasado 20 mil ciudadanos.
“Las Caravanas surgen de esa necesidad de construir lazos de confianza con la comunidad y mejorar la convivencia en comunas o barrios que tuviesen altos índices de comportamientos contrarios a la convivencia”, manifestó Lina Calle Zuleta, subsecretaria de Gobierno Local y Convivencia.
Esta estrategia cuenta con una intervención que consta de tres etapas. La primera de ellas es la fase previa a la Caravana, a través de la cual se hace una caracterización y un diagnóstico de los territorios que van a intervenirse, permitiendo así, identificar las necesidades que hay dentro de la comunidad y que afectan la convivencia.
La segunda es el desarrollo de la Caravana, por medio de la cual se interviene y adecúa el espacio público para realizar actividades que promuevan el sentido de pertenencia por el sector y contribuyan al mejoramiento de las relaciones familiares y entre vecinos.
Por último, está la fase post que se realiza tras la realización de la Caravana. En esta etapa se busca atender las necesidades encontradas en el diagnóstico. Adicionalmente, se llevan a cabo actividades pedagógicas tales como: murales, sensibilización frente al ruido, jardineadas, entre otras.
“La acogida ha sido supremamente bonita. Lo que nos pasa después es que la gente nos escribe que cuándo vamos a volver. Hemos logrado hacerle entender al ciudadano que él es corresponsable a la hora de construir convivencia. La convivencia se construye con pequeños actos que implican, por ejemplo, que a la hora de resolver un conflicto con un vecino se haga dialogando”, puntualizó Lina Calle Zuleta.
Durante el 2019 se han realizado 27 Caravanas de la Convivencia, pero se tiene previsto que serán 36 en total. Este año han participado 18 509 ciudadanos en dicho proyecto que le ha aportado significativamente a la transformación social y cultural de Medellín.
Nota: este artículo fue elaborado con patrocinio de la Alcaldía de Medellín.
