Preocupa, sin duda, la gran incertidumbre por la que está atravesando el país por lo improvisado que se ve gobernando Iván Duque. Sus desesperadas iniciativas para tratar de crear una segunda «unidad nacional» invitando a los partidos políticos más cuestionados para que juntos logren un «acuerdo nacional» dejan entrever que sus políticas han funcionado poco.
Tres años y medio atrás, en Bello se hizo una alianza entre partidos políticos tradicionales para llevar a la Alcaldía al hoy investigado, César Suárez Mira, por supuesta falsificación en documento público, puesto que, tal parece, no terminó el bachillerato. Y así fue, el mencionado ganó las elecciones y ha tratado de gobernar, pero no le ha sido fácil porque estuvo suspendido por nueve meses de su cargo y su popularidad ha estado por el piso.
Críticos del presidente Iván Duque aseguran que él es una mano de quien realmente gobierna, Álvaro Uribe Vélez. En Bello, por su parte, dicen que quien manda es Óscar Suárez, hermano del alcalde y prófugo de la justicia, otros afirman que es su hermana Olga, quien a propósito, se quedó en su intento por llegar nuevamente al Senado.
Por el momento, quizás haya algún parecido entre aspectos políticos de Colombia y Bello; sin embargo, lo más grueso de esa profunda radiografía habría que escribirla en varias columnas, trataré de abordarlo en su totalidad en esta.
Para ningún colombiano es un secreto que la historia política del país ha estado enmarcada por el bipartidismo, que pareciera haberse terminado, pero ha sido más bien una transformación de republicanos y demócratas o conservadores y liberales como se conocen respectivamente en Colombia.
Estaba muy pequeño cuando en el municipio de Bello existía aún la división entre el Partido Liberal y el Conservador, y recuerdo que mi familia me llevaba a las reuniones de su líder político; cuánta vehemencia para defender sus posiciones, cómo hacía que sus seguidores odiaran las ideas ajenas y al final… los aplausos de pie eran la muestra de que su discurso calaba en sus receptores.
Hace varios años, Juan Manuel Santos llegó a la Presidencia de manos de partidos políticos unidos en su programa: Partido de la U, Cambio Radical, Partido Liberal, Partido Conservador, entre otros. De otro lado estaban sus «enemigos» políticos, que antes eran sus «amigos», el Centro Democrático.
Santos había sido electo por primera vez gracias a su amistad con Álvaro Uribe. Lo mismo sucedió en Bello, cuando Óscar Andrés Pérez llegó a la Alcaldía en 2008 gracias a su amistad con los Suárez Mira. Ambos, hoy distanciados de sus mentores políticos.
César Suárez es alcalde gracias a su partido Conservador y al Partido Liberal, Cambio Radical, Partido de la U, entre otros. Su «opositor» era el exalcalde Óscar Andrés Pérez Muñoz, que antes era su «amigo».
Si notaron, ya liberales y conservadores no son enemigos, están íntimamente unidos, ya no se echan chispas, antes bien, se abrazan unos a otros.
Los mentirosos políticos se jactan de decir que «la política es dinámica» para poder cambiar de partido como cambian de pantalón, ¡Ay donde revivieran los padres de sus ideologías! No quedaría títere con cabeza. Hoy muchos liberales son conservadores y viceversa, otros crearon Cambio Radical, con los emblemáticos colores, rojo (liberal) y azul (conservador) para disfrazar sus posiciones. Los demás están en la U, que crearon dos amigos, pero que se enemistaron y hoy sus alfiles se dividieron, algunos están en el Centro Democrático, lo cierto es que todos son los mismos y se reparten la misma torta.
Actualmente, la campaña electoral apenas comienza y se puede evidenciar la división profunda del municipio de Bello entre tres tendencias muy fuertes: los suaristas (del Gobierno actual), que seguramente a pesar de sus dificultades, tienen seguidores acérrimos. El Centro Democrático (liderado por el ya mencionado Óscar Andrés Pérez que, por cierto, por el momento, está impedido para hacer campaña por investigaciones en su contra cuando fue alcalde —y representaba a los Suárez—. Finalmente, están las fuerzas opositoras, lideradas por el congresista del Partido Verde, León Fredy Muñoz, y otras corrientes de izquierda.
En Colombia existen también esas fuerzas opositoras: Partido Verde, Polo Democrático, Colombia Humana, Partido FARC. Que serían, para la época los “liberales” del ayer. Parece un mapa político calcado.
Lo más particular de todo es que en la actualidad Colombia se ha dividido entre uribistas y antiuribistas; Bello, por su parte, se distingue entre suaristas y no suaristas.
De seguro la tendencia en la presente campaña electoral para la Alcaldía será que quienes apoyen a la familia que ha gobernado en el municipio por más de 20 años serán cuestionados por sus enemigos. Tal vez por ello, se puede evidenciar que muchos de sus antiguos aliados quieren llegar a ocupar el primer cargo de la ciudad como “independientes” (cuestionando sus exjefes). Otros lo harán manifestando que no han tenido nada que ver con los Suárez y los últimos dirán que son la salvación de un pueblo sumergido en la zozobra, la inseguridad y la falta de gobernabilidad.
Esta es una radiografía de un país y un municipio sumergidos en el caos y la crisis por culpa de sus gobernantes y, peor aun, de los que aplauden los discursos de quienes en público “se odian”, pero por detrás se abrazan y brindan por los que se creyeron sus engaños.
Adenda: Cómo estará de mal la administración de Bello que hasta los amigos del poder los critican con escritos, conversaciones o simplemente retirándose de sus filas… La desgobernabilidad del municipio se ve reflejada en lo que hoy sucede. Lo paradójico es que hacen las «críticas», pero siguen del lado de quienes gobiernan.
Bello siempre ha sido “CUNA DE ARTISTAS”, cuna que desde que está en manos de los Suarez ha sido saqueada, esta cuna está completamente vacía ya ni cobija queda para arropar a los ciudadanos que verdaderamente necesitan educación, salud, deporte y empleo.
Desde que inició su programa de trabajo como alcalde del municipio de bello en el periodo 1995 a 1997, se evidencio los malos manejos administrativos por los excesos de contrataciones en las dependencias y la exagerada nomina que tenía nuestro municipio. (Bello cuna de artistas y Payasos que lo adminstran).
Que tristeza que nuestro pueblo se venda por cualquier cosa la corrupción en Bello es única CC
La verdad es, que el amigo Stiven conoce parte de la verdad; en Bello no sólo son los suaristas y anti-suaristas, También existe un grupo, al que yo pertenezco, que somos: Los Oscaristas. No todos somos Suaristas, no todos estamos de acuerdo con los manejos de los hermanos: Olga y Cesar; los hemos apoyado siguiendo las directrices de Oscar, el que sabe de política, el que sabe de organización, el que sabe de «agrupación», el «mejor» político en Antioquia, de los últimos tiempos. Suaristas No somos todos, no señor.
Algun dia estas ratas tendran que desaparecer como sea y bello tendra un cambio positivo para las personas de bien.pero mientras existan tantas personas ignorantes y tanta delincuencia haciendo de las suyas el cambio sera a largo plazo