Bahía Solano se une a los municipios damnificados por el invierno que viene azotando fuertemente al país. Es un nuevo reto para el Gobierno Nacional que está pasando por el peor momento de su legislación.
Hace apenas unos días escribí sobre el tema de la prevención de desastres naturales por parte del Estado. Y hoy nuevamente queda en evidencia que el Gobierno Nacional no previene, más bien actúa en el momento en que suceden las cosas. Es común que en época invernal, Bahía Solano se vea afectada, y aun así, nada se hace para remediar esta situación.
Chocó es el departamento más olvidado de Colombia, durante los últimos días se ha podido evidenciar, sin embargo, la corrupción que allí se ve es abrumadora. Lo paradójico del asunto es que este departamento es uno de los más ricos en recursos mineros del país, seguramente por esto es que los gobiernos sólo se fijan hacia allá para explotarlo.
Volviendo a la noticia, los habitantes de Bahía Solano, en el Chocó, amanecieron bajo el barro y la desolación, su alcaldesa Harlei Liliana Ortiz, pide la ayuda del Gobierno y la solidaridad de los colombianos para con la población afectada. Y seguramente llegarán, ojalá que realmente se entreguen a los damnificados que siempre son los menos favorecidos en esta clase de calamidades.
Es bien sabido por las autoridades que Chocó es el lugar de Colombia donde más llueve, pero lo preocupante es que no se hace nada para prevenir las inclemencias del invierno que se ahondan en estas épocas en que la mayoría del país sufre por las inclemencias de la naturaleza.
Imagen cortesía de: elcolombiano.com
La reflexión sigue siendo la misma que he hecho con respecto al tema: A Colombia le hace falta aprender a prevenir, no podemos seguir actuando cuando las personas tienen al agua hasta el cuello (Lo indignante es que en estos pueblos no hay agua potable) o cuando el intenso verano hace de las suyas.
Chocó ha sido centro del debate en los últimos días en el país porque los ciudadanos se están cansandos de ser invisibles para los gobernantes, de votar por personas que supuestamente les prometen hacer algo para cambiar las condiciones en las que viven para al final tener que conformarse con seguir siendo el departamento más olvidado de Colombia.
Imagen cortesía de: elcolombiano.com
Es lamentable que el Gobernador de Antioquia, Luis Pérez, en vez de ayudar a mitigar la calamidad que vive Chocó, quiera meter más el dedo en la llaga y aprovechar la coyuntura del momento con respecto a Belén de Bajirá, para decir que el Gobierno le está dando ese territorio al Chocó como motivación para cesar el paro. Parece que fuera ajeno a lo que realmente pasa en el pacífico del país. Pareciera que le importara más su populismo que la situación por la que pasa la población.
El llamado también es para los colombianos a que apoyemos a nuestros hermanos del Chocó, a que dejemos a un lado la discriminación porque esto contribuye a que las brechas cada vez sean más grandes.
Chocó debe dejar de ser la mina de oro de los gobiernos y el escenario propicio para explotar los recursos naturales; la población debe ser el eje central de todos los Gobiernos porque así lo manifiesta la Constitución Política.
Imagen cortesía de: elcolombiano.com
A los chocoanos, les queda como lección no dejarse engañar por los que les endulzan el oído con falsas promesas.
Seguramente llegarán los buitres oportunistas en este momento difícil a hablar mal del gobierno de turno, cuando esto viene de muchos años atrás, son décadas en las que han tenido que sufrir el abandono no sólo del Estado, sino de los colombianos también.
Bahía Solano no sólo es un lugar turístico, también tiene necesidades que afloran con este tipo de sucesos, como la mayoría de lugares atractivos del país.
Que el clamor de los chocoanos sea también el nuestro. No podemos seguir permitiendo que la corrupción se apodere de lo que le corresponde a los ciudadanos, mientras estos últimos son los que sufren, los que tienen que rogar ser escuchados. Antes de ser políticos, los gobernantes son ciudadanos. Los recursos del país no pueden seguirse perdiendo, se deben invertir.
Finalmente, que nos quede la reflexión de que el país necesita urgentemente cambios estructurales, no podemos seguir dejando que los medios nos muestren que todo está bien y que lo malo sucede en otros países. Los paros no son gratuitos, el país está en crisis, la naturaleza no perdona y el gobierno no puede seguir mintiéndole al pueblo con falsas promesas de campaña.
Posdata: Seamos solidarios con los habitantes de Bahía Solano, pero sepamos a quien le entregamos las ayudas, no vaya a ser que resulten en las casas de quienes no las necesitan, peor aún en manos de gobernantes corruptos (o sus amigos) que se queden con ellas.
