Por años, el cuidado personal ha sido etiquetado como algo exclusivamente femenino. Desde la adolescencia, a los hombres se les ha inculcado que preocuparse por su apariencia, su piel o incluso su bienestar emocional es “innecesario” o, peor aún, “poco masculino”. Pero, ¿de dónde viene este rechazo al autocuidado en hombres? ¿Por qué persiste en la actualidad? Y lo más importante, ¿cómo podemos cambiarlo?
El autocuidado no es solo higiene o ejercicio, sino un compromiso integral con el bienestar personal.
¿Por qué es importante el autocuidado en los hombres?
El rechazo al autocuidado no surge de la nada. Durante siglos, la masculinidad ha sido definida en oposición a la feminidad. Mientras a las mujeres se les ha asociado con la belleza, la delicadeza y el bienestar emocional, a los hombres se les ha impuesto el papel de ser rudos, funcionales y hasta descuidados con su apariencia y emociones.
¿Cuántas veces hemos escuchado frases como estas?
“Los hombres no necesitan cremas.”
“Eso del skin care es cosa de mujeres.”
“No seas tan vanidoso, pareces niña.”
“Los hombres de verdad no se preocupan por esas cosas.”
El mensaje es claro: Ser hombre es no preocuparse por su piel, su cabello, su ropa, su bienestar emocional y hasta su salud.
Históricamente, los hombres han sido educados para priorizar el trabajo, la productividad y la resistencia, dejando en segundo plano su salud y emociones.
El 60% de los hombres no acuden regularmente al médico, según la OMS.
Las tasas de estrés y ansiedad masculina han aumentado en la última década.
Los hombres tienen una menor esperanza de vida que las mujeres, en parte por descuidar su bienestar.
Pilares del autocuidado masculino
El autocuidado no es un capricho ni un signo de debilidad, sino una herramienta de bienestar físico y mental. Incluirlo en la rutina diaria tiene beneficios claros para cualquier persona, sin importar su género:
Salud física: Alimentación equilibrada, ejercicio regular y chequeos médicos.
Salud mental: Terapia, manejo del estrés y expresión emocional sin culpa.
Descanso y relax: Dormir bien, desconectarse del trabajo y tomarse tiempo libre.
Cuidado personal: Higiene, cuidado de la piel y ropa que refleje bienestar.
Relaciones sanas: Cultivar amistades, expresar afecto y establecer límites.
Las industrias de belleza y bienestar han reforzado la idea de que cuidarse es un “territorio exclusivo” de las mujeres. Por eso:
Las cremas, champús y productos de cuidado masculino son presentados en envases oscuros, con nombres rudos y olores “masculinos” (como si la lavanda o la vainilla fueran peligrosas).
En la publicidad, el skin care femenino es un “ritual de amor propio”
, pero para los hombres es “eficiencia” en un solo frasco
.
Si una mujer tiene una rutina de 10 pasos de skin care, es “cuidarse”; si un hombre lo hace, es “exagerado”.
El autocuidado no necesita género. Eliminar estereotipos también empieza en lo que compramos y consumimos.
Cuidar de sí mismo no es un acto de debilidad, sino de inteligencia y responsabilidad.
Romper con la idea de que el autocuidado es solo “cosa de mujeres” permite a los hombres vivir con mayor bienestar, equilibrio y felicidad.
Un hombre que se cuida, se respeta y se valora. ¿Estás listo para priorizar tu bienestar?