Hay 9 millones de niños sin educación hoy, pero ¿cuántos millones de docentes han malvivido durante años sin un salario digno? Y ahora que están en paro, reclamando sus derechos, manifestando su inconformidad, pidiendo un aumento necesario y exigiendo el cumplimiento de las promesas del Gobierno de turno, la Ministra hace toda una Parody del asunto.
Normal, ella tiene un salario que la libra de preocupaciones económicas del ciudadano común. Ella tranquilamente puede dar entrevistas en el día a día donde hable de cifras inexactas, luego salir en otros medios a corregirse a sí misma o contrariarse, o tuitear sin cansancio que pobrecitos los niños que no tienen educación en este momento.
Niños, discúlpennos, pero se está luchando para tener mejores condiciones laborales, tanto para los docentes de hoy como para ustedes, los que decidan dedicarse a esta labor que pasó de ser una de las más respetadas en el país, a ser el escampadero de muchos. Sin ir más lejos, yo mismo dejé de la docencia, aun cuando amo enseñar, porque el vil, cochino y necesario dinero que me pagaban, no me alcanzaba. Triste. Mucho.
Por allá el 24 de abril de 2014, Juan Manuel Santos dijo que iba a “Dignificar la profesión de los maestros y mejorar sus salarios, de manera que sean comparables con los de las profesiones mejor pagas” Yo, como doliente, me alegré y corrí a celebrar; pero ahora, en medio del paro, porque es la única forma en la que escuchan los reclamos del pueblo, quieren normalidad en las aulas y que las protestas se hagan fuera del horario laboral. Sí, Ministra, sí, tranquila que si es necesario le caemos a su casa, en la noche, y nos manifestamos dando vueltas alrededor.
Hablemos de la profesión, de lo que es educar un salón con más de 40 niños que gritan, corren, rasgan, pelean y discuten, todos al mismo tiempo. Y de qué es aguantarse eso todo un año, de lunes a viernes (los más afortunados), por un salario promedio de 2’500.000, ¿o era de 60’000.000 millones, Ministra? Porque si usted dice que la nómina de todos los maestros del país es de 20 billones, dividida por 330.000 maestros, daría un promedio de $60.606.060 millones por cabeza.
Por favor, muéstrenos quiénes son esos afortunados que se están quedando con ese porcentaje tan abultado de la nómina de docentes, ya que a los rasos, ni les alcanza ni para viajar a Bogotá a manifestarse en las afueras de su casa.
Ministra, es su arrogancia, desparpajo y falta de compromiso con los ideales que promulgaba cuando tomó el Ministerio de Educación, los causantes de que esos 9 millones de niños estén sin educación. El resorte de la paciencia docente lo han estirado mucho, y no da más.
Pero bueno, todo esto es como echar arena en un costal, porque los docentes necesitan sobrevivir, pagar deudas, alimentarse, vestirse, etc., y probablemente pronto levantarán el paro y llegarán a un acuerdo temporal, que acallará el problema por un tiempo; pero el problema de raíz seguirá ahí hasta que no se ofrezca un salario integral que no obligue a los docentes a tener que ajustarse la platica por otro lado, o a buscar mejores alternativas. Cosa que, por otro lado, jamás sucederá, porque entre menos docentes calificados estén ejerciendo, menos personas estarán siendo formadas y educadas con criterio, y eso en últimas es lo que le conviene a una raza de gobiernos que no quieren ser cuestionados por el pueblo.
Es increíble las condiciones tan pobres en las que tienen a nuestros maestros; y es mas increíble aun que sigamos creyendo en promesas vacías, año tras año, para un tiempo después, tener que pelear por migajas.
La docencia debería ser la mejor profesión del mundo, pues ella se encarga de formar a niños y a adultos en cuestiones del saber ser y el saber científico, ellos educan a los niños para que no sean castigados en su edad adulta.
NO AL SALARIO DE MISERIA DE LOS DOCENTES.
¡Aplaudo su valentía!