Columnista:
Alexander Quiñones Moncaleano
Caballero, uno de los columnistas más leídos por los colombianos en las últimas dos décadas, salió a decir que la actriz De Francisco es un excelente anzuelo que utiliza Gustavo Petro para atraer votantes. Pero ese apelativo no tiene nada que ver con la inteligencia de Margarita, sino con su belleza y su fama.
El periodista empieza su columna en Los danieles diciendo: «No importa mucho lo que Margarita Rosa recite —para eso es una actriz— sobre el ‘Pacto Histórico’ así denominado por Gustavo Petro (…). Margarita Rosa es muy bella y tiene muy buena voz, y además es famosa, con lo cual es un gran gancho, un buen anzuelo, para futuros votantes (…) de la ‘Colombia Humana’ de Petro».
Con estas afirmaciones, Caballero deja de lado la formación y la voz crítica que ha ido cultivando esta «famosa» de nuestro país. Por ello le han llovido críticas a este vetusto escritor. Que, valga la pena recordar, siempre ha detestado a Petro, incluso aunque haya votado por él.
Pero ¿hay en realidad una voz falocéntrica que guía el pensamiento de este señor? Para muchos lectores sí que la hay. Además, en el fondo la columna se reduce a la conocida falacia ad hominem o la falacia del hombre de paja; en este caso, «mujer de paja». Lo que hace Caballero, y no caballerosamente, es ridiculizar a Margarita Rosa.
La trata de una figura de adorno, que a cualquier movimiento político o social le vendría bien. Un adorno en la mesa. Aun así, hubo resistencias y críticas a la desastrosa columna de Antonio para Los danieles. Pues no sin razón la actriz tiene una voz y además formada. En los últimos años se ha dedicado al estudio de la filosofía y recordemos también que fue una de las columnistas más leídas de El Tiempo.
Pues la actriz respondió al «machito bienpensante», como le están diciendo a Caballero, y a su combo. Estas fueron sus palabras:
«Yo no apoyo a Petro porque sepa de política, sino porque, si me he de equivocar como ciudadana electora, riesgo que corren hasta los que más saben, prefiero hacerlo con la conciencia limpia».
Para terminar, diré que no hubo una sola palabra de sororidad por las feministas de contrato e interés. Ni una palabra de María Ángela Robledo, Angélica Lozano, María Mercedes Maldonado. Guardan un silencio infame. Un silencio que habla más que la misma columna de Caballero. Ese feminismo liberal y de blanquitas no solo es perverso sino deleznable. Debemos, como ciudadanos, abrir los ojos a esos movimientos mercantilistas y sin ética alguna. Todos estos actos de habla nos dan la oportunidad de reconocer quiénes quieren un cambio profundo y estructural para el país y su pueblo. Y quiénes quieren seguir perpetuando y sosteniendo el establecimiento.
Colombia Humana será atacada desde diferentes flancos. La prensa que representa Daniel Coronell y sus esbirros estarán lanzado basura sin sonrojarse.
