Autor: José David Lozano
Andrés Pastrana fue presidente de Colombia en el periodo presidencial de 1998 – 2002, ha sido distinguido nacional e internacionalmente como el presidente más light de los últimos cincuenta años que ha ocupado la Casa de Nariño, no solo porque ganó la Presidencia por ser el “más bonito” para las mujeres, sino porque es recordado como el presidente viajero.
Según los archivos de El Tiempo:
“Con su último viaje a Guayaquil (Ecuador) para asistir a una cumbre de mandatarios de la región, hace apenas diez días, el Jefe de Estado completó su periplo número 57. Mientras tanto, la semana pasada el Papa Juan Pablo II cumplió su viaje número 97 en sus 24 años como Pontífice.
Es decir, en cuatro años Pastrana realizó más de la mitad de los periplos del Papa Viajero en todo su pontificado”.
El expresidente Pastrana intentó —como sus antecesores— ponerle fin a la guerra entre el Estado y la guerrilla de las FARC-EP: el 21 de junio de 1998, Andrés Pastrana fue electo presidente y 20 días después, acompañado por su asesor Víctor G. Ricardo, sostuvo una reunión con Manuel Marulanda Vélez y Víctor Rojas alias El Mono Jojoy.
Al término de esa reunión, el mandatario anunció su compromiso de despejar militarmente cinco municipios del territorio nacional para instalar una mesa de negociación con las FARC. ¡Sí, cinco municipios del territorio nacional!
Es así como el 11 de agosto Pastrana anunció su decisión de desmilitarizar los municipios de La Uribe, Mesetas, Vistahermosa y Macarena en el Meta, y San Vicente del Caguán, en el Caquetá.
Después de tres años de negociación con esa guerrilla, más de 42,000 Km despejados, un fortalecimiento evidente de la estructura militar de las FARC, un desgaste gubernamental y un plan Colombia como estrategia financiera de guerra, el expresidente termina derrotado ante el país y el mundo cuando el jefe máximo de esa guerrilla lo deja sentado solo en una mesa de diálogos en la otrora zona de distensión. Y así se decreta la famosa “silla vacía” y el fin de las conversaciones de paz.
Ahora bien, es vergonzoso cómo el expresidente Pastrana, con ese antecedente del fracasado proceso de paz ejecutado cuando fue gobernante, con una evidente sed de venganza y revanchismo por alguien que sí logro ese acuerdo de paz, afirma en una reciente entrevista que el proceso de paz del expresidente Juan Manuel Santos ha sido el “peor proceso de paz en Colombia”.
Parece algo jocoso, pero así fue, el mismo expresidente Pastrana que le despejó 42.000 kilómetros de territorio nacional a las FARC, la misma extensión territorial que tiene un país como Suiza; el mismo que fracasó tres años de negociación; es el mismo que hoy está criticando fervorosamente el proceso de paz de la Habana que logró el fin de la guerra con la guerrilla más antigua del continente, las FARC-EP.
Un acuerdo de paz en la Habana que así no haya sido el acuerdo perfecto, como ningún acuerdo entre bandos opuestos lo ha sido históricamente en el mundo, ha logrado significativamente la reducción de colombianos caídos en combate, ya sea de un bando o del otro.
Según el Hospital Militar, la cifra de soldados heridos bajó en un 97 %. La directora señaló que debido a la reducción de heridos y sus tratamientos, el centro asistencial ha podido tratar enfermedades de alto costo. Así fue como lo narró El Espectador:
“El Hospital Militar reveló este miércoles un informe con las cifras que muestran una disminución en el número de soldados heridos en combate en el periodo comprendido entre 2011 a 2017.
El centro asistencial reportó que hace seis años atendía a 424 heridos y en la actualidad presta la atención médica a 12 uniformados. De acuerdo con la general Clara Galvis, directora del hospital, la cifra se redujo como consecuencia del proceso de paz con grupos armados como las FARC”.
Según un informe de CERAC —Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos— afirma que, en medio de las negociaciones, si se compara el promedio diario de acciones del conflicto durante ceses bilaterales, frente al promedio diario en que no hubo cese unilateral por parte de las FARC en el año 2016, hay una notable reducción de la violencia.
Además el informe añade que el acuerdo final logró que:
“Acciones ofensivas de las FARC: caen 98% (de 1,51 a 0,03 acciones en promedio diario). Combates Fuerza Pública-FARC: se reducen en 91% (de 0,68 a 0,06 combates en promedio diario). Muertes civiles: caen un 98% (de 0,19 a 0,003 muertos en promedio diario). Muertes de combatientes: caen 94% (de 1,08 a 0,07 muertos en promedio diario)”.
Es así como el acuerdo de paz que logró el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC si ha tenido grandes resultados para la sociedad colombiana. Más allá de que no sea el acuerdo perfecto, se logró el fin de un conflicto interno que por más de 50 años azotó a todo el pueblo colombiano, con un común denominador que sigue vigente, la reclamación de una reforma agraria integral.
Todos los colombianos tenemos el anhelo de una paz con verdad, justicia, reparación y no repetición, y esto lo logramos valorando, respetando y defendiendo las decisiones de la JEP, acogiendo a los reinsertados a la vida civil y exigiendo la implementación del acuerdo al actual Gobierno de Iván Duque.
Expresidente Pastrana, usted fracasó en su intento de llegar a un acuerdo de paz con las FARC, usted hizo parte de la campaña y ayudó a la elección de Iván Duque como presidente, lo menos que debe hacer ahora es criticar algo que usted no fue capaz de hacer.
Su papel ahora debe ser exigirle al actual gobernante que cumpla con la implementación del acuerdo y avance en el anhelo de todos los colombianos, un país en paz y con esperanza para las nuevas generaciones.
Y termino recordando y sumándome a las palabras de Juan Manuel Santos en septiembre de 2016: “es mejor una paz imperfecta que una guerra perfecta”.
Foto cortesía de: Revista Semana
Excelente artículo.
Agrego, que el ex presidente Pastrana, no pudo antes ni menos ahora. Es decir, ni cuando era presidente pudo tener buenos resultados de una negociación ante las FARC, lo único que hizo fue negociar el espacio del Caguan para que lo dejaran «gobernar tranquilito», ahora menos tiene el pellejo y la verraquera para enfrentar al al actual presidente, que si bien el mismo apoyo, no, porque siempre tiene claro su interés individual.