Afuera lo viejo y adentro lo nuevo

Opina - Política

2016-07-23

Afuera lo viejo y adentro lo nuevo

Concuerdo con lo que dice el senador Uribe, la paz está herida. No me creo que Maduro tiene en jaque al gobierno colombiano por medio del ELN o que cada vez nos acercamos más al comunismo, pero creo que la paz está herida por ese discurso que carece de toda lógica y embrutece a todo el que no mastica para tragar. Sin embargo, los Uribistas no son los únicos que creo, manejan una retórica indebida. Es menester decir que la lógica del presidente Santos tampoco me hace sentido y que su campaña por la paz ha logrado hasta ahora; entre otras cosas, lo mismo que la resistencia civil Uribista: Desunirnos.

Ambos adelantan una campaña en conjunto que tiene por objetivo enfrentar a los colombianos en una absurda discordia basada en su ya vieja rencilla política. Y a su vez los ciudadanos del país estamos tomando partido, escogiendo apoyar a un bando u otro, polarizando cada vez más a quienes por muchas otras razones deberían unirse. Y es esta la causa por la que creo que la paz está herida.

Algunos creen que con la firma de la paz nos acercamos más a una tiranía castro-chavista (me pregunto, ¿qué de tirano tiene una herramienta como el plebiscito?), que cuando la soberanía popular valide los acuerdos de La Habana nos sumiremos a una desgracia mayor que la de nuestros hermanos venezolanos. Otros, creen a ciegas que la paz en sí misma es la cura definitiva a las problemáticas sociales y económicas del país. Y muchos, en ambos lados del espectro parecen creer que no hay otras posturas por más realistas, probables y bien argumentadas que sean.

Imagen cortesía de: semana.com

Imagen cortesía de: semana.com

Yo veo la paz con alto optimismo no sólo porque significa el fin de la guerra, sino porque pienso que presenta un oportunidad única para el país. Soy de los que siendo víctima directa del conflicto espero con ansias el día en que me pueda encontrar en diálogo con un excombatiente de las FARC. En efecto, la oportunidad que nos presenta la paz es la de unirnos como compatriotas. El plebiscito para la paz podrá (si jugamos bien nuestras fichas) demostrar que ya no somos una sociedad poco participativa o apática y que el voto en colombia representa verdaderamente la soberanía popular.

Pero para que todo esto funcione hay que entender que para unirse no es necesario pensar de la misma forma, al contrario de lo que creen los fanáticos. La izquierda y la derecha no dejarán de ser lo que son, posturas políticas. Lo que sí puede cambiar es la participación ciudadana en todos los ámbitos donde es posible ejercerla, en la soberanía, en el control político, etc. He ahí donde reconozco el mayor factor de unión que tiene un pueblo, en la participación activa en pro del futuro del país y el bien común, independientemente del punto del espectro donde se ubique cada uno.

Entonces, ha llegado la hora de hacer una política distinta, no una en la que nos incluyan, sino una en la que nos incluyamos. Como dice Samper, desmovilicemos a Uribe, pero también a Santos. Digamosle »no más» a Ordoñez, a Vargas Lleras y a todos los »clásicos». Mejor dicho, afuera lo viejo y adentro lo nuevo.

Quién dijo que hacer una política distinta es imposible, ya en varias ocasiones los colombianos hemos demostrado que con presión ciudadana y participación activa podemos lograr grandes cosas. Con todo esto solo quiero decir, que es el momento de convertir la excepción en regla.

Imagen cortesía de: 23 Jul de 2016

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Pablo Andrés Estrada
Estudiante de ciencias políticas y economía en EAFIT. Me gusta leer el periódico, hablar de política y escuchar música.