Parece mentira que aún nos alarmemos con las barbaridades que dice el señor proCURAdor, pero lo más inverosímil del asunto es que siga a la cabeza de la Procuraduría Nacional, representando la buena moral y las sanas costumbres que deben tener los colombianos, como el rechazo a la homosexualidad, al amor, incluso a la justicia.
El problema en sí no es lo que haya propuesto el Procurador, ni la sarta de sandeces que proclama tan tranquilo sabiendo que restringir las muestras de afecto entre las personas es una ignorancia constitucional, que atenta contra los derechos y las libertades, sino la cantidad de personas que avalan su dogmatismo y esa sensación de superioridad moral que vende tantas apariencias.
Si bien este funcionario con delirios de sacerdote dice a las instituciones con orientación confesional católica que “no se pueden prohibir las tendencias homosexuales del estudiantado”, propone que se aconseje a quienes experimentan una inclinación homosexual adoptar la tendencia correcta, o sea la de complementariedad entre el hombre y la mujer.
¿Quién es él para decirle a los jóvenes que no está bien ser homosexuales? Procurador, deje de ver La Madre Laura, que le está haciendo daño. Más bien luche por el futuro de esos niños que aparentemente le importan tanto; pero no por los que están amando, sino por los miles que están en las calles pidiendo limosna, limpiando parabrisas o mendigando en los buses una moneda para poder comer.
¿Por qué Alejandro Ordóñez no está más bien procurando que se erradiquen los abusos sexuales que cometen algunos sacerdotes con niños inocentes? ¿Por qué eso no es amor sino pura pasión carnal? ¿O por qué como fiel creyente no puede cuestionar a la Iglesia?
Somos un país anclado en el medioevo. Aún cargamos a cuestas la culpa de tantas cosas que nos hacen felices, pero que no están bien vistas. Hoy en día se suicidan cientos de homosexuales anualmente porque se sienten los bichos raros de una sociedad heteropatriarcal, que señala con el pulgar y utiliza el resto de la mano para pecar. Una sociedad alimentada por personajes públicos como el doctor Ordóñez, porque doctor se le dice a cualquier …
O bueno, si tanto le preocupa el panorama de la educación en el país, procure disminuir el matoneo que se vive desde tiempos inmemorables en la mayoría de las instituciones del país, tanto públicas como privadas, porque ese sí es un cáncer que carcome la juventud; mientras que las manifestaciones de afecto generan amor, solidaridad y alegría, valores de los que está muy falto el país. Y al parecer, el procurador también. A lo mejor sólo necesite un abrazo, pero de la justicia, por querer cercenar nuestros derechos.
Estoy cansado de vivir en una sociedad tan doble, triple, cuádruplemoralista, que no se cansa de perseguir a los demás por querer vivir su vida con libertad, como debería ser.
Dejemos de pensar que el cambio es cuestión de los demás, que otros lucharán las batallas para liberar el país, porque no es así. Si el pueblo, los que montamos a los gobernantes, no ponemos en cintura a quienes están a la cabeza del país, las cosas irán de mal en peor, porque esos individuos están llamados a representar nuestros intereses, no a robárselos.
que lea el señor procurador el código de infancia y adolescencia obra magnifica de nuestra bella ministra a ver en donde logra encajar semejante hermosura para que nuestros niños jóvenes y adolescentes que inhalan desde extintor hasta frutiño tambien controlen los besos y los abrazos
que lea el señor procurador el código de infancia y adolescencia obra magnifica de nuestra bella ministra a ver en donde logra encajar semejante hermosura para que nuestros niños jóvenes y adolescentes que inhalan desde extintor hasta frutiño tambien controlen los besos y los abrazos bajo el articulo que dice se respetara el libre desarrollo de la personalidad
Es la realidad que nosotros los de a pie hemos permitido durante tantos años, porque apenas nos colocan alpargates nos creemos de la misma familia que estos políticos, fascinerosos. Ahhh, pero no hables de esta realidad al respecto porque te descomulgan, te apedrean y hasta pagas con tu vida y te dicen «embustero» antipatriota, este es un país ejemplar y mejores gobernantes no podemos encontrar entonces como decía Jaime Garzón: «Hasta aquí van los deportes, pais de mierda». Y en verdad somos una cloaca de deshonestidad,. conformismo y falso patriotismo.