Homenaje al Mono Jojoy no es una acción revictimizante

Opina - Conflicto

2017-09-23

Homenaje al Mono Jojoy no es una acción revictimizante

Todo Patriota distorsiona la idea de ciudadano.

Un Patriota suele terminar siendo el títere preferido de un señor de la guerra.

Detrás de la construcción de Héroes,

están el discurso del poder y el imaginario infantil

con el que se insiste en la idea de superhombre.

 

El homenaje que rindieron dirigentes y miembros de las Farc (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común) a su comandante Jorge Briceño (alias el Mono Jojoy), corresponde a un hecho íntimo, entendible y comprensible desde la lógica de aquellos que combatieron juntos al Estado durante largos 50 años de conflicto armado interno.

Para los miembros de la ex guerrilla Fariana, el Mono Jojoy[1] es un combatiente y hasta un Héroe, y como tal lo van a recordar siempre, independientemente de lo que digan los restantes miembros de la sociedad colombiana. Así entonces, no debería de ser motivo de polémica que las Farc quieran recordar a quien sirvió a su causa que, equivocada o no, corresponde a la naturaleza política de un largo y degradado conflicto armado interno.

La polémica que se registra en las redes sociales y que recogen varios medios masivos hace parte del actual ambiente de crispación y polarización política que vive el país, en torno a la negociación política con la que se firmó el fin del conflicto entre el Estado y las Farc.

El cruce de toda suerte de  improperios y agravios corresponde a la baja cultura política de cientos de miles de colombianos que jamás comprendieron las razones y las circunstancias objetivas e históricas que justificaron, en los años 60, el levantamiento armado y la lucha político-militar de las guerrillas. Lo que resulta curioso es que esos mismos compatriotas que rechazan la presencia de dichas fuerzas insurgentes, son los mismos que legitiman las acciones de guerra de los paramilitares y aceptan como bien supremo, la acción  política y la operación militar que se dio de la mano de agentes del Establecimiento.

En medio de la polémica se señala que el acto de las Farc resulta ofensivo para las víctimas y que se trata, por lo tanto, de una acción re victimizante. Me parece que no. Y es así, en la medida en que ya las Farc en varias ocasiones han pedido perdón a sus víctimas, en los casos de El Nogal (hecho terrorista) y Bojayá, producto de un enfrentamiento entre Paramilitares y miembros de las antiguas Farc. No veo que el acto de recordación del criminal de guerra, alias Mono Jojoy, sea un acto re-victimizante.

Si vamos a aplicar ese mismo criterio, entonces la acción de desagravio que ofreció Álvaro Uribe Vélez  al general Rito Alejo del Río (el “Pacificador de Urabá”), condenado por el crimen del campesino Mauricio López Mena y procesado por paramilitarismo, también debe ser entendida como un acto de re victimización para la familia de López y para todos aquellos colombianos que se vieron afectados por las masacres perpetradas por las AUC, fruto de una documentada y ya probada operación conjunta entre militares y paramilitares.

Ahora bien, que se trata de un acto arrogante y soberbio, por supuesto. Pero es que así son los guerreros, legales e ilegales: poco les importa lo que piensen sus detractores. Lo que si queda claro es que el homenaje al Mono Jojoy es la prueba tangible de lo difícil y quizás traumático que resulta para los señores de las nuevas Farc, dejar de pensar como combatientes. Están en ese tránsito y  la deferencia hacia Jorge Briceño es prueba de lo difícil que resulta volver a la condición civil.

Todos estos homenajes a combatientes, legales e ilegales, son fruto del lugar preponderante que ocuparon y que al parecer aún ocupan los guerreros en los imaginarios y representaciones sociales de los miembros de una sociedad que se acostumbró a su presencia y operación.

Lo que tenemos que hacer como miembros de esta sociedad indolente y desmemoriada, es re posicionar la condición civil[2], y por ese camino proscribir la admiración hacia aquellos que legal o ilegalmente han empuñado las armas para defender una causa que siempre será discutible.

No por defender al Estado, las acciones de los miembros de la Fuerza Pública se dieron en el marco de la ética, la mística militar y el respeto a los DDHH y al DIH. Dentro de la Fuerza Pública hay Héroes de Fango[3]. Y de igual manera, no podemos defender de buenas a primeras a quienes desde la ilegalidad, Paras y Guerrillas, perpetraron todo tipo de delitos, crímenes de lesa humanidad y daños a la población civil.  Al final, es claro que dentro cada ejército, legal o ilegal, siempre encontraremos combatientes con el talante del Mono Jojoy y Rito Alejo del Río, el General Santoyo y el resto de oficiales responsables, por ejemplo, de los mal llamados “falsos positivos”.

Lo que debemos hacer como civiles es dejar de llamar Héroes a los combatientes legales o ilegales. Y no olvidemos que la guerra es el escenario perfecto para la estupidez humana.

Por ello siempre estará presente. Como tampoco podemos olvidar que en la guerra las primeras víctimas son la inteligencia y la verdad. Y dos reflexiones finales: por más justa que sea la causa del guerrero, éste siempre encarnará la posibilidad de violar los derechos humanos.

Y no dejemos de recordar que la Gran Prensa siempre nos presentó, en lugar de seres humanos caídos en combate,  Trofeos de guerra[4], en especial cuando los asesinados o caídos en combate militaban en las antiguas Farc. Y las mismas empresas mediáticas son responsables de los procesos de heroización[5] que echaron a andar para favorecer la imagen de la Fuerza Pública y por esa vía, defender al Establecimiento. Paz en la tumba del criminal de guerra.

 

 

______g

[1] Recomiendo leer esta columna, que se escribió cuando se produjo la muerte de Jorge Briceño: http://laotratribuna1.blogspot.com.co/2010/09/la-muerte-del-mono-jojoy-tratamientos.html

[2] Véase: http://laotratribuna1.blogspot.com.co/2011/03/el-desprecio-por-la-condicion-civil.html

[3] Véase: http://laotratribuna1.blogspot.com.co/2015/07/heroes-de-fango.html

[4] Recomiendo reflexionar sobre el fetichismo necrológico: http://laotratribuna1.blogspot.com.co/2010/12/fetichismo-necrologico-y-el-destino.html

[5] Véase: http://viva.org.co/cajavirtual/svc0498/articulo06.html

 

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Germán Ayala Osorio
Docente Universitario. Comunicador Social y Politólogo. Doctor en Regiones Sostenibles de la Universidad Autónoma de Occidente.