A propósito de la muerte

¿Sería usted capaz de acabar con la vida de su madre para que ella no siguiera sufriendo?

Opina - Sociedad

2018-10-06

A propósito de la muerte

Sé que todos nos hemos preguntado alguna vez en nuestra vida qué será la muerte. Es algo normal, está totalmente arraigada a nosotros, nos persigue, nos ampara, es el pan diario, la culminación de esto, o tal vez el comienzo de aquello.

En estos días yo, he pensado más en ella; en cómo, si nadie nos preguntó si queríamos venir a poblar la tierra, deberíamos poder decidir dejar de pisarla.

Mi madre murió de cáncer en febrero del año 2008, la enfermedad se la llevó en tan solo tres meses, no nos dio tiempo ni siquiera de averiguar todo lo que el maldito cáncer es, tampoco le dio tiempo a ella ni siquiera de luchar contra él.

Por negligencia médica, —algo bastante común en nuestro país— cuando a mi madre le descubrieron el cáncer ya era bastante tarde, él ya había hecho metástasis y estaba rondando por su cuerpo cual visitante fastidioso que no quiere partir jamás de donde no ha sido invitado.

Mi mamá en medio de su delirio de la enfermedad, la morfina haciéndole estragos en su cerebro, el cáncer haciendo fiesta en su corazón; le rogó a mi hermana mayor que la ayudara a parar ese sufrimiento. Era muy fácil, había que aumentarle la dosis de morfina hasta que tuviera una sobredosis. Pero, ¿sería usted capaz de acabar con la vida de su madre para que ella no siguiera sufriendo? Mi hermana no lo fue.

No es una decisión espiritual, acá no es de pensar que si dios nos da la vida, qué derecho tenemos nosotros de quitárnosla. No es una decisión moral, no nos detenemos a pensar qué dirá el resto si yo decido sobre la vida de alguien más. Es una decisión de justicia. ¿De qué sirve una vida con un cuerpo totalmente deteriorado?

Duramos la vida entera probando ser mejores personas, tomando las mejores decisiones, tratando de escoger el mejor camino, intentando llevar una vida digna. Y cuando esta vida se vuelve inservible, y dolorosa para quien la lleva ¿no es necesario entonces acabar con ella?

Lo sé, es un asunto delicado, deberíamos poder decidir como lo hizo Brittany Maynard, sin tener que ir hasta California.

Con mi familia, en medio de la desesperación de ver cómo la vida de mi mamá se iba acabando, deteriorando, humillando para ella misma en ese cuerpo inservible que ya no reaccionaba a nada, apelamos a una organización que hay en Colombia en pro al derecho a morir dignamente, ellos nos asesoraron y nos guiaron para terminar con la vida de mi mamá y así parar su sufrimiento, del cual ya no había retorno.

Pero mi mamá estaba en un hospital de jesuitas, no dejaron entrar a la organización al hospital, fue imposible, pusimos una tutela, la cual cuando falló ya no había nada que hacer: el hospital había decidido esperar a que mi mamá “con la ayuda de dios” dejara de respirar.

La vimos sufrir hasta el último momento, con el alma pungida, el corazón arrugado y las lágrimas que inevitablemente no pudimos detener.

Por eso he pensado en la muerte últimamente y en cómo en mi país nos matan de pobreza, pero morir dignamente es imposible.

Yania Tenorio
Músico, de los que tocan y de los que enseñan. No sé escribir, pero estoy aprendiendo a componer.