La nación requiere de la reconciliación

Opina - Sociedad

2017-07-19

La nación requiere de la reconciliación

En una sociedad como la nuestra, supremamente angustiada por el individualismo y la carencia de identidad, parece haber sobre el tintero un posible objetivo común que permitiría sanear el individualismo y alcanzar una identidad que nos una como nación, si, les hablo de la reconciliación.

Pero ¿qué tan dispuestos estamos a realizar los sacrificios que su materialización necesita? En Colombia existen muchos factores que imposibilitan lograr la reconciliación, como un proceso social de vital importancia para la proscripción de la violencia de manera definitiva, el más importante de ellos para mi, es la inexistencia de memoria histórica, justamente esa que dentro de la sociología permite construir del pasado y “echar pa’ lante” no como individuos, sino como país, pero la carencia de esa memoria histórica es mucho más profunda que el simple hecho de carecer de ella.

¿Por qué? Porque la ausencia de memoria histórica implica también una carencia de una identidad cultural propia, la misma que se obtiene mediante una profunda relación con el territorio que habitamos; lo que pasa en Colombia es algo así como que poblamos este pedacito de tierra llamado Colombia pero no lo sentimos como nuestro, salvo algunas ocasiones cuando juega la selección Colombia o algún político asume una posición populista momentánea frente algún conflicto de aparente interés nacional.

No se hace extraño entonces que hablemos de los colombianos no como un colectivo de personas movidas por el interés general sino como el colombiano movido por su propio interés.

Colombia entonces se habrá forjado como nación pero debido a la Constitución y sus normas, no por la existencia de una identidad cultural propia.

Es en este punto en el que radica la importancia de la reconciliación, como un proceso de reconstrucción de identidades y del tejido social, pues la reconciliación individual producto del diálogo de colombiano a colombiano, de dos personas que han tocado los límites de la propia existencia humana, permite la reconciliación colectiva incluso de heridas más profundas; ese impulso colectivo es lo que permite sanear el individualismo y permite construir lo que muchos llaman: una nación. Tal y como ocurrió en Argentina o Chile después de las dictaduras del cono sur.

Esa reconciliación sería el medio que permite construir ese ideario, esa identidad, y superar una de las consecuencias más crueles del conflicto armado, la de borrar las identidades, las historias que hay detrás de las víctimas, culturas y de los territorios más azotados por la violencia.

Para que al fin, de a pocos, se asomen las historias olvidadas y los verdaderos rasgos culturales de esta nación, ante nuestros ojos y ante los ojos del mundo, pues las naciones latinas solo han sido visibles para el mundo cuando han sido capaces de mostrar su verdadero rostro y su compleja originalidad.

Colombia requiere de un nuevo impulso y esa tarea solo nos compete a nosotros.

 

Germán Mesías Gámez
Ex Consejero Municipal de Juventud de San Juan de Pasto. Pacifista, Co-fundador del movimiento ciudadano #AcuerdoYa, Semillero de asuntos constitucionales y de Paz de la Universidad Libre.