Cada vez más enfermeras y pediatras, en revisiones rutinarias de bebés menores de 3 años, están detectando déficits en el vocabulario y cierta irritabilidad. Los especialistas en problemas de desarrollo cognitivo confirman, en la mayoría de casos, el diagnóstico de retraso en la adquisición del lenguaje debido a una exposición excesiva a las pantallas.
Los llamados «hijos de la pandemia» se ven expuestos constantemente a estímulos visuales y sonoros de las pantallas, en muchas ocasiones, sin la retroalimentación y la interacción con sus padres o tutores. Esta sobreexposición a tabletas y móviles altera el desarrollo natural del cerebro en los menores y puede tener «severas consecuencias», advierten los especialistas.
Muchos padres tienen una percepción errónea del tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas, sin contar las horas en las que el niño está solo frente ellas durante las comidas o las compras. Según María del Pilar Mallada, pediatra española, la exposición promedio de los pacientes supera las dos horas, mientras que las autoridades recomiendan una exposición cero para niños en estas edades.
Los expertos advierten que el lenguaje se desarrolla a través de la interacción del niño con su entorno, y los padres y cuidadores son modelos lingüísticos clave. La exposición excesiva a las pantallas en la etapa lactante puede causar retrasos en el lenguaje, irritabilidad, ansiedad y déficit de atención. Además, el abuso de las pantallas entre adolescentes también ha llevado a problemas de salud como hipertensión, exceso de peso, trastornos oculares y trastornos cognitivos y psicológicos.
Un estudio realizado en 2017 sobre una muestra de 900 niños reveló que el uso de pantallas afectaba al desarrollo del lenguaje en dos de cada diez niños de entre seis meses y dos años. Por cada incremento de 30 minutos en el uso de una pantalla móvil, se observó un 49 % más de riesgo de retraso en el lenguaje expresivo.
Los pediatras subrayan la importancia de concienciar a las familias sobre los riesgos de la exposición excesiva a las pantallas y piden la implicación de padres, entidades y políticos en este problema. La adicción a las pantallas en niños menores de tres años amenaza con convertirse en una epidemia de nuestro siglo, advierten los expertos.