Autora:
María José Ordóñez Iglesias
El pasado jueves 8 de diciembre se efectuó la implosión del edificio Continental Towers, ubicado en El Poblado, Medellín, el cual fue evacuado en 2013 por presentar múltiples fallas estructurales y, funcionales, ocasionadas tras el derrumbe repentino del edificio Space, en el que 12 personas fallecieron.
Ambas edificaciones fueron construidas por la empresa Lérida CDO —sociedad de Álvaro Villegas Moreno y de su hijo Pablo Villegas—. De esta manera se le dio cierre definitivo a dicha historia que afectó a más de un centenar de personas, directa e indirectamente, y que es, hasta ahora, uno de los peores episodios de la ingeniería antioqueña.
«Vamos a cerrar una página de esa clase política que estaba desviando el camino, que estaba mal gobernando, que estafó a muchos ciudadanos, que mató gente por bajar la calidad de los materiales, de los aceros. Esta Medellín se va a poder sentir orgullosa de su infraestructura, ya hay controles más fuertes sobre los edificios que se construyen en la ciudad porque de todos esos errores se aprende», comentó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero.
En el Plan de Acción de Incidente para la implosión participaron 85 personas de diferentes entidades del Distrito, liderados por el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (DAGRD), con el apoyo de Bomberos Medellín, la Policía, el Ejército, el Área Metropolitana, organismos de socorro y Atila Seguridad LTDA.
Desde las 6:00 a. m. iniciaron los despliegues de equipos sociales en la zona para evacuar a las unidades residenciales aledañas. A eso de las 10:00 a. m. se le iba a dar paso a la implosión, tal y como se había programado, pero en la observación de la zona se notificó que aún habían personas en los demás compendios estructurales, lo cual dio lugar a que se materializara la decisión de demolición a las 10:36 a. m.
Alrededor del edificio se congregaron las familias que residían allí para observar, entre lágrimas, la implosión que comprendió un perímetro de seguridad minucioso para evitar cualquier imprevisto u advenimiento que comprometiera la vida de los presentes y de los vecinos del sector.
El mandatario de la ciudad aseveró que «la implosión se ejecutó con éxito» y, adicionalmente, agregó su intención de representar «en esta caída un símbolo de vida y de esperanza sobre el futuro de Medellín, Antioquia y Colombia. Todo lo que ha pasado en este proceso y en estos proyectos nos ha enseñado mucho».
Lo que siguió fue la revisión y la estabilización de las estructuras que quedaron en el sitio inmediato a la implosión, más una inspección técnica detallada. De hecho, los residentes del edificio Interclub tuvieron que desalojar sus viviendas durante 48 horas para que las autoridades encargadas efectuaran las revisiones correspondientes y el procedimiento consecuente con relación a trabajos de limpieza, lavado de tanques de agua, mantenimiento de ascensores y revisión estructural.
En la materialización del colapso se cuidó y preservó la vida de todos los presentes por parte de los delegados que, en conjunto, trabajaron para que esto se hiciera posible de manera impecable.
Es pertinente aclarar que el alcalde Daniel Quintero precisó que los costos de la implosión de Continental Towers no serán asumidos por los propietarios de los apartamentos, sino por los constructores de la edificación, quienes pusieron en riesgo la vida de las personas bajándole la calidad a los materiales que sostenían los compendios.
