¿La burbuja financiera se tragará al mundo?

El doctor en Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia, Jaime García Neumann, señala —en uno de sus artículos publicados— que la especulación financiera debería ser declarada un «delito contra la humanidad»,

- Conflicto

2022-10-27

¿La burbuja financiera se tragará al mundo?

Columnista:

Fabián Andrés Fonseca Castillo 

 

Mucho se ha hablado de la especulación o burbuja financiera, económica o inmobiliaria; no obstante, en términos prácticos o concretos, muchos no saben qué es y, sobre todo, qué efectos puede desembocar su poco ético e ilegal actuar en las economías de los Estados y, principalmente, en el diario vivir de personas comunes y corrientes como usted y yo, de esas que no les alcanza el salario para llegar a fin de mes, o de esas que siempre se les queda algún alimento en el carrito a la hora de hacer mercado. Pero seguramente el desconocimiento generalizado de los términos inicialmente expuestos —por parte de la mayoría de personas— permite que precisamente estos hagan, aún más, de las suyas; como por ejemplo, lograr que su bolsillo no aguante o vaya a la quiebra, o nada más y nada menos que hacer derrocar o abdicar gobiernos y, sin llegar tan lejos, hasta legitimar o auspiciar peligrosos populismos políticos en nuestras débiles y frágiles democracias, eso, sin contar la escalada y el desbordante pánico en los mercados y los consumidores.

Pero, ¿qué es eso de especulación económica o financiera? Según fuentes consultadas es una técnica, táctica, artimaña o maquiavélica práctica de crear crisis y pánico económico desde la mentira y, así, obtener un beneficio particular pasando por encima de los derechos, la estabilidad y decoro de los consumidores, además, poniendo en riesgo la credibilidad, las decisiones, los sistemas y todo aquello del orden socioeconómico y sociopolítico de los Estados democráticos del mundo.

El doctor en Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia, Jaime García Neumann, señala —en uno de sus artículos publicados— que la especulación financiera debería ser declarada un «delito contra la humanidad», dado sus nocivos efectos en el trabajo productivo y en su acción de incitar las crisis y recesiones económicas en los mercados del mundo, llegando así a afectar los derechos humanos, sobre todo, de los más vulnerables del sistema económico mundial.

Uno de los ejemplos más populares de este fenómeno perjudicial y abusivo, fue el ocurrido en Países Bajos, en 1630, en donde hubo un frenesí donde la gente adinerada comenzó a comprar y a revender los derechos de flores (tulipanes), ya que se había especulado sobre sus rentables dividendos para los que las poseyeran, lo loco fue que la compra del derecho a producir o, sembrarlas, llegó a costar igual o más que una misma casa; sin embargo, en el momento de subastar los derechos finales de los cultivos nadie apareció, desencadenando una estampida de gente que prácticamente perdió toda su inversión en estos cultivos, gracias a los imaginarios creados por unos pocos especuladores que hicieron agradar una burbuja de engaños y chismes frente a un negocio de supuestos, y no de realidades o hechos financieros.

De igual manera, sin irnos tan atrás en la historia, miremos la crisis de legitimidad política que está en este momento en Reino Unido con la abrupta, escandalosa y fugaz renuncia de la, hasta hace poco, primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, quien tuvo que retirarse de su cargo gracias a unos errores en falso, pero sobre todo, por aquellas especulaciones e imaginarios, en algunos casos, sin base o piso de sustento económico, pero sí con gran aceptación por los especuladores o delincuentes financieros que lo único que buscan es pescar en río revuelto para obtener las ganancias o dividendos que sus crisis y coyunturas provocan.

No cabe la menor duda de que estamos viviendo una época de noticias no tan buenas, sobre todo, si se empieza y habla por lo económico, pero también no cabe la menor duda de que esto es gracias a la maraña de fake news, principio y gasolina de la especulación, esa misma que hoy hace tambalear los programas-decisiones de gobierno de muchos políticos en el mundo, en especial, la de gobiernos progresistas, o hace quebrar al pequeño o grande inversionista-accionista, o hace que haya monopolios abusivos, subidas descaradas de precios, escasez o desabastecimiento, pobreza-desesperanza, incertidumbre, desigualdad y, además, hace que usted y yo no podamos llegar con todo el mercado a la casa o, que, gracias a las «crisis» los oportunistas políticos de las extremas se apoderen y vendan el discurso de «la salvación» para llegar a las débiles y desesperanzadas sociedades democráticas de hoy, esas, que gracias a dichas «crisis» se convierten en más xenófobas, individualistas y negacionistas de las duras realidades humanas y ambientales de la Tierra. Cabe finalmente preguntarnos: ¿la burbuja se tragará al mundo?

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Fabián Andrés Fonseca Castillo
Soy orgullosamente docente, amante de la justicia e instigador al cambio. Deseo un país educado, lector y pensante. Si amar y escribir son diferentes, para mí son exactamente lo mismo.