Autor:
Deivy Vega
Los fondos privados o AFP en Colombia no pensionan, o al menos, lo hacen muy poco. El año pasado estos fondos solo pensionaron a 28 454 beneficiarios, mientras que otros 66 935 no pudieron pensionarse y solicitaron la devolución de saldos . Es decir, en las AFP solo el 29 % de los solicitantes anuales logran recibir una pensión. En cambio, en Colpensiones esa proporción es del 55 % .¿Por qué entonces se vende el engaño de que al 95 % de los colombianos les conviene estar en un fondo privado antes que Colpensiones?
La cultura del engaño parece ser el modus operandi en los fondos privados. Es normal ver a sus defensores acudir a argumentos falsos y pretenciosos para proteger sus intereses. Por ejemplo, el mes pasado el vicepresidente de Asofondos (gremio de AFP) Daniel Wills compartió un tuit en el que defendía las AFP al afirmar: «La proporción de quienes se pueden pensionar es menor en Colpensiones»
Un argumento que se hace evidentemente falso cuando se corrobora que, en el 2020 Colpensiones pensionó a 101 945 colombianos, mientras que las AFP pensionaron a 28 454. Por tanto, es evidente que la proporción de quienes se pudieron pensionar en el 2020 es mayor en Colpensiones que en cualquier AFP. Esto es especialmente alarmante si se considera que las AFP tienen más de 16 millones de afiliados frente a poco menos de siete millones de afiliados a Colpensiones. Es decir, aunque las AFP tienen casi tres veces más afiliados que Colpensiones, al final solo pensionan al 21 % de quienes se logran pensionar anualmente. En cambio, con más de 10 millones de afiliados menos, Colpensiones logra pensionar al 79 % de pensionados anuales del país.
Con estas cifras, es claro que Colpensiones es mucho mejor para pensionar que los AFP. Aun así, es frecuente ver sus defensores como Santiago Montenegro (presidente de Asofondos) afirmar que los fondos privados «son la mejor opción para 95% de los afiliados», basado en que los montos de la devolución de saldos de las AFP son considerablemente mayores que la indemnización sustitutiva que entrega Colpensiones (La República, 2020).
Este argumento reafirma la incapacidad de las AFP de cumplir con el propósito bajo el cual fueron creadas en la Ley 100 de 1993. Los defensores de los fondos privados deben recurrir al triste escenario en el que un colombiano llega a la edad de pensión (57 en mujeres y 62 en hombres), no logra pensionarse y retira sus saldos, para defender la supuesta conveniencia de las AFP. En ese caso, ¿por qué insistir en venderse como fondos de pensión, si el valor agregado de las AFP está justamente en no pensionar? Recordemos que el año pasado solo a 20 587 afiliados a las AFP se les fue reconocida la pensión a vejez, mientras que a 66 935 restantes les devolvieron los saldos. Es decir, solo el 23,52 % de los afiliados que llegaron a la edad de pensión en los fondos privados lograron pensionarse por vejez. Mientras que en Colpensiones esa proporción alcanza el 46 %.
Lo más preocupante es que la gran mayoría de los pensionados en las AFP lo hacen con un salario mínimo a través del Fondo de Garantía de la Pensión Mínima (FGPM). Este fondo se financia con los aportes de los afiliados a los fondos privados. Esto es, el mérito de las pensiones a través del FGPM no es de las AFP si no de los mismos afiliados. En este sentido, el FGPM vendría siendo una especie de subsidio cruzado entre afiliados que demuestra que los fondos privados dependen de la llamada «solidaridad intergeneracional» y que esta dependencia no está únicamente ligada a los sistemas pensionales de reparto (Salazar, 2011).
Vale la pena tomar en cuenta que, de los 20 587 pensionados por vejez en las AFP, 16 697 lo lograron gracias al FGPM. Lo que quiere decir que, sin el FGPM, las AFP solo habrían pensionado a 3890 afiliados en el 2020. Esto demuestra que en una gran proporción (81 %) los fondos privados no pensionan en Colombia y que estas dependen en gran medida de subsidios de sus afiliados.
Ante esta realidad es evidente que una futura reforma pensional debe priorizar la intervención a los fondos privados antes que pretender desmejorar a Colpensiones. No se puede ignorar el hecho de que las AFP pensionan proporcionalmente mucho menos que Colpensiones, y que, además, la mayor parte de estas pensiones son gracias a la «solidaridad» de sus afiliados a través del FGPM. Como se constató en el 2020, los fondos privados se dedican mayoritariamente a devolver saldos y no a otorgar pensiones, lo que demuestra la incapacidad de las AFP de cumplir con el propósito bajo el cual fueron creadas: pensionar. Por tanto, debemos recalcar que la función del Sistema General de Pensiones es pensionar y, en este sentido, la apuesta en Colombia debe ser por el fortalecimiento de Colpensiones, ya que ha demostrado ser el que mejor cumple este propósito a diferencia de las AFP.
Fuentes:
1. Derecho de petición personal a Asofondos. URL: https://drive.google.com/file/d/1PBYXCeScOEDYb3nTZCnIh-QSUyME19oh/view
2. Informe de gestión 2020 de Colpensiones. Página 10 con información de afiliados, página 35 en información sobre prestaciones económicas decididas. Recuperado de: https://www.colpensiones.gov.co/documentos/832/2020/
3. Salazar-Guatibonza, F. E. (2011). Cobertura y acceso a la garantía de pensión mínima en el sistema de pensiones colombiano. Cuadernos de contabilidad, 12(31), 491-520.
4. La República (2020). (María Alejandra Ruiz Rico) “Cerca de 83% de los afiliados a las AFP en Colombia tienen menos de 44 años de edad”. Recuperado de: https://www.larepublica.co/finanzas/cerca-de-83-de-los-afiliados-a-las-afp-en-colombia-tienen-menos-de-44-anos-2969081
Ilustración: cortesía de Randy Mora.