Autor:
Mateo A. Rodríguez Pacheco
A lo largo de la historia él ser humano siempre ha buscado un culpable para sus desgracias, las víctimas de esta forma de pensar han sido los judíos, ellos han sido culpados de múltiples cosas a lo largo de la historia, gracias a esto la humanidad generó mucho resentimiento en contra de ellos. Al punto de que se creó una corriente de pensamiento llamada antisemitismo, este se basaba en el odio hacia los judíos y prejuicios religiosos, raciales, culturales y étnicos en contra de ellos. Y aunque, el término no fue usado hasta 1879 por el alemán Wilhem Marr.
La repulsión y la discriminación hacia los judíos ya estaba presente desde la antigüedad, ya que la Iglesia los había presentado como los culpables de asesinar al mesías. Gracias a esto, usaron falsas acusaciones en la Edad Media para hacerlos culpables de varias problemáticas, una de ellas era que profanaban hostias sagradas y que asesinaban niños con el fin de hacer rituales. Debido a ello se les prohibía ejercer una gran cantidad de labores y como resultado, se vieron obligados a ser prestamistas o recaudadores, lo que aumentó indudablemente los prejuicios y el rechazo hacia ellos.
Luego de una larga lucha contra la discriminación y el odio, los judíos en el siglo XIX lograron a igualdad política en Europa occidental, pero esto empeoro la situación, el odio ya no sería solo religioso, ahora también sería político. Ahora los judíos eran acusados de monopolizar profesiones como médicos o abogados. Pero, habría dos acusaciones aún más graves, una de estas sería que los judíos fueron los culpables de la peste negra donde murió el 40 % de la población europea, y la otra fue que gracias a que los alemanes no aceptaron de buena manera su derrota en la Primera Guerra Mundial, empezaron a difundir una teoría llamada «una puñalada en la espalda», según esta Alemania no había perdido en el campo de batalla, lo hizo por la traición de los judíos en el propio campo.
Todo ese odio contra los judíos estalló con la llegada de la Alemania nazi, donde sucedió uno de los mayores genocidios de la historia, conocido como el Holocausto. En el que según expertos hubo once millones de muertes de diferentes grupos étnicos, políticos e ideológicos, pero donde la mayoría de las víctimas fueron judíos; no se sabe el número exacto, pero historiadores como Raul Hilberg manejan una cifra de entre cinco y seis millones de judíos asesinados. Además de las distintas cifras, la cantidad de personas sometidas a tratos crueles e inhumanos. Es importante que las personas conozcan cómo el ser humano busca siempre un culpable a fin de que deje de repetir este comportamiento, porque lo único que traerá serán tragedias. Odiando y discriminado a otro grupo social, étnico, racial o ideológico no se va a solucionar nada.
Como dijo Maya Angelou, «el odio ha causado muchos problemas, pero nunca ha ayudado a solucionar alguno». Aunque el antisemitismo ha disminuido notablemente, el ser humano no deja de buscar culpables para sus desgracias. En América Latina los venezolanos han empezado a ser los culpables de todo, esto ha generado muchos prejuicios y gran discriminación en contra de ellos.
Por ejemplo, en Colombia es común que si hay algún robo las personas piensen que un venezolano, o «veneco» como les suelen decir de forma despectiva, sea el culpable. También se les suele echar la culpa del desempleo, pues se dice que ellos le roban el empleo al colombiano. Últimamente, son los culpables de todas las desgracias en Latinoamérica, lo cual ha conllevado a que se genere odio en contra de ellos y una inmensa discriminación.
El latinoamericano, según Acnur, se asocia la llegada de los venezolanos a su país con desempleo, criminalidad, prostitución y venta de drogas. Estos prejuicios han llegado tan lejos, que en Cúcuta han difundido panfletos amenazándolos de muerte. O en Brasil, un hombre prendió fuego a una casa con 31 refugiados venezolanos. Pero, no solo es esto, además de personas del común, figuras públicas como la alcaldesa Claudia López, han promovido la discriminación, buscando crear un comando especial contra migrantes criminales, una medida muy similar a la que tenía la Alemania nazi.
Sin embargo, no todo queda ahí. Declaraciones como: «No quiero estigmatizar a los venezolanos, pero hay unos que, en serio, nos están haciendo la vida de cuadritos. Aquí el que venga a trabajar bienvenido sea, pero el que venga a delinquir deberíamos deportarlo inmediatamente», ha hecho influido en cómo los colombianos perciben a los venezolanos, y esto lo podemos ver en una encuesta de Invamer, donde el 69 % de los encuestados tuvieron una opinión desfavorable acerca de los migrantes. No obstante, esta percepción no va con la realidad. Según Migración Colombia, la población venezolana representa el 3,6 %, y solo el 0,63 % de los delitos son cometidos por venezolanos.
El ser humano debe dejar de buscar un culpable para todo, si este sigue repitiendo tales conductas puede llegar a causar desastres similares a lo sucedido con el Holocausto y no logrará resolver nada. Se debe entender que siempre habrá grupos diferentes, y que estos están condicionados por sus circunstancias y no porque tengan costumbres o piensen diferente a ellos, deben ser juzgados. También se debe dejar de generalizar, no porque alguien de un grupo cometa un error todos van a pagar ese precio. Otra cosa que le falta al individuo es implementar la empatía, el ser humano se debe poner en los zapatos del otro y entender que la discriminación, el rechazo y el odio solo logran afectar más a un grupo que ya viene herido.