Columnista:
Daniel Alexander Montoya
En realidad esta historia resulta tan familiar como igual de cómica. No solamente por quienes actúan, sino también por quienes se inhiben. Hace unos días, la Agencia Nacional de Minería (ANM), por medio del Auto 00065 del 15 de junio, citó a «audiencia pública en Pácora, Caldas para la socialización de 22 propuestas de concesión”, esto es, «el contrato que celebran el Estado y un particular para efectuar, por cuenta y riesgo de este último, los estudios, trabajos y obras de exploración de minerales de propiedad estatal que puedan encontrarse dentro de una zona determinada. Dichos minerales se explotan en los términos y condiciones establecidos en la ley (Código de Minas)».
Así las cosas, la ANM presentaría en ese auto, a quien sería su oferente: «Por medio del cual se reanuda la celebración de la audiencia y participación de terceros, dentro del trámite de la propuesta de contrato de concesión No. CAG-141, KHE-08031, 501315, 501795, 501558, 501715, se toman otras disposiciones».
La empresa que se llevaría el botín de oro solo para este caso, —porque hay más—, es la compañía minera y de origen, Anglo Gold Ashanti, que además renquea en el tercer puesto como una de las mejores industrias para la extracción de oro en el mundo.
De hecho, la ANM le concedió 734 hectáreas. Lo que resulta llamativo de todo esto, es que buena parte de esas hectáreas no solamente le pertenecen al municipio de Pácora, sino también en buena medida a otros tres municipios de Caldas: Marmato, La Merced y Supía.
Pues bien, hace unos días, el pasado 20 de julio, —mucho después de que se produjera el comunicado de la Agencia Nacional de Minería y solo lo haría después de que algunos columnistas del departamento empezaran a hablar sobre el tema—, la empresa minera Anglo Gold Ashanti, por medio de un comunicado de prensa, dijo no tener interés alguno en obtener títulos mineros en el departamento de caldas, entre otras cosas, porque en lo que respecta a Pácora, desde 2019 había cedido el derecho a la propuesta de concesión.
«AngloGold Ashanti no tiene interés de desarrollar exploración o explotación minera en el departamento de Caldas» y «Desde 2019 la compañía cedió los derechos sobre las propuestas de concesión en Pácora con la empresa Royal Road Minerals», dice en el comunicado de prensa.
Pero también señala en ese mismo comunicado y sin chistar, que las exploraciones mineras son necesarias en nuestro país:
«Las actividades de exploración minera que se desarrollan en el marco de la legalidad en Colombia son necesarias para que el país pueda conocer el potencial mineral, ambiental, y económico que nos ofrece la naturaleza, y así permitir que las comunidades puedan desarrollar sus territorios de manera sostenible con todas las vocaciones propias de nuestro país».
¿Por qué si la Anglo Gold Ashanti había cedido ya el derecho sobre la propuesta de concesión del municipio de Pácora, Caldas desde el año 2019, aparece de nuevo como oferente en auto de la Agencia Nacional de Minería (ANM) del año 2021, en el mismo municipio y con la misma motivación? Si la Anglo Gold Ashanti no está interesada en desarrollar exploraciones mineras en Caldas, ¿cómo se explica entonces que en el Auto 00065 de la ANM aparezcan, además de Pacora, tres municipios más? ¿Quién miente? ¿A qué juegan?
Por si todo esto fuera poco, quienes deberían haber estado a la vanguardia desde un principio sobre lo que acontecía con los títulos mineros en el departamento de Caldas, —entre otras, porque la economía del departamento es cafetera y agrícola, y además está reconocido por la UNESCO como Paisaje Cultual Cafetero—, esto es, la Federación Nacional de Cafeteros se encontraba plácidamente en la retaguardia.
Por eso, ante la intempestiva pesquisa que le hizo Radio Nacional de Colombia a la funcionaria encargada del Paisaje Cultural Cafetero, entidad adscrita a la FNC, sobre si «tenían algún concepto o reacción frente a las licencias en trámite en la Agencia Nacional de Minería en los municipios en caldas». La funcionaria solamente atinó a decir: «que le indicaremos cuál es la ubicación de las solicitudes, para con esa información realizar la verificación y entregar una respuesta».
El mundo al revés.
