Columnista:
Marcela Martínez
Últimamente, muchas personas se preguntan de forma constante, ¿de qué manera puede ayudar a mejorar la situación de Colombia? El estallido social ha mostrado de varias formas las necesidades y urgencias que tienen el país y, por lo tanto, se evidencia que se debe hacer algo para cambiarlo. En respuesta a este interrogante muchas personas y organizaciones han realizado campañas encantadoras para invitar a inscribir la cédula o revisar el lugar de votación, invitando de forma directa a que todos ejerzan su derecho constitucional. Sin duda alguna, a pesar de las notables irregularidades que se dan en la Registraduría, con veeduría ciudadana y una votación histórica podría lograrse dar un revés a favor del cambio, como en otros países latinoamericanos se ha dado en el pasado reciente.
Hoy desde mi humilde hogar, me uno a dar respuesta a esta pregunta con otra campaña importante; ir preparando la respuesta desde ya, para ese primo, ese vecino, esa tía o ese hermano que depende de los politiqueros corruptos de siempre para tener un empleo. Mi propuesta es que planteemos dos opciones de respuesta cuando nos digan ¿me colabora votando por «el de siempre»; o la moza, esposa, prima o hermano del «de siempre»?
La primera opción es la que menos conflicto tendría; sumercé le dice que sí, como en cada proceso electoral, que con todo el gusto lo apoya, pero como en Colombia el voto es secreto, usted llega a su mesa de votación (si no sabe cuál es, en este enlace le dicen) y entonces vota por el candidato que usted desee; no por el que le dijeron.
La segunda opción, que en este caso resultaría la menos «cómoda», es plantearle a ese familiar, amigo o vecino que con toda sinceridad y de manera consciente, usted decidió aportar al cambio de este país y desde su casa y sus acciones debe ser coherente con ese cambio y no puede votar por un candidato o una candidata que tiene nexos con el narcotráfico, o porque ese sujeto no tiene la preparación académica que requiere para gobernar y administrar, o porque sus propuestas solo apoyan el bienestar de los empresarios que ya son millonarios pero siguen desangrando la nación para ser más millonarios.
Puede plantear, por ejemplo, que ese candidato x por el que le pide votar pertenece a un partido que votó en contra de una moción de censura de un ministro que llamó a los niños del país «máquinas de guerra» y encima, ese mismo ministro se fue de vacaciones para Miami cuando la Policía que dirige no solo no protege a los civiles, sino que además los asesina.
En fin, las razones que usted puede encontrar son tantas y tan públicas, que con solo buscar en Google el nombre de alguno de los candidatos, encontrará informes de estos periodistas responsables y maravillosos que nos muestran lo que la Fiscalía y la Procuraduría tapan. Finalmente, de nuevo con esta respuesta consecuente y sincera usted llegará a su mesa de votación y ejercerá su derecho con la elección de ese candidato que usted ya investigó, que ya está seguro de que no representa los intereses de Fedegán ni a un paramilitar ni a un narcotraficante ni a un abusador o mentiroso que finge ser abogado; pero mejor aún, que tiene en su hoja de vida el bagaje y la experiencia para realizar una toma de decisiones que beneficie el medio ambiente, nuestra dignidad y derechos fundamentales.
En cualquiera de las dos respuestas que usted decida elegir, estará apoyando a su amigo, a su prima, a su hermano o vecino, para que pueda tener un trabajo digno, sin rogarle a nadie, sin tener que compartir su sueldo con ningún personaje, sin tener que permitir que le hagan mil descuentos a sus ingresos para aportar al desangre económico de Colombia, o de cualquier municipio o departamento.
Yo tengo esperanza, tengo en mente la posibilidad de otra Colombia, una Colombia que es responsabilidad de cada uno, compartamos nuestras ideas, hagámoslas visibles por diferentes mediaciones, no permitamos que las brechas tecnológicas las estanquen o las limiten a unos cuantos, volteemos las estrategias utilizando medios alternativos para que los dos canales de siempre no nos nublen las mayorías. Cada colombiano hoy está en campaña por el país que merece.