Columnista:
Isaías Molina Jácome
Me parece increíble, pero los medios alternativos y la ciudadanía, sin proponérselo, llevaron al terreno de la acción, el concepto teórico conocido como periodismo transmedia. Se trata de la historia, que podría denominarse: «Todo es culpa de Petro», una pieza cross media, que está siendo contada y se ha extendido, en distintas plataformas digitales.
El punto de arranque o su despegue, tal vez ocurrió el 11 de diciembre de 2019, cuando el columnista del medio Publimetro, Adolfo Zableh, publicó un texto titulado Culpa de Petro, donde argumenta que sus detractores lo acusan de todo lo negativo que ocurre en el país y aunque el origen se pierda en los cientos de sitios web de la red, lo cierto es que, en el contexto del Paro nacional está narrativa ha tomado un gran impulso.
Otro aspecto que hay que analizar es la estrategia de desinformación mediática imperante, que incluye a la criticada Revista Semana, cuya portada del 22 de mayo, contenía un montaje fotográfico, que se constituyó en un verdadero misil simbólico. En la imagen aparece el senador Gustavo Petro, convertido en un Diablo, acompañado de un texto escrito en mayúscula sostenida, cuyo significado es un grito: PETRO, ¡BASTA YA!
Sin duda, la imagen construye una realidad mediática, en la que solo hay dos bandos: uno bueno y otro malo. Al fondo del montaje fotográfico, detrás de la imagen de Petro, hay un fuego infernal, y debajo de su rostro un párrafo que dice lo siguiente: «Gustavo Petro es el protagonista del paro, y sus redes sociales atizan la hoguera. Con un país acosado por la violencia, en una profunda crisis económica y transitando hacia la anarquía, le llegó la hora de pensar primero en Colombia que, en conquistar, como sea, la presidencia».
Ese mismo 22 de mayo, a través de Twitter la Oficina de Comunicaciones y Prensa, del senador Petro emitió un comunicado de rechazo, denunciando a este medio tradicional, que es propiedad del grupo económico Gilinski, donde le increpa a su directora de abusar de la libertad de expresión y asegura que el hecho pone en peligro su vida, la de su familia, la de su grupo de trabajo y los partidarios de su movimiento político.
¿Por qué la narrativa «Todo es culpa de Petro», se configura como periodismo transmedia? Eso se entiende mejor al indagar en el término «transmedia», que a simple vista parece novedoso y desconocido, pero en realidad en 2021 cumple su mayoría de edad; es decir, que lleva 18 años en el mundo académico, aunque según el investigador Carlos Scolari, su nacimiento se podría rastrear mucho antes de esa fecha.
De acuerdo con Scolari, quien enseña en la Universidad Pompeu Fabra, de España, y es autor del libro Narrativas transmedia: cuando todos los medios cuentan, el primero que acuñó el término de transmedia storytelling o narrativas transmedia fue el profesor Henry Jenkins, de la University of Southern California, quien en 2003, en la revista Technology Review, se refiere a un tipo de relato, donde la historia se despliega, a través de múltiples medios y plataformas de comunicación, y en el que una parte de los consumidores asumen un rol activo, en ese proceso de expansión.
Por eso no es casualidad que esto haya ocurrido a través de redes sociales como YouTube, Twitter o Facebook. Además, que se evidencie la participación activa de los usuarios en el relato.
La culpa es de Uribe
En la historia «La culpa es de Petro», la portada que diseñó la Revista Semana fue el detonante del involucramiento de los usuarios, que la resignificaron con otras versiones alternativas. En una de ellas, aparece el expresidente Álvaro Uribe Vélez, a quienes los usuarios en las redes sociales le atribuyen la verdadera responsabilidad del estallido social, y con técnicas de manipulación digital, convirtieron su rostro en un símbolo de la muerte, con el título reescrito de URIBE, ¡BASTA YA!
En otra, aparece la directora de la revista, Vicky Dávila, con el fuego del infierno de fondo y el letrero de: VICKY, ¡BASTA YA!, pero como si eso no fuera suficiente circula otra donde reza: CONDENADO SUEGRO CORRUPTO DE VICKY DÁVILA, acompañada de las fotos de su esposo y su suegro, el exgobernador del departamento del Cesar, Lucas Gnecco Cerchar, quien fue condenado por la justicia colombiana.
Con lo anterior se demuestra que la narrativa analizada se empezó a expandir como lo dice Scolari a otros medios, como sucedió con La Pulla, un reconocido producto periodístico, del diario El Espectador, que hoy tiene casi 363 000 seguidores, en Twitter; más de 1,2 millones de suscriptores en YouTube y más de 5 millones en Facebook.
En este espacio de periodismo de opinión, los videocolumnistas le dedicaron un programa completo, que circuló en redes sociales, el 31 de mayo, y con esto se evidencia no solo su expansión en el ecosistema mediático, sino su continuidad; dos de las características del periodismo transmedia. La última versión de esta pieza narrativa apareció el pasado 1 de junio, en el formato de dibujos animados, del sitio web Trineo.tv, que produce la serie Vida pública show, y cuya página de Facebook alcanza más de 2 millones de seguidores.
Aquí uno observa que la narrativa coloniza otro planeta comunicativo y que, durante 1 minuto y 15 segundos, los creadores contrargumentan el mensaje, con escenas caricaturizadas y exhortan a la audiencia a inscribir la cédula y a votar en las próximas elecciones; esto es, a participar en la vida política del país. ¿Qué sigue ahora?, habrá que esperar otra nueva secuela y su mutación en el universo del periodismo transmedia.