Columnista:
Álvarez Cristian
El pasado fin de semana, la protesta pacífica realizada en los bajos del puente de la calle 4 sur en Medellín fue empañada por un sujeto que desde una camioneta accionó un arma en contra de los manifestantes.
El hecho —que recordó lo vivido en Cali cuando los habitantes del barrio de estrato alto de Ciudad Jardín accionaron armas de fuego contra miembros de la minga indígena—fue difundido y repudiado en redes sociales.
A través de su cuenta de Twitter, el alcalde de Medellín Daniel Quintero dio orden perentoria de ubicar al que accionó el arma y llevarlo ante la justicia.
24 horas después, el mismo Quintero indicó el pasado domingo —nuevamente desde Twitter— que ya se había logrado la identificación del vehículo (así como de su propietario) desde el que se habían hecho los disparos con arma traumática.
«Quiero ser tan claro como sea posible: Estos hechos en nuestra ciudad no son tolerados y serán castigados con todo el peso de la ley», escribió Quintero.
Ese mismo día trascendió que el hombre que disparó el arma se había entregado a las autoridades.
«Estoy aquí presentando disculpas públicas por los hechos presentados el día de ayer. Unos manifestantes bloquearon la vía y tomé la decisión de evadir la manifestación, escuché arengas y lanzamiento de objetos contra mi vehículo», expresó el acusado.
Sin embargo, esa sensación de justicia que había querido transmitir el alcalde Quintero se desinfló completamente cuando Noticias Caracol informó que el hombre que admitió disparar el arma, por ahora solo tendrá una sanción tipo II que contempla una multa de 240 000 pesos.
No obstante, si el sujeto pensó que «la había sacado barata», debió replantear su postura cuando este martes se descubrió que la camioneta desde la que se hicieron los disparos posee la placa FBW541 correspondiente a una camioneta Toyota Prado, modelo 2006 de color gris.
Dicho vehículo resultó ser propiedad de Sergio Andrés Marín Solís, quien desde 2020 casualmente es el representante legal de la empresa Inversiones Afrosoul S.A.S. con NIT 901323731–0.
Esta empresa es encargada de comercializar las prendas de vestir de las marcas Afrosoul y Calles de Medellín, las cuales irónicamente son muy usadas por la juventud de la capital antioqueña ya que se caracterizan por «irradiar buena vibra» y conceptos más ubicados en el pacifismo.
Con el pasar de las horas, trascendió el rumor de que fue el mismo Marín quien accionó el arma traumática contra los jóvenes que se encontraban en el plantón de la calle 4 sur, entre los que muy seguramente habrían algunos vestidos con las gorras o camisetas de su compañía.
Finalmente, el Departamento Administrativo de Afrosoul confirmó que fue Marín quien estuvo involucrado en los hechos a la vez que comunicó que cortó todo vínculo administrativo y laboral con la marca, «ya que el error cometido debido al pánico de la situación generó hechos que no representan los valores institucionales de la marca».
Por ahora, se ha informado que el abogado Jaime Jiménez ha interpuesto denuncia contra Marín Solís por los delitos de terrorismo, tentativa de homicidio y porte ilegal de armas ante la Fiscalía General de la Nación.
De igual forma, el abogado solicitó que «en línea con la orden impartida por el fiscal general de la nación, se proceda de manera expedita a expedir la medida cautelar de extinción de dominio contra el vehículo de placas FBW541 por haber sido usado para atacar manifestantes».
