Columnista:
Esteban Jiménez Arcila
Señor presidente, tenemos alerta hospitalaria de COVID-19 (que es muy grave), pero Colombia entera agoniza con el hambre y la pobreza que usted y su Gobierno están generando. Respétenos y retire esa reforma.
Estamos bajo un momento de la historia lleno de incertidumbre. El país vivencia uno de los peores Gobiernos que ha tenido en su historia. La indolencia pura, el respaldo a los poderosos, el empobrecimiento a la ciudadanía, la ineficiente administración de Colombia y además, el atraso generacional que nos dejará Iván Duque no tiene precedentes.
Reconstruir es la palabra que debería sonar para el 2022. Sencillamente, es lo que debe hacer la próxima persona que ocupe el cargo de jefe de Estado porque lo que hemos visto durante estos años de aquellos que decían; que no subirán impuestos; que no seríamos como Venezuela; que no se atacaría a la democracia; que no permitirían mil y unas otras promesas, pues mintieron y bien feo porque están destruyendo el futuro de toda esta nación.
La crisis de la pandemia puso a prueba a todos los presidentes del mundo y ellos serán juzgados por la forma como dirigieron la situación. La responsabilidad sí es de ellos porque fueron elegidos para ser quienes lideren, quienes busquen soluciones pero sobre todo son ellos los responsables de toda acción u omisión.
Tenemos que recordar que unos meses antes de que nos encerraran, producto de la pandemia, nuestro país fue testigo de las marchas más respaldadas en la historia. El mensaje era contundente: «No más Duque». El país ya estaba cansado de él en 2019. En 2020 lo salvó la llegada de la pandemia, en 2021 lo está salvando el que la gente esté preocupada por comer y reactivar sus vidas; solo por eso va a poder terminar su mandato en agosto de 2022. Pero si aprueban esta reforma presiento que este país se va a movilizar para sacarlo de la Casa de Nariño.
Iván Duque ha sido el peor dolor de cabeza de Álvaro Uribe y su manada, nunca se esperaron que iban a colocar a un ser tan ineficiente, despistado y tan pésimo gerente que iba a orquestar el mejor camino para otro Gobierno distinto a ellos, en especial, el último Gobierno uribista. El uribismo demostró que no es capaz de gobernar a Colombia, pésima gerencia para nuestra empresa.
Ya no da miedo Gustavo Petro, ahora da más miedo otro Gobierno uribista. Hemos comprobado que no saben nada de administrar un país. Demostraron lo mejor que le pudo pasar a Petro, que ellos en verdad nunca tenían proyectos o visión de país. Le han trazado el mejor camino para enseñarle a la gente por medio de esta mala experiencia que a quien nunca se debió elegir fue a un Duque, que por cierto tiene más cara de ser una galleta «ducales» que ser un duque.
En Colombia se debe tener claro que marchar en estos tiempos es un arma de doble filo. Sencillamente, por un lado, el tema del COVID-19 pero por otro lado, la incertidumbre que esta nueva reforma tributaria nos quiebre por completo. Es inaudito y mezquino presentar una reforma de esas en medio de una crisis donde la gente no tiene ni siquiera para comer.
Este es un país con unas inequidades increíbles. Es muy lamentable que usen como pretexto la pandemia que se nos ha llevado sueños, metas, comercios, empleos, patrimonio, etc. A todos nos ha dado durísimo esta crisis, pero no debemos ser los ciudadanos los que tengamos que aceptar cada vez reformas y reformas por la mala administración de un país.
Estamos tan acostumbrados a que nos pongan impuestos que si hoy revisamos todos los tipos de impuestos, estampillas y demás que pagamos sería sorprendente pensar en que eso hemos permitido al no marchar, al no revelarnos, al no indignarnos, al no sacudirnos. Somos cómplices de que nos cueste tanto salir adelante en esta país.
No podemos ser los colombianos de bien: aquellos que trabajamos con esfuerzo, con dedicación, con honradez los que paguemos las malas acciones de este Gobierno tan nefasto para todos. En sentido de protesta hoy dirijo mi columna a modo de reflexión. Es el momento de decir no de todas las formas pacíficas posibles. Es el momento de impedir que Iván Duque y sus secuaces sigan empobreciendo a Colombia.
Duele ver cómo en una pandemia este ineficiente, indolente e inhumano presidente gastó nuestros recursos de la peor manera. De la manera más dudosa, cuestionable y poco visible; ahora nos quiere terminar de socavar con más ahogos económicos. Sí hay plata para destinar mal los recursos e incluso para comprar aviones de guerra, pero no para impedir un acto tan maligno para el bolsillo de esta generación.
Este Gobierno maltrata a todos. Al empresariado cumplido en sus impuestos, al mediano y pequeño comerciante, al pensionado, al trabajador, al informal, a todos. No es marchar o indignarse porque sí. Es incomodarse porque esto nos afecta a todos. Si permitimos esta reforma y todo este mal manejo de esta administración el atraso que viviremos será peor que el de Venezuela.
Hay que incomodarse, hay que molestarse, pero sobre todo hay que accionar colombiano. Unámonos por no permitir pagar más impuestos, no podemos llamarnos IVA, merecemos llamarnos colombianos. No más, no le permitas más, no lo aceptes más. Colombia nos necesita a todos. ¿Aprendiste la lección? Entonces, nunca más un Gobierno uribista.