Columnista:
Ancízar Villada Vergara
La semana pasada, el candidato presidencial Sergio Fajardo fue invitado al programa Mesa Capital de Ariel Ávila a fin de abordar tres temas en específico: el tema de las encuestas, Petro, Uribe e Hidroituango, una entrevista que duró casi una hora de puro aburrimiento gracias a la verborrea de Sergio Fajardo, pero la entrevista también permite analizar la dirección en la que va el canal público que actualmente está en posesión de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, cuyos «expertos e intelectuales»: Ariel Ávila y Carolina Sanín llenan el Canal Capital de sabiduría para la televisión pública.
Sobre el primer tema: las encuestas y las coaliciones en las próximas elecciones, Fajardo dijo que aún falta mucho para las elecciones y afirmó no estar pensando todavía en una segunda vuelta, ni está interesado en coaliciones con la derecha y la izquierda. También, se refirió a que por ahora se queda en una coalición de centro, denominada «Coalición de la Esperanza», conformada por Juan Fernando Cristo, Humberto de la Calle, Jorge Robledo, Angela María Robledo y Juan Manuel Galán.
Sobre el asunto de la polarización, quiso fundamentar su discurso argumentando que hay que evitar los extremos, Fajardo en la entrevista se puso en el centro ante los dos polos que él denominó como «el miedo y la rabia» (haciendo clara referencia al uribismo y al petrismo) diciendo que en la mitad está él; siendo él, el representante de la «Esperanza». ¿Esperanza de quién o para quién? ¿Acaso piensa poner a Esperanza Gómez como vicepresidenta para salvar a Colombia del «castrochavismo» —o como le dicen ahora—, el «petromadurismo»? En realidad no se entiende qué quiere decir Fajardo con que él es la esperanza para Colombia, puesto que se observa a un candidato frío, algunos le dicen tibio, pero se trata de un candidato sin ideas, sin un programa ni un proyecto político claro, tampoco tiene en claro un proyecto de país, y pretende con esa vaga argumentación de que «los extremos son malos» que la gente se va a convencer de que vote por él.
Fue interesante observar detenidamente la entrevista, puesto que al tratarse del Canal Capital, cuya dueña es la actual alcaldesa de Bogotá, Claudia López que a su vez fue la fórmula vicepresidencial de Fajardo, y el hecho de que haya puesto a una de las personas más cercanas a la alcaldesa (el politólogo Ariel Ávila) se pudo entrever claramente una disposición para que el candidato Fajardo pudiera victimizarse, siendo el entrevistador cómplice e inclusive participante de la victimización de Fajardo. Si se observa bien la entrevista, Fajardo en la primera media hora se dedicó a relatar las supuestas agresiones e insultos de las cuales es «víctima» en redes sociales.
Desde el punto de vista de Fajardo, el candidato Gustavo Petro y sus seguidores dicen mentiras, hacen acusaciones falsas y lanzan fake news en contra de él, argumentos a los cuales el entrevistador Ariel Ávila se sumó, diciendo: «Yo sé que las redes se van a encender con lo que voy a preguntar (…) a usted lo llevan sicariando moralmente los últimos dos años, en eso estoy de acuerdo con usted». Sumándose de esta manera a la retórica victimizante que busca mostrar al candidato Fajardo como un hombre decente, limpio y que no se mete a insultar ni a responder las acusaciones que le hacen.
Llama la atención que desde los personajes políticos y mediáticos de la Coalición de la Esperanza deseen diferenciarse del uribismo y el petrismo diciendo que ambos representan la polarización y que por lo tanto, son lo mismo; y al mismo tiempo, utilicen la figura retórica del «sicariato moral» término utilizado por los mismos personajes de los que ellos desean diferenciarse.
Siguiendo su estrategia retórica, Fajardo dio vueltas y vueltas para responder las preguntas y para decir en pocas palabras que no responde las acusaciones que le hacen con la finalidad de no pelearse con nadie, pero si estas acusaciones que se hacen contra él están fundadas por las actuaciones durante la carrera pública del candidato, él tiene el deber de responder ante la opinión pública por las denuncias de los movimientos sociales y comunidades afectadas por el proyecto Hidroituango, al igual que los demás alcaldes y gobernadores responsables del proyecto, respetando siempre la presunción de inocencia. Todos esos personajes deben esclarecer los hechos que todos conocemos ante la opinión pública.
En fin, la entrevista en términos generales fue vacía desde todo punto de vista, pareció un monólogo, el entrevistador no cuestionaba las afirmaciones del candidato y mostró clara simpatía frente a él. Esto no quita el hecho de que el señor Ávila es un excelente investigador, pero como personaje mediático al servicio del Canal Capital, su labor es cuestionable al tratar de legitimar el discurso victimizante de Fajardo. Para concluir, es importante que la opinión pública no se deje ver la cara frente a estas estrategias mediáticas. Estamos viendo cómo desde Semana se hace campaña directamente al uribismo, Canal Capital hace campaña para Fajardo y desde el proyecto del Tercer Canal se hace campaña para Petro, estamos presenciando de manera informal el inicio de la campaña presidencial de 2022; preparen palomitas estimados lectores interesados en los asuntos públicos, porque esto apenas comienza.