El nuevo ministro de la Guerra

En mi concepto, el ministro Molano es un desalmado, por las diferentes declaraciones en medios de comunicación, al indicar que los menores asesinados en el operativo son «máquinas de guerra».

Opina - Conflicto

2021-03-18

El nuevo ministro de la Guerra

Columnista:

Nelson Alexander Lugo Núñez 

 

¿Qué méritos tiene Diego Molano para ser ministro de Defensa? La respuesta es ninguno. Para ser ministro de Defensa en Colombia —políticamente hablando—, debe ser ungido por Uribe y estar a favor de sus intereses; en especial, el de continuar con la política de la muerte, que se ha venido implementando desde 2002, en nuestro país, con la justificación de combatir las estructuras criminales, en particular, a los grupos guerrilleros, haciéndose los de la vista gorda con sus aliados amigos narcoparamilitares. Sin embargo, es importante precisar que Diego Molano no cuenta con la experiencia previa en cargos relacionados en asuntos de seguridad y defensa, siendo el común denominador de los últimos gobiernos de derecha y la constante, de los dos anteriores ministros de Defensa, Guillermo Botero y Carlos Holmes Trujillo, en el desgobierno de Iván Duque.

La causa de estos pésimos nombramientos en MinDefensa, que acobija también los otros 16 ministerios, está relacionada con lo establecido en los artículos 207 y 197 de la Constitución Política de Colombia, que mencionan que para ser ministro se requiere; ser ciudadano en ejercicio y tener más de 25 años de edad en la fecha de su nombramiento; sin olvidar los otros requisitos políticos de los gobiernos de derecha: apoyar la campaña del presidente de turno; seguir a ciegas y servirle a lo que diga Uribe; tener como aliados a empresarios de la altura del ‘Ñeñe’ Hernández y ‘Memo Fantasma’; hacer parte de los clanes políticos que han sido financiados por grupos paramilitares y de narcotraficantes; y, por último, rodearse de las «personas de bien» que están vinculadas en casos de corrupción. ¿Por qué a los profesionales recién egresados les exigen experiencia para cargos de menor importancia y menos responsabilidad, en lo público y privado?

Como consecuencia de estas improvisaciones del subpresidente, en menos de un mes de la posesión del ministro Molano, está en el ojo de la opinión pública, ante la denuncia realizada por el periodista Hollman Morris, en el medio alternativo el Tercer Canal, sobre la terrible muerte de menores de edad, en el bombardeo de San José de Guaviare sin que hubiese ningún combate entre el Ejército y el grupo armado de Gentil Duarte, perpetrado el 2 de marzo de este año.

Ante esta denuncia, el país vive un nuevo periodo de cinismo por cuenta del uribismo y de las fuerzas militares, por la justificación del bombardeo en palabras del ministro Molano, de la general María Paulina Leguizamón y el general Jorge Hoyos al dar a entender que los menores reclutados «eran combatientes armados ilegales». Pasamos de la frase hipócrita de Uribe «No estarían recogiendo café» a la de Molano «No estaban estudiando para el ICFES», con el ánimo de legitimar esta operación criminal bajo la complicidad institucional.

En mi concepto, el ministro Molano es un desalmado, por las diferentes declaraciones en medios de comunicación, al indicar que los menores asesinados en el operativo son «máquinas de guerra». En un «Estado Social de Derecho» este señor —que fue director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar— no debería estar ni un día más en el Ministerio de Defensa.

Yo le pregunto a las fuerzas militares: ¿por qué bombardearon si tenían conocimiento del reclutamiento forzado de niños en la zona?, ¿cuál es la efectividad de la inteligencia militar en los operativos?, ¿cuántos niños han sido rescatados de la guerra durante el Gobierno Duque? Al ministro Molano le pregunto: ¿por qué prefirió tomar la decisión de bombardear en vez de salvar la vida de los menores reclutados?

En definitiva, las máquinas de guerra no son los niños reclutados a la fuerza, sino aquellos que promueven, financian y desarrollan políticas criminales en contra del pueblo colombiano, con el ánimo de mostrar a la opinión pública aparentes resultados de gestión militar para fines netamente electorales.

Sin duda alguna, los ministros de Uribe, Santos y Duque han sido unos de los tantos promotores de la guerra durante los últimos 20 años en el país, con la filosofía de el «todo se vale» para seguir insistiendo en la nefasta y falsa «seguridad demoníaca», con litros de sangre de colombianos inocentes asesinados en los territorios a causa del conflicto armado y de la no presencia estatal desde hace varios años en las regiones que están en disputa entre grupos guerrilleros y paramilitares por el control de las rutas del narcotráfico.

¡Ministro Molano, renuncie ya!

 

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Nelson Alexander Lugo Núñez
Economista - Fundador medio alternativo @eltamalnews