Columnista:
Lady Orozco
No hay algo que odie más que hablar de personas usando números. No hay nada que odie más que referirme a cifras cuando eran almas, almas que querían luchar, que tenían amigas, hermanas y sueños o que eran apenas unas niñas. Y aunque lo odie, la realidad es que debo hablar con números, porque si nombro a cada una de las mujeres que han sido violentadas, violadas, reprimidas o asesinadas; no alcanzaría a terminar ni siquiera en un año, y eso, solo refiriéndome al caso colombiano.
En este año, solo en los dos primeros meses, hubo un incremento del 8.8 % de feminicidios. El mes no alcanza para albergar tantos asesinatos, porque eso son. «Entre el 1 de enero y el 28 de febrero del 2021, se registraron 37 feminicidios en Colombia, estas cifras indicarían, según la entidad, que con relación a los asesinatos de mujeres registrados en 2020, la cifra aumentó en un 8.8 %», de acuerdo con Infobae.
¿En qué parte del pecho me cabe tanta muerte?, ¿en dónde puedo ir a pedir justicia por todas mis hermanas asesinadas?, ¿y es que acaso hay justicia que logre resarcir el daño causado?, ¿dónde está el Estado para cuidarnos?, ¿dónde están los medios para informar sin machismo y sin darle el respaldo al feminicida?
La violencia comienza desde el discurso, así que, me permitiré cuestionar a medios de comunicación que siguen violentando:
- El Q´hubo: «No se dejó morbosear y la mataron». El discurso y la culpa caen sobre la víctima, ¿desde cuándo debemos dejarnos morbosear para que no nos maten?, ¿acaso ella es la culpable? , ¿acaso no es culpa de quien mata?, ¿pueden siquiera imaginar lo que llega a sentir la familia de Johana García Martínez al ver este titular?, ¿hasta cuándo van a querer normalizar semejante situación?, ¿qué pueden llegar a sentir las mujeres que trabajan para su medio?
- El País: «Una vecina se acerca: “Ella no era ninguna santa”, suelta de forma espontánea y añade que la menor se jactaba de haberse acostado con tres chicos de la Arandina». Una chica que debe estar viviendo un infierno, que está en boca de todos, ¿y saben por qué?, por este tipo de cubrimiento misógino, ese que le da una cachetada con palabras a la víctima. ¿Hasta cuándo?, ¿hasta cuándo vamos a seguir viendo medios así?
- El Español: «Las mujeres que han terminado con la carrera de Harvey Weinstein». O sea, según esto, las mujeres son las culpables de que al señor violador— ya encontrado culpable—se le haya acabado la carrera. Es decir, pobre inocente, qué karma estará pagando. ¿En serio le quieren echar la culpa a las mujeres por «dejarse» violar?, ¿en qué cabeza cabe titular de semejante manera?, ¿es que acaso no se dan cuenta del peso que puede tener esto sobre las víctimas, las cuales también tienen una carrera pública?
Hay muchos más titulares que refuerzan el machismo que sigue impregnando y habitando las salas de redacción. Pero no me quiero desviar más de mi punto.
«No olviden sus nombres, por favor, señor presidente». Estamos cansadas, cansadas de despertarnos escuchando que han asesinado a otra mujer, una mujer que no cabe en cifras, que no puede medirse con estadísticas. No es un pedazo de madera que cae y se bota, no es una puerta, un clóset o demás. ¡ESTÁN MATANDO A NUESTRAS MUJERES! Están matando a almas con sueños y anhelos.
Señores de las salas de redacción de los medios, ustedes tienen la responsabilidad de nombrar y visibilizar a las víctimas. Dejen de tratar de disfrazar el discurso y hacernos creer —como bien lo ha hecho la sociedad machista—que nosotras somos las culpables de lo que nos pasa. No, no es culpa de aquella mujer que salió en la noche y nunca más volvió. No es culpa de una niña de 12 años que fue violada por miembros del Ejército. No es culpa de aquella mujer que fue a cumplir turno en un hospital y fue hallada sin vida. Es culpa, sí, de los asesinos y de los violadores. Muéstrenos sus caras. Hagan que en ellos caiga el repudio social, no nos señalen más. No titulen llenos de machismo. No más.
Exelente reflexión, creo que los medios de comunicación hacen gran daño cuando clasifican a las personas y no les dan el mismo valor, cuando las rotulan según su sexo, su condición social, su orientación sexual. en fin . este articulo me destapa el dolor de saber tantas mujeres muertas y que los medios de comunicación las matan otra vez con su discurso machista.