Columnista:
Daniel Alexander Montoya
Ya va siendo hora, señor presidente, de que nos diga de una vez por todas, no solo si va a seguir preguntándose y respondiéndose en su programa televisivo Prevención y Acción, sino también que nos comunique hasta cuándo piensa seguir guareciéndose en su programa de la prensa.
No es para menos, señor presidente, cuando usted y los suyos (ministros), han guardado silencio frente al manejo de las vacunas que hasta hace muy poco llegaron a nuestro país. Usted, por ejemplo, desde el mes de junio, ya venía sosteniendo conversaciones con al menos seis farmacéuticas: Pfizer (EE. UU.), AstraZeneca (Reino Unido), Sinopharm (China), Cansinobio (China), Serum Institute of India (India) y Janssen (EE. UU.), además del acuerdo multilateral Covax, del cual el país hace parte.
¿Por qué solo dos meses después de haber firmado el contrato de suministro con las farmacéuticas AstraZeneca; 16 de diciembre y Pfizer; 17 de diciembre, llegaron a nuestro país únicamente las de Pfizer? ¿Qué pasó? ¿Por qué solo se firmaron contratos de suministro con dos farmacéuticas? ¿Qué pasó con las demás farmacéuticas de las cuales usted ya había tenido acercamientos a mediados de 2020? ¿En qué quedaron esas negociaciones? ¿Por qué Colombia, a diferencia de otros países como Argentina, México, Costa Rica, Chile, Brasil y Ecuador quedó rezagada frente a la llegada de las vacunas?
¿Por qué —si Rusia registró la vacuna Sputnik V como efectiva, y que dicho sea de paso fue una de las primeras en el mundo— no la negoció? A esto se suma, señor presidente, que según Leonid Sboiko, escribiente de la Embajada de Rusia en Colombia, le aseguró al diario El Tiempo, que el país firmó un acuerdo de confidencialidad para la adquisición de la vacuna Sputnik V. Entonces, le pregunto, ¿dejará por un momento las rencillas ideológicas?, ¿adquirirá la vacuna?, ¿llegará esa negociación a buen término?, ¿en qué va esa negociación?
Por si fuera poco y para colmo de colmos, señor presidente, las primeras dosis de la vacuna llegaron a ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cundinamarca, Cali y Cartagena, aun cuando usted sabía que días antes ya se había confirmado el primer caso de la cepa brasileña, en el departamento de la Amazonía, y quedaba, por lo tanto, como huésped ese departamento. ¿Por qué la Amazonía no hizo parte del selecto grupo de departamentos que recibieron las primeras dosis de la vacuna? ¿No era acaso, señor presidente, la cepa brasileña un motivo para que dicho departamento recibiera con prontitud las dosis? ¿Cuál es la explicación que nos tiene, señor presidente?
Pero además de eso, le pregunto, ¿por qué quiere presentar la llegada de las vacunas al país como si fuera un logro de su Gobierno, cuando es su obligación protegernos?
Y por último, señor presidente:
Usted, sin sonrojarse, dio declaraciones en sus alocuciones presidenciales y en algunos medios de comunicación, entre ellos a Noticias Caracol, sobre el caso del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Sin embargo, y desde entonces, usted ha guardado silencio y ha tomado distancia, tal vez, a lo mejor de las preguntas incómodas que muchos periodistas le querrán hacer. ¿Por qué, señor presidente, le concede entrevistas a unos medios de comunicación y a otros no?, ¿por qué en su programa Prevención y Acción no le abre un espacio a los medios de comunicación para que le formulen preguntas y usted las responda?
Son solo preguntas, señor presidente, aunque serían mucho mejor las respuestas.
Por supuesto que son preguntas que se quedarán en el aire. El señor no está autorizado para dar declaraciones y menos responder preguntas difíciles.